Estamos en la tina, cierro mis ojos echando mi cabeza hacia atrás, mi chica me acaricia el pecho, se encuentra atrás de mí, puedo sentir sus pechos contra mi espalda y me relaja bastante su cercanía —Te dije que lo necesitábamos, lo bueno que los chicos no se tomaron mal las cosas — —Si, por lo menos, por ese lado estoy más tranquilo, ahora solo debemos centrarnos en ti — —¿Qué puede pasarme? — Pregunta pasando la esponja por mi pecho, tomo una de sus manos y la acerco hasta mis labios para besar su muñeca, esa pregunta resuena una y otra vez en mi cabeza, ¿Qué puede ocurrir?, la verdad no tengo ni la menor idea, pero si la embargo con mis dudas, va a generarle más miedo y no quiero que se atormente, pero tampoco se mentirle, suelto una pesada respiración y me limito a responder —No

