—¡Estoy alucinada! —empezó Mina. —¡Es hermoso! —Tina dio brincos, maravillada. Felix estaba sonriendo por nuestras payasadas. —¿Conoces a Mina y Tina, verdad? —le pregunté. —Hum, me suenan —intentó ser cortés. Ambas chicas chillaron. —¿Son estas tus damas de honor, entonces? —preguntó Felix. Siempre me ponía en aprietos, pero en realidad... —Sí... sí, estas son mis damas de honor y planificadoras de bodas si quieren hacer doble función —aseguré. Ellos gritaron aún más, y yo me reí. —¡Amamos el doble de todo! —gritó Mina. —¡Y triple de algunas cosas! —bromeó Tina, moviéndose y mirando a Felix—. Eres tan afortunada, Chasity, ¡y serás una novia súper linda! Sonreí. Al menos había dos personas aquí que realmente estaban felices por mí. ¡Tres personas! ¡El señor Johnson! Se acercó

