Fernando Miré como Marcia entraba a la habitación, la llamé necesitaba hablar con ella, aunque hay que ser consciente de que nuestras charlas terminan en pasión y deseo. Ella se acercaba a mí de manera imponente, de esa que busca quedar indiferente, pero que en realidad cae rendida ante mí. —Te estaba esperando —Lo siento, tuve cosas por hacer. —Al escucharla, de inmediato se me vino a la mente Camilo, solo espero que no sea con él que tuviera cosas por hacer. —¿Ya dejaste la idea loca de que quieres estar con mi hermano Marcia? —Me acerco, el olor a humo de cigarro la inunda por completo. —No, porque a él es a quien queiro, adicional seamos sinceros. Tu debes preocuparte por tu esposa, mientras yo me preocupo por Camilo. —Ariana está bien y no debo preocuparme por ella. Pero s

