Perspectiva de Felix
Alex era un c*****o engreído a veces. Amaba a mis dos hermanos hasta la luna y de vuelta, pero nunca admitiría eso, especialmente a Alex. Era tan mandón porque era el mayor de los trillizos por cinco minutos. Lo vi dejando el panqueque que se había negado a dejarme tener. ¡Qué demonios! Regresé a la mesa a velocidad de hombre lobo una vez que Alex se fue. Chasity estaba allí y había estado mirando el panqueque. Lo agarré.
—No he comido nada —dijo, con los ojos muy abiertos.
Mi lobo gimió, exigiendo que le entregara el panqueque. Mi lobo era más molesto que Alex. Ahora, estaba gruñendo porque había decidido que un panqueque no era suficiente y que debía hacer panqueques para Chasity. ¿Yo? ¿Hacer panqueques para la pequeña criada? ¿Qué sentido tenía eso? Ella podría s
