Marcos Melissa y mi mamá llegaron a casa sonriendo, ambas muy felices, Mel fue a la cocina e invitó a mi mamá a cenar, las dos se llevaban muy bien, era hermoso verlo, esperamos a que llegara mi papá, cenamos, hablamos un poco mas y se despidieron. – Mañana es el gran día, no podemos dejar a ustedes dos cansados, ¿verdad? Nos vemos, cariño. – Mi madre se despidió de Melissa y los dos se fueron. – Tú y mi madre tuvieron un buen día, ¿se divirtieron? – Ambos ya estábamos sentados en el sofá. – Tu madre es la persona más increíble que he conocido, me trata tan bien… lo único que salió mal en el día fue encontrarme con mi hermana y Rafael en la joyería, ella había ido a comprar un conjunto y fue justo el que tu madre me regaló. Tan pronto como pronunció su nombre, sentí que la furia llen

