Jared
Dejó a Wynta en su habitación del hospital para que se acostumbrara a la idea de que iría con él, le gustara o no. Su padre no estaba equivocado sobre ella en absoluto. Jared ahora podía ver por qué era tan difícil traerla a la manada como su padre quería. Había en su mirada una resistencia silenciosa que no podía ignorar, una fuerza terca que complicaba incluso los planes más simples.
En realidad, ella no quería ser llevada a la manada; tenía cierta aversión a la vida en la manada que probablemente necesitaba ser abordada antes de que pudiera suceder. Pero esa ceja levantada cuando él comentó que ella había sido arrastrada por las aguas de la inundación. Él entendía eso: no había sido arrastrada de la manada; en realidad, se había dado la vuelta y se había alejado de ella, después
