Ubicación Desconocida, Instalación de Guardianes - Día 4 de Detención
Sarah había perdido la cuenta de cuántas veces la habían interrogado.
Diez veces. Quizás doce. Los días se mezclaban cuando tu celda no tenía ventanas, cuando las luces nunca se apagaban completamente, cuando el único marcador de tiempo era la llegada de comidas que sabían a cartón.
La celda en sí era pequeña pero no brutal. Una cama. Un lavabo. Un inodoro. Paredes de piedra grabadas con símbolos que suprimían cualquier intento de usar energía mágica o espiritual. No que Sarah tuviera mucha de cualquier manera—era académica, no practicante mística.
Pero los símbolos aseguraban que ninguna ayuda externa pudiera alcanzarla tampoco.
La puerta se abrió. Sarah ya no se molestaba en mirar hacia arriba inmediatamente. Serí
