Ana Sarah y yo entramos, estaba furiosa porque la boda de su hermana iba ser mejor que la de ella, esa mujer es un fastidio, pero al menos me sirvió para algo, estoy en la boda a la que no me invitaron. – ¿Puedes creer que compró el juego de joyas que pedí que me reservaran? Te dije que es una bruja. – susurró mientras su esposo caminaba. – Lo hiciste a propósito, estoy segura. Ella debe espiarme. – Me imagino que lo hace. – Está gastando todo lo que quiere, dejando en ridículo a Marcos, espero que tengas éxito esta noche. – Todo estará bien mientras hagas tu parte, quiero un tiempo a solas con él, necesito tratar de abrirle los ojos, verá lo que yo veo, que Melissa no es buena y que solo busca su dinero. Rafael nos estaba dando un espacio para hablar mientras caminaba un poco por de

