Camilo Moví mi cabeza, aún veía borroso, no entiendo cómo fui a tomar tanto, bueno yo sí sé… por ella, por la mujer que amo y que nunca voy a tener a mi lado. Metí la llave por enésima vez, y wala, abrí la puerta después de tanto intentarlo, creo que sí no hubiera tomado tanto hubiera abierto la puerta sin mayor contratiempo. Coloque un pie dentro de la casa, solo que creo que metí el pie izquierdo, o de lo contrario no me hubiera caído al piso. —Shiii —dije colocando mis dedos en mi boca, no quiero despertar a Fernando, y mucho menos a ella. Ella quien es tan bella, tan sensual, por Dios Camilo, sigue mejor en tu habitación. No di ni tres pasos cuando me estampe contra quién sabe qué, de lo que sí estoy seguro es que ahora sí me abrí la cabeza. Me pare con mucha dificultad, no sé dó

