Benaias

Capitulo 3

Kalen.

Voy por todas las mesas acomodando los últimos detalles, estamos casi todos mis primos acomodando todo así llegan todos los invitados y esta todo acomodado sin que debamos andar encima de todo mundo, y menos mal que contrataron personas que montaron toda una cocina con baños y personas que se estan encargando de todo y se van a encargar, porque mi tia dijo que no queria que hallan personas dentro de la casa de mis abuelos asi están comodos mas que nada, cambiarse e ir al baño con calma, son grandes y no tienes que pasar por situaciones con tanto estrés, por eso cuando se ofrecieron a hacer la comida Mai dijo que no enseguida, porque sino, no íbamos a parar ni un segundo.

—¿Soñando?.

—Si. —le sonrío a Raymi que se para a mi lado mirando toda la decoración que Mailen nos mandó a base de fotos y videos, bueno, a Celeste y Florencia pero todos ayudamos—. Me gustaría casarme, es mi sueño.

—¿Hay alguien en vista?.

—Si, Juan.

—¿El toro?.

—Si, es el único que se me acerca sin miedo a mi papá. —se rie a carcajadas porque es el toro de mi papá.

—Bueno, el tio dijo algo ahí dentro sobre Benaias.

—¿Fue a decirlo?.

—¿Qué cosa?. —nos miramos y él me frunce las cejas—. Escucho.

—Bueno, pasó que me ayudó a bajar del tarro y ya dijo que me tira honda. —miro hacia adelante de nuevo—. Solo eso.

—Mmmjj, bueno, te creo porque yo tambien ayudo y no por eso me gusta nadie.

—Es lo que le quise decir al tio pero no me dio ni la hora el pesado.

—Wou Kale, que bella princesa.

—Gracias tio. —mi tio Sergio me hace dar una vuelta—. ¿Parezco mujer o no?.

—¿Quién es el atrevido que dudó de que seas una dama?.

—Varios, pero mas que nada yo, que ando arriba de los caballos como si no tuviera v****a.

—Aaaaggg. —Raymi hace como que vomita cosa que nos da risa—. Si si si, sé que tienes ahí abajo, pero aaaggg.

—¿Te gusta otra cosa Raymi? Porque actúas como si no supieras la anatomía de una mujer.

—Nooo, me gusta pero de otras chicas, no me interesa saber nada de mis primas. —le doy un abrazo porque mas que mi primo es mi amigo, tenemos la misma edad, su mamá y mi papá son amigos íntimos, asi que siempre estábamos juntos de niños y ahora de grandes—. Ahi viene llegando la familia de Elias.

—Vienen llegando mis abuelos, dime eso al menos pesado. —me acerco al auto de mis abuelos y mi mamá con mi papá salen de la casa—. Hola abue, ¡que potra!. —se baja riendo, viene con un vestido verde corte recto y brillos, para su edad esta hermoso, y mi abuelo con camisa verde del mismo tono del vestido de mi abue y pantalón n***o.

—Mirate tu, si estas divina Kale, mira esa cintura.

—¿A quién dices?. —me pongo las manos en la cintura mirándola—. ¿A ti o a mi abue Blanca?.

—Obvio que a mi. —lo dice riendo—. Ay mi Kale, creo que sacaste lo mejor de las dos.

—Si, porque esto es tuyo. —me doy una nalgada haciendo que se ria tentada, mi abuelo da la vuelta mirándome con los ojos fruncido.

—¿Ya estas loqueando nena?.

—Ay abue, que amargadito.

—Mira que bella que estas mami, que linda.

—Gracias hija. —se saludan los cuatro sonriendo—. Qué lindo vestido, al fin te animas a algo diferente.

—Me cuesta, vamos con calma.

—ABUELOOOOOO. —Ilawe viene corriendo con los brazos abiertos, mi abuelo lo alza riendo porque lo abraza—. Abuelo viniste.

—¿Y dejarte solo? No hijo, sin mi tus papás te cascan a cada dos segundos.

—Si, ya me dieron recién.

—Pero si será de Dios, ¿Qué hiciste?.

—Estaba peleando con los chicos, pero ellos me pelean abuelo, yo no.

Desde el lugar donde nos pusieron miramos toda la boda, no puedo evitar sonreír e imaginarme en el lugar de Mai con algún enamorado que tengo fe que va a llegar y no va a ser un cobarde que le tenga miedo a mi papá y tíos, ni hablar de mi abuelo, tíos y primos del pueblo porque mas corren lejos al saber que son nativos, pero sé que alguien que me quiera no va a tener miedo de presentarse frente a mi papá y pedirme matrimonio. Paso toda la comida pensando en como seria mi boda, como la querría, como se pondría mi papá y mis tíos, esa parte me da risa, me los imagino haciéndoles caras de asesinos en serie como le hicieron a Elias mientras la esperaba a Mai todo lloroso, y como le hacen a Edras con Elu, y eso que mi tio esta inmensamente feliz con su nieta, pero aun asi le rompe los cocos a la pobre.

—Voy con las chicas. —Duhan con Ñawi van con mis primos a bailar, pero me quedo con mi mamá y mi abuela acompañándolas.

—¿No vas hija?.

—No mami, me quedo con ustedes. —del otro lado de la mesa Waira come el postre con mi abuelo que tiene a Ilawe en brazos y Lane al lado y hablan entre los cuatro de no tengo idea, mi mamá con mi abuela charlan, y yo miro a todos bailar.

—Kalen. —Benaias que me estira la mano sonriendo—. ¿Vamos a bailar?.

—Ve hija. —mi mamá divertida me empuja por las costillas—. Ve a divertirte nena.

—Si. —le agarro la mano a Benaias y me lleva al medio de la pista—. No sé bailar mucho. —me mira frunciendo las cejas acercándose bien pegado, lo miro a los ojos sintiendo mis pechos chocando su pecho, así de tanto se me acerca—. De verdad, voy a la iglesia y trabajo con caballos, no soy muy femenina que digamos.

—¿Puedo agarrarte de la cintura?.

—Emm, si, no hay problema.

—Bueno. —pone la otra mano en mi cintura moviéndose y me mueve—. Siento el cuerpo de una mujer no de una trabajadora de caballos. —sonrío porque me susurra en el oído con lo que parece un abrazo, baja las manos a mis caderas corriéndome un escalofríos—. Tienes un cuerpo precioso.

—Gracias. —me da un beso en la mejilla alejándose sonriendo, me gira cruzándome de brazo que queda a mi lado moviendo las caderas y choca las mias moviendo los hombros y hace caras—. AAAAAGGGG.

—EJ EJ EJ.

—AAAAAGGGG. —me da mucha risa porque me gira y hace caras al bailar.

—Mami, llegó tu papi... Y vengo, para darte calor... —no puedo parar de reir tentada, cuando me doy cuenta mi papá junto a mi abuelo hablan mirándome, quiero concentrarme en Benaias pero no puedo porque me doy cuenta que todos mis tíos y primos miran tal como mi papá y abuelo—. ¿Pasa algo?.

—No pasa nada. —seguimos bailando hasta que bajan la música—. Uufff, que calor que me dio.

—Ven, vamos a tomar algo.

—Si, urgente. —me lleva de la mano hacia la mesa de tragos.

—¿Qué te gusta?.

—Mmm. —miro toda la mesa, no hay alcohol ni de asomo, Elias mal que mal va a la iglesia y no toma, en mi familia menos alcohol que en un convento hay—. Algo con frutilla.

—Bien, ¿me das dos tragos de frutilla?.

—Si, ¿dulce?.

—Si por favor. —muevo la cabeza mirando a todos que se van a sentar porque las luces se encienden.

—Kalen toma.

—Gracias. —nos movemos a un lado alejado, se pone a mi lado tomando del batido, lo miro de reojo y es un muchacho con un gran cuerpo, y asi parado se ve mas grande, me hace sentir diminuta cosa que es una locura para mi casi metro ochenta.

—Nunca me habían mirado tanto como cuando baile contigo. —le sonriendo asintiendo, me mira alzando las cejas—. Despues seguimos bailando si quieres.

—¿Quieres que te tiren dagas?.

—Que me tiren lo que quieran, no soy cobarde. —toma del trago por la bombilla cosa que es sexi—. ¿Qué dices? ¿Te acobardas o vas conmigo?.

—Voy contigo, me da miedo pero no me acobardo.

—Bueno, entonces vamos para adelante, yo no tengo miedo. —nos miramos fijo a los ojos, es mas alto que yo cosa que me gusta, todos los chicos me quedan bajos.

—TODAS LAS SOLTERAS QUE ESTEN PASANDO, VAMOS A TIRAR EL RAMO. —mi mamá y mi abuela desde la mesa me hacen seña de que vaya.

—Bueno, voy o me vienen a buscar.

—Espero lo agarres asi nos casamos.

—¡Que tonto!. —camino asi voy a participar pero me agarra del brazo.

—No estoy bromeando, lo digo de verdad.

Despues de pedirle a Carla que agarre el ramo me voy donde mi mamá porque no quiero que mi papá despues me insista para que le diga que tengo algo con Benaias, creo que no entiende que tengo veintiún años, que soy una mujer y que quiero una relación amorosa. Cuando sale el tema pasan varias cosas, se enoja, cambia de tema o pide que se cambie, yo no sé que tiene, no sé que piensa, que porque somos sus hijas le pertenecemos parece, que nunca vamos a poder tener una vida, ni menos le gusta cuando le dicen que en cualquier momento llego con novio y me voy de la casa.

Volvemos a la casa casi a la madrugada porque mi mamá estaba cansada y mis hermanitos llorando de sueño, yo tambien tengo muchísimo sueño y mi cuerpo pide mi cama, mis sabanas y mi almohada, hasta me imagino mi cama, y para sorpresa me imagino a Benaias acostado desnudo y solo tapado con las sábanas. Me hacia señas de salir a bailar pero le hacia seña que no, que no iba a bailar, y hasta ponía las manos como suplica, pero mi papá sentado al lado mío controló que no me vuelva a mover y miraba a mis hermanas bailar con mis primos.

—Quiero mi cama urgente.

—Yo igual, no me dan mas los pies. —estaciono viendo a mi papá con Ilawe en brazos esperándonos, mi mamá abriendo la puerta.

—No doy mas papi.

—A la cama enseguida amor, hay que descansar. —nos da un beso a todas mientras entramos.

—Que descanses papi.

—Ustedes tambien. —en la habitación me pongo el camisón y me acuesto asi, con el camisón y sin bombacha porque mi mamá siempre nos dijo que había que dormir sin ropa interior para tener una buena higiene vaginal, según mi tío Sergio una vez que pregunté dijeron que era verdad, asi que asi quedamos.

—Bailaste mucho con Benaias. —habla en susurro por las dudas, desde nuestras camas nos miramos.

—Si, me sacó a bailar.

—Es lindo, deberías aprovechar,

—No me dijo nada, solo bailamos.

—Mmm, todos vimos como hablaban.

—Bueno si, pero nada interesante.

—Vamos Kali, no mientas. —aprieto la almohada sonriendo—. ¿Viste?.

—Bueno Duhan, es apuesto, caballeroso, divertido, pero solo queria bailar nada mas, creo que si hubiera querido otra cosa me lo habría dicho y no bromeado.

—Entonces te dijo algo.

—Solo bromeó con que agarre el ramo asi nos casábamos.

—Aaaagggg. —se tapa la boca pero no me da risa.

—Asi que si, es divertido.

—Pero te lo dijo Kali.

—Si hubiera sido real Duhan no habría estado bromeando todo el rato, si quieres decir algo en serio debes ser serio, no asi.

—Capas que es su form

a o estaba nervioso.

—Bueno, yo no me creí ni el saludo.

—Que mala, vamos a ver qué pasa mañana porque los chicos lo invitaron a pasar el día en el rio.

—Bueno, hasta mañana.

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