Rafael
Sarah apareció temprano en mi oficina, a pesar de que le he pedido innumerables veces que no haga eso, a mi padre no le cae bien y ella sigue dando más razones, sabe que él odia que se interponga en asuntos de la empresa.
– ¿Qué quieres aquí, querida? Sabes que no deberías venir si no es algo importante, solo tenías que llamarme.
– ¡Pero claro que es importante, no vendría si no lo fuera! – Por supuesto, ella hace una tormenta en un vaso de agua por la razón que sea. – Mañana es la boda de mi hermana, lamentablemente tenemos que ir, y no tengo nada que ponerme. – Me controlé lo mejor que pude para no poner los ojos en blanco, no era posible que ese fuera el fin del mundo para ella.
– Aún tienes vestidos guardados con la etiqueta, ¿como me dices no tienes nada que ponerte? – Últ
