ABRIL 2017.
Pude haber terminado de escribir lo que había sucedido esa noche en la carta anterior pero vamos, bien sabes que se necesitaba su propio espacio para relatar lo que pasó esa noche.
Después de todo el drama acumulado, de ti, de tu mujer, Sam, Susan y demás solo quería llegar a casa, dejar de llorar, darme un buen baño con burbujas y prepararme para el día lunes que tendría que verles la cara de nuevo pero no, como siempre mis planes no encajaban con los del destino por lo que todo se fue al carajo en poco tiempo.
Sigamos, estacioné el coche y los faros te iluminaron, a las tres de la madrugada, sentado en mi porche esperándome. No fue necesario bajar para ver las bolsas bajo tus ojos o para notar cómo te pusiste de pie arreglándote la camisa y el traje a su vez. No sé si
