El Llamado de la Luna

Capítulo Piloto

Todas las noches, al asomarse la luna, los cuerpos de Helen y Daniela se movían para que esa luz les dé energía hasta que estén mejor. Ya que el brillo era un hermoso azul clarito mezclado con plateado, traía la energía en su más pura expresión a todos los hombres lobo e híbridos de lobo.

*

Ya era de noche y tocaba nuevamente mover las camillas debajo de la luz de la luna. No había que hacer mucho esfuerzo, era una habitación con balcón amplio. Eran alimentadas tres veces al día. Nunca estaban solas, a veces se juntaban todos: Samuel, Shanelly, Jairo (el unicornio y pareja de Shanelly) Jazmín, Alistark y Astaroth (este último omitiendo las amenazas de Alistark si se acercaba a su mate) y contaban chistes, trataban de alivianar la situación. Otras veces Shanelly iba y les leía cuentos o les contaba cómo le fue en el día.

Eran las 9:00 PM cuando la luna ya estaba bien la cima, hoy les tocaba mover a las chicas a Jairo y Shanelly.

—Gracias por entenderme al estar ausente en estos meses—dice mirándola y tomando la camilla de Helen.

—Descuida, después que la falsa diosa reveló su identidad como súcubo, era tu trabajo encargarte de los problemas del castillo—dice sonriendo. Y era verdad, Jairo tenía mucho con qué cargar. —Me preocupa que las chicas se queden en un estado vegetal—dice Shanelly terminando de colocar a Daniela bajo la Luna.

—Eso no pasará, si fuera así la luna no brillara con fuerza—comenta colocando a Helen al lado de Daniela.

Ambos salieron de la habitación para buscar algo de comer. Era la primera vez en 3 meses que estarían solas de noche.

Una brisa helada hizo que Daniela arrugara la nariz en desagrado. Sus dedos empezaron a reaccionar. Sus piernas se movían poco a poco y por último abrió los ojos. Parpadeó un par de veces hasta acostumbrarse a la luz de la luna, miró todo a su alrededor y con lentitud procedió a sentarse. Miró el suero al que estaba conectada y lo retiró de su brazo. Estaba confundida. Miró al lado suyo y vio a Helen en una camilla igual a la de ella, conectada también a un suero. ’’ ¿Qué le habrá pasado?''—pensó.

Se levantó y se sostuvo por un mareo que le dio. Se dirigió a Helen con pasos lentos. Y vio el cambio que tuvo—Vaya, ahora es una perra bonita—dice y ve como Helen hace una media sonrisa. —Estás despierta estúpida—dice y ríe un poco.

Helen abre los ojos poco a poco por la luz que hay. Con ayuda de Daniela se sienta—Volviste a tu forma normal, aunque tienes el cabello largo—dice algo ronca— ¿Y qué es eso de que ahora 'soy una perra bonita'?—pregunta.

—Ahora eres una pelirroja con ojos verdes y piel blanca—dice describiéndola.

La puerta se abre y se oyen unas risas. Shanelly ve la escena y la comida que tiene en bandeja se cae de sus manos y grita de manera eufórica.

— ¡DESPERTASTE!—corre hacía Daniela y la abraza. Esta le corresponde el abrazo.

Los demás entran alarmados por el grito de Shanelly y se unen al abrazo igual.

Ahora las chicas fueron a tomar una tina de agua caliente. Por petición de Helen fue a bañarse junto con Daniela.

—Creo que sé por qué mi cambio de apariencia—dice sentada al otro lado de la gran tina dorada.

— ¿Cuál es?—pregunta Daniela mientras sus ojos están cerrados.

—Cuando los dragones encuentran su destino, cambian, siendo nuevas criaturas, pero es estúpido, yo no sé cuál es mi destino, pero aparentemente lo encontré—dice mirando los azulejos del baño.

—Beibi, tu destino es estar conmigo para así estar discutiendo—dice Daniela y se ríe a carcajadas, pero Helen no la sigue. Ella abre los ojos y ve a Helen mirándola seria—es una broma—dice refunfuñando.

—Quizá tengas razón ¿Qué fue eso en la pelea? De un momento a otro tenía un arma como la tuya, y nos combinamos al pelear y todo, como si fuéramos las mejores amigas—dice con cara de asco.

Daniela la mira de arriba a abajo—Disculpe usted si ser goals conmigo es un error—dice y se levanta, tomando su toalla y saliendo.

—No lo dije por mal idiota—contesta Helen imitando su acción.

—No te preocupes—dice y sale del baño. Helen suspira, puede que Daniela si tenga razón, puede que su destino esté ligado al de ella.

Ambas están perdidas en el gran castillo que ahora le pertenece a Alistark.

—Coño marica, ¿dónde vinimos a parar?—dice Daniela irritada porque están ahora en un pasillo sin salida.

—Esto es el puto colmo—comenta entre dientes Helen.

—Veré si puedo llamar a Astaroth para que nos ayude—dice. —Quizá aún viene al llamarlo tres veces—comenta con una mano en su barbilla.

— ¿Tu no aprendes cierto?—pregunta Helen, Daniela la mira sin entender—Él le cae mal a Alistark—comenta.

—A mí no me importa lo que opine Alistark, a ver tú dime ¿dónde está él? ¿Vino cuando escucho el gran grito de Shanelly como los demás? No, él, que se joda—dice y Helen asiente.

Daniela lo llama y si, Astaroth aparece—My lady—dice haciendo una reverencia hacia ella.

— ¿Puedes guiarnos a la cocina?—pregunta Daniela con una sonrisa.

—Claro síganme, por aquí—dice. Astaroth se traía algo en juego, pero, ¿El qué?

Y así fue como Astaroth las guió pasando por una puerta donde provenían unas risas de adentro, la curiosidad venció a Daniela. 

Astaroth se paró viendo cómo se dirigía hacia allá, fue tras ella y esperó.

Daniela no se esperó lo que estaba sucediendo a dentro, por suerte Helen fue testigo, y Astaroth, estaba detrás de ella viendo todo, con las manos en su espalda.

Era Alistark, con una chica sentada en sus piernas y con una botella de vodka. Él la mira perplejo y aleja de él a la chica rápidamente—Daniela, yo... —comenta pero ella lo frena.

Mira hacia la chica y sonríe—Disculpen si los interrumpo—comenta y la joven sin entender nada niega.

—No descuida mi Ali y yo no estábamos haciendo nada—dice risueña.

Daniela lo ve y da media vuelta, Alistark rápido la toma por el brazo—No me toques—dijo seria y molesta. Un mechón de su pelo Castaño Oscuro se tornó plateado. Miró a la chica y le dijo— ¿Si sabías que él es mi mate?—pregunta y Alistark se pone una mano en la cara resoplando.

La chica mira a Daniela y niega—Yo... Yo pensaba, no, claro que no—dice indignada y sale de ahí—Estuvimos revolcándonos tres meses y no me dijiste de ella—dice señalando a Daniela mientras lo mira. Luego mira a Daniela—Melocotón, yo no soy ese tipo de chicas, no sabía que él tenía su mate—comenta apenada y se encoje con la mirada que Helen le da marchándose rápidamente.

— ¡ERES UN MALDITO HIJO DE PUTA!—le grita Helen sintiendo su sangre hervir, pero era Daniela que estaba apuntó de explotar y sus emociones fueron transmitidas a Helen de alguna manera. Él trató de explicarse y una lágrima solitaria salió de la mejilla de Daniela. —ESTÁS HACIENDO LLORAR A MI HERMANA IMBÉCIL, LA ESTÁS LASTIMANDO—dice abalanzándose sobre él. Daniela sigue en shock, ni siquiera le dio importancia cuando Helen dijo que era su hermana.

Astaroth regresó con los chicos y Samuel separa a Helen de Alistark quien se dejó golpear de ella—NO TE QUIERO VER HABLÁNDOLE A DANIELA—grita removiéndosele a Samuel.

— ¿Qué pasa?—pregunta Jazmín desconcertada mirando a Helen, pero esta estaba fuera de sí. Hasta que la ira de Daniela no se calme no se calmará ella.

—Yo les puedo mostrar—dice Astaroth.

Alistark lo mira con odio e intenta acercarse, Daniela lo frena. —Vámonos de aquí—dice Daniela y se aleja de Alistark. 

Samuel pasa por al lado de él con Helen agarrada pero esta se suelta una mano y aruña su cara.

—Por dios cálmate—dice agarrándola nuevamente.

—La cocina está del otro lado del castillo—dice. Todo este tiempo él la estuvo guiando hacia Alistark—me había confundido de camino—dice extendiendo un poco sus brazos y Daniela se le tiró y lo abrazó. Esa acción lo tomó por sorpresa, pero correspondió el abrazo, la joven se encontraba llorando frente a la puerta abierta de aquella habitación, con un Alistark mirando todo impotente y enojado con sigo mismo, mirando a Astaroth abrazar a su mate, mientras que este le da una sonrisa burlona. Él la guía para alejarla de aquel lugar mientras sigue consolándola y yendo detrás de los demás.

— ¿Sabías todo cierto?—comenta mirando al suelo mientras camina al lado de Astaroth.

—Si—comenta.

— ¿Por eso me guiaste a la dirección que no era?—pregunta.

—Si—dice y la mira, ahora él se sentía mal por como ella estaba—desde que caíste en cama él nada más duró una semana yendo donde estabas, luego desaparecía por horas, incluso días y sólo te veía por 3 minutos y se marchaba—agrega—tenías que verlo por ti misma, si no, no me creerías—dice mirando hacia delante.

Daniela asiente aún cabizbaja—Supongo que estás feliz—comenta esta.

—Si—dice y ella lo mira—feliz de que descubrieras lo que pasó, no de cómo estás—agrega mirándola. Y está asiente.

—Entiendo—dice.

Él para y la detiene agarrando su mano—Tu ibas a despertar en 15 días, lo había investigado, pero el té fue infiel acostándose no solo con ella, si no con otras del consejo real de los astros, por eso duraste más en sanar, gracias a la luz de la luna estás aquí—dice y Daniela vuelve a llorar.

— ¿Por qué no se lo dijiste a los demás?—dice tapando su cara mientras lloraba sin control.

—Porque no estoy en su círculo de amigos y Alistark es, o era confiable para ellos—dice—si se los decía me iban a echar—añade—No te digo esto para que me odies, si no para que sepas el por qué despertaste tres meses y medio después—comenta abrazándola. Daniela asiente en su pecho.

— ¿Si somos mate, por qué no me duele en el pecho eso?—pregunta mirando hacia arriba para ver su rostro.

—Porque él no te marcó, y porque cuando me enteré de lo que pasaba te mezclaba un sedante en el suero para que eso que te hiciera no te afectara—comenta—debemos de seguir antes de que noten nuestra ausencia—dice y toma a Daniela de la mano para caminar.

—Quiero papas fritas—agrega.

—Te daré todo lo que quieras—dice sonriendo un poco hacia ella.

Ya consiguió lo que quería. Solo es cuestión de tiempo de que Ella lo rechace y vaya hacia él y así el la consolará y la tendrá para él. Sin importarle que.