Melissa Todo había sido realmente extraño, miré a Marcos en busca de algún signo de incomodidad, pero no había nada allí, estaba sonriendo, nada que pudiera hacerlo parecer menos que feliz. – Eso fue realmente extraño, ¿no? ¿O fui yo la única que notó el ambiente tenso que se estaba dando? – Le pregunté con los dientes apretados, mientras trataba de mantener mi voz baja y mantener una sonrisa en mi rostro. – Podemos hablar de eso más tarde, cuando estemos en casa, ¿no crees que es mejor? – Todavía es difícil acostumbrarme a que hable así, en casa, nuestra casa, necesito controlarme, siempre estoy magnificando sus actitudes y a veces, solo está jugando su papel en nuestro contrato. Es difícil orientarme, a veces parece un poco frío y distante, otras veces es tan cariñoso, dulce, protect

