Cuando la Vida nos Une

Capítulo 3

- ¿Qué? – no sé a qué está jugando Grayson, pero será mejor que se detenga o tendré que golpearlo.

- Se agravó, tuvo convulsiones y cuando llegué estaba inconsciente, intenté entrar a ayudar, pero no me dejaron y Jade, por dios Garrett, Jade confiaba en mí y no pude ver que Jeremy tenía algo mal, pude haberlo evitado – mi hermano empieza a llorar y me acerco para estrecharlo en un abrazo.

La partida de Jeremy es dolorosa, a mí me afecta, pero nada en comparación a como se debe sentir mi hermano, desde que conoció al hombre parece más feliz, dice que es el padre con el que le hubiese gustado crecer, incluso llegue a sentir un poco de celos por verlo tener a alguien que representara esa figura que tanta falta nos hizo durante nuestra adolescencia.

Y Jade, no quiero ni imaginar cómo se tiene que encontrar ahora mismo mi hermosa Jade.

- ¿En dónde está Jade? – vuelvo a preguntar inquieto por no saber en dónde podría estar y en qué condiciones.

- Se marchó con Francisco – me molesta un poco, sé que son amigos, pero son tan cercanos que ha llegado a incomodarme un poco. Algo que nunca me había pasado porque suelo ser muy seguro de mí mismo.

- ¿A dónde? – se encoge de hombros y quiero patearlo otra vez porque eso no es respuesta - ¿Cómo que no sabes?

- Hoy fui a su casa y no había nadie, Martha también estaba preocupada, pero conseguimos una nota de Fran diciendo que estarían bien y después se comunicarían con nosotros, no sé porque se están aislando de esa manera, pero él dejó su chip – me levanto inquieto.

>> ¿Por qué esa mujer lucia como si supiera quien es Jade y por qué le diría eso cuando llamó? – me quedo un momento paralizado y suspiro sabiendo que no puedo mentir ni seguir con esta historia, pensé que podría hacerlo, pero no hay manera de hacerlo.

- Era Hilary – Grayson vuelve a ponerse de pie, pero logro detener el golpe que iba dirigido a mi cara – Escúchame.

- ¡Me mentiste y planeabas hacerlo con Jade! ¿Qué está mal contigo? Yo soy quien hace estas cochinadas, no tú, por eso te confié a Jade – lo abrazo con fuerza para evitar que sus puños aterricen en mi cara, pero Grayson está convertido en todo un energúmeno lanzando golpes.

- ¡Ya basta y déjame hablar! – lo empujo y huyo dejando el mueble en medio de ambos.

- ¡No puedo creer que lo hicieras! ¡Y no solo eso, me mentiste! Eso no es de hermanos – me señala fúrico - ¿Al menos si perdiste el teléfono? – molesto e impotente por no lograr que me escuche le lanzo el nuevo celular que me tuve que comprar – Esto no significa nada – lo toma entre sus manos y señala el fondo de pantalla, que es una foto mía y de Jade que tomé la primera vez que se quedó a dormir conmigo.

- La conseguí en el hotel y me siguió hasta mi habitación.

- Ay sí que conveniente – tomo lo que tengo más cerca y se lo lanzo, harto de ser interrumpido – O me escuchas por las buenas o serán por las malas – le advierto ya más dispuesto a devolver los golpes.

- Quiero verte intentándolo – me señala de vuelta y no sé porque llegue a pensar que esta conversación podría llevarse en paz.

- Me siguió, pero como no la quise dejar entrar armó una escena terrible hasta que abrí la puerta.

- Ay si tu – vuelve a interrumpirme y esta vez soy yo quien corre hacia él y lo derriba. Esto me recuerda un poco a nuestras discusiones cuando éramos unos críos.

- Estoy cabreándome Grayson – le advierto.

- Te aseguro que yo lo estoy el doble – gruñe y lucha para salir de mi agarre, pero se lo impido. Y espero se rinda pronto porque ya no tenemos quince y la verdad ya me estoy cansando, además que muero por poder hablar y ponerme al día sobre como la vida se nos vino de cabeza en menos de una semana.

- Esa mujer está loca, si se llevó mi celular en algún momento de la noche y cuando me di cuenta ya no sabía ni en donde encontrarla, salí a comprarme este otro y ya ninguno contestaba mis llamadas, estaba volviéndome loco como la mierda – explico rápidamente y finalmente se calma.

- ¿No me estas mintiendo otra vez?

- Mierda no, dije que me robaron en el aeropuerto porque es más complicado de creer que Hilary fue al hotel y me sacó el celular sin darme cuenta – se queda pensándolo por un momento y asiente levemente.

- La verdad es que me cuesta creerlo – si bueno, no lo culpo.

- Mira, entró y empezó a decir no sé qué estupidez de estar juntos, pero yo estaba estresado por el trabajo, quería terminar rápido y debía hacer unos cambios en el contrato, ni Jade ni Fran me respondían y mis abogados fueron despedidos por incompetentes – ni yo puedo creer como todo parece haberse alineado para arruinar mi relación y casi mi trabajo.

- ¿Cómo pudo pasar eso? – me encojo de hombros agotado por todo lo que pasé esta semana. Primero con esos inversionistas que pedían cambiar cosas en el contrario, luego las negociaciones porque obviamente yo no iba a firmar si no veía beneficios y después a Hilary persiguiéndome.

- Ni llegue a sospechar que fue ella sino hasta al tercer día y ya no le preste atención porque tenía el nuevo y estaba demasiado ocupado intentando no perder la cabeza ¿tú por qué no recibías mis llamadas? – me ve con ojos culpables y ruedo los ojos.

- Estaba tan enojado contigo que bloquee tu numero – bufo llevándome las manos al cabello buscando relajar el dolor de cabeza que me está empezando a a****r.

- Grayson, eres mi hermano, no puedes bloquearme porque crees que engañe a una de tus amigas y mucho menos sin tener pruebas o haber hablado conmigo – me palmea fuertemente el brazo y me quejo después de empujarlo otra vez.

- No es cualquier amiga, es Jade, es como una hermana y estaba pasando por su mejor momento.

- No tenía idea de que estaba pasando y ni siquiera era mi culpa – me defiendo. Pude haber sido descuidado y subestimar hasta donde llegaría Hilary, sinceramente pensé que solo era una manera de llamar mi atención o pedir algo a cambio del dispositivo, por lo que preferí dejar todo así y comprar otro. En fin, pude haber pecado de confiado, pero jamás de infiel.

Amo a Jade como no pensé que podría pasarme y sería un imbécil si pierdo a una mujer como ella por una aventura.

- ¿Una mujer podría hacer eso que dices? – pregunta después de un par de segundos de silencio.

- No sé si sea común, pero tampoco creí que haría algo así, pensé que solo quería atención, ella no es muy lista – hago una mueca sintiéndome algo mal por decirlo, pero es lo que me ha demostrado, que, a pesar de ser una belleza, Hilary representa a las niñas ricas y huecas de las películas.

Un cascaron vacío.

- ¿Puedo confiar en lo que me dices? – paso n brazo sobre sus hombros y lo aprieto suavemente, ahora sintiéndome culpable por meterle a él.

Debo admitir que cuando estaba en el aeropuerto para venir entre un poco en pánico pensando en que es muy posible que pensaran erróneamente por no haber aparecido durante este tiempo y que al contar la historia no creyeran, es lo habitual, me cuesta a mi creer que esa mujer me robó el teléfono y yo fui tan descuidado como para dejárselo así.

Pero en mi defensa, jamás pensé que se lo llevaría y yo intente comunicarme múltiples veces.

- Claro que sí, lo siento por mentir – me disculpo ganándome otro golpe de su parte, pero esta vez uno mucho menos fuerte – Y lo siento por Jeremy – asiente cabizbajo y peino su cabello para demostrarle que tiene mi apoyo.

- Creí conseguir un padre y me dejó – hago una mueca entendiendo un poco lo que quiere decir, en un principio también me afectaba la relación tan distante que tuvimos con nuestra familia, pero la diferencia es que yo supe sobrellevarlo mejor que mi hermano, quien parecía buscar amor en todo aquello que le demostrara algo de interés.

Bromeo al respecto, pero creo que su incapacidad para comprometerse se debe a esa espina que creció con nosotros.

- Él te quería como a uno, tú y Jade eran su adoración – recuerdo levemente las cenas que compartimos los cuatro y como el mayor actuaba con ambos. A Jade como a la luz de sus ojos, su bebita, como tendía a decirle, pero también veía a mi hermano con alegría y le hablaba como en mi opinión, un padre le habla a su hijo, con sabiduría, pero con la picardía que los caracteriza a ambos.

- Le fallé a Jade, pude haber sabido desde antes que algo estaba mal y así podría estar hoy con nosotros – recuerdo que al principio me comentó algo igual, por lo que vuelvo a abrazarlo con fuerza.

- No es tu culpa, no había manera en la que lo supieras, Jeremy se veía muy estable – intento consolarlo, pero si hay algo que tenemos igual además de la cara, es la terquedad.

- Claro que pude haberlo sabido, debí de, pero preferí bromear con Jade a hacer bien mi trabajo, soy un fracaso – lo golpeo con algo de fuerza y cuando sube la vista enojado por eso, yo lo fulmino con la mirada.

- Si no pudiste enterarte que algo iba mal es porque no había manera de que lo supieras en ese momento, ya basta – y para no darle más tiempo a menospreciarse, me pongo de pie halándolo conmigo con poca delicadeza.

- ¡Me duele Garrett! – se queja alejándose de mí, pero yo me burlo un poco.

- Ahora eres un delicado – bufa rodando los ojos, pero yo estoy satisfecho al ver que pude sacarle un poco la mierda que estaba echándose encima – Necesito conseguir a Jade ¿por qué su número sale fuera de servicio?

Voltea a otro lado con semblante preocupado y no necesito más para levantar la vista al techo pidiendo algo de paciencia al primer ser divino que sepa escuchar mis plegarias.

- Es que cuando llamé y me contestó esa malvada mujer lancé el teléfono y después pasó todo lo que pasó y comprar uno nuevo fue la última de nuestras preocupaciones – respiro profundo enojado por cuanto ha causado Hilary solo con contestar mi teléfono.

Definitivamente es una mala mujer y más le vale no acercarse nuevamente a mi o pondré una orden de restricción.

- ¿Y no sabes donde podrían estar? – niega con la cabeza.

- Se escaparon como si estuviesen cautivos – si está tan tranquilo supongo que Jade no está en verdadero peligro, pero sigue preocupándome que ella se haya marchado creyendo que estuve con otra mujer y que la dejé sola cuando más necesitaba a alguien.

- La encontraré – aseguro asintiendo levemente empezando a pensar cual va a ser mi próximo movimiento.

- ¿Cómo?

- Conozco a alguien.