Marcos Tan pronto como me enteré de la falla del sistema, le pedí a Melissa que viniera a mi oficina, pero para mi sorpresa, no fue ella quien subió. – Discúlpeme, señor. – El líder del equipo atravesó la puerta como si fuera lo último que pretendía hacer ese día. – Vine a informarle sobre la seguridad de sus datos. – ¿Dónde está Melissa? – ¿Por qué no vino? – Le pedí expresamente que viniera aquí y una vez más, me desobedece. Este es un problema recurrente entre nosotros, Melissa no puede seguir órdenes, hace lo que quiere y eso me vuelve loco. – Ella dijo que como líder del equipo, sería mejor que viniera y hablara yo. – Probablemente tenga razón, pero aún así desearía que viniera. Me explicó lo que había pasado, me informó que Melissa se adelantó al problema y que estábamos a sal

