Capítulo 4||

1758 Words
June Becket La mirada fría e irritada de Mike se posa sobre mí, y las ganas que tengo de estrangularlo son tantas, que prefiero tomarme el trago frente a mí e ignorarlo. —¡Jhonny! —Grito el nombre del chico guapo de hermosa sonrisa ya que está limpiando la barra en la esquina contraria. —Ven y sírvame otro trago. —Pido cuando sus ojos dan con los míos. Él muy idiota observa a Mike y sigue con lo suyo ignorando mis palabras completamente. —¡Jodido estúpido soy una cliente más aquí, voy a pagar, sírveme como se debe y trae tu culo bonito hacia aquí ya! —Vuelvo a gritar captando la atención de todos en segundos. Mike suspira cabreado y me toma de la muñeca tirando de mi brazo. —Vamos a la habitación. —Demanda viendo mis ojos. —¡No y una mierda! —Exclamo sin medir el tono de mi voz, provocando que este lleve su mano a mi boca. —Solo camina y cierra la jodida boca. —Advierte caminando escaleras arribas e obligándome a seguirlo. Tan pronto entramos a su habitación, cierra la puerta con seguro y se voltea a mirarme, me siento tan mareada, cabreada y cansada que me tiro en el sofá cerrando mis ojos. Me quedo así por largos minutos hasta que escucho la puerta del baño abrirse y cerrarse, el agua de la ducha no tarda en llegar a mis oídos, mantengo mis ojos cerrados e una media hora después me siento mejor. Me pongo de pie buscando entre su armario mis prendas, pero no veo absolutamente nada de lo que dejé lo cual me parece extraño y me estresa. Mike sale del baño con una toalla envuelta en su cintura cinco minutos después, el agua cayendo por su abdomen tatuado me distrae tanto que no me doy cuenta que ya esta frente a mí, toma mi mandíbula y besa mis labios con venencia y de manera posesiva, beso el cual corto haciéndolo gruñir molesto. —¿Y ahora qué pasa? —Inquiere molesto. —¿Dónde están mis prendas? —Cuestiono cruzándome de brazos e alejándome dos pasos de él. —Le encargué a Mónica que las enviará a tú casa. —Responde abriendo el armario. Mónica es una señora mayor, la cual se encarga de limpiar y dejar todo ordenado aquí. —No quiero tus cosas mezcladas con las mías, además de que Sofia las puede ver. —Menciona poniendo mi sangre a hervir al instante. —¿Me estás jodiendo? —Pregunto tirando de su brazo hacia mí molesta. —¿Desde cuándo te molesta? ¿Desde cuándo Sofia puede tocar tus cosas? —Inquiero conteniendo la rabia. —Es mi novia desde hace tiempo ya, y no es que se lo permita pero pasa tiempo acá y puede verlas en un descuido. —Responde encogiéndose de hombros y mi cabreo solo aumenta más. —Bien. —Respondo sacándome la falda quedando solo en bragas con el body, lo cual lo lleva a sonreír de lado como el idiota pervertido que es, sonrisa la cual se le borra cuando lo empujo tomando una sudadera enorme de su armario. —¿Qué haces? —Cuestiona tomando mis caderas e acercándome a su abdomen aún desnudo, y lo maldigo mentalmente una y otra vez por gustarme tanto e hacerme perder los estribos. —Llévame a mi casa. —Le pido quitando sus manos, a lo cual él no cede. —No, vas a dormir aquí. —Articula acercándose, besando la piel de mi cuello. —Voy a darte cuatro de esos polvos seguidos que tanto te gustan. —Mi piel se eriza tan pronto suelta aquello, pero el enojo, la furia y humillación es tanta la que siento que no me permito prenderme más de lo normal. —Se lo hubieses pedido a Sofia. —Escupo cortante. —Ni pienses que voy a revolcarme contigo en las mismas sabanas donde lo hiciste con ella. —Suelto y su rostro sorprendido me deja claro la estupidez que acabo de soltar. —¿Me estás espiando? —Cuestiona arqueando su ceja. —June lo nuestro es follar sin compromisos y nada más, sabes que Sofia es mi novia y los privilegios se los debo a ella no a ti, me gustas, eres mi amiga y me encanta montarte pero no voy a tolerar tus ataques de rabia y celos que no dan cabida a nuestra relación de folla amigos, ¿Ok? —Expresa en un tono serio y molesto, y no se por que maldita seas me dan ganas de llorar y golpearlo, tanto a él como a la maldita perra de Sofia. Tengo claro como es nuestra relación, lo se y estoy de acuerdo, Mike me gusta, me atrae, pero no de manera sentimental, ese lugar tan solo lo ocupa Will, pero e de admitir que me molesta y encabrona que me trate así por Sofia, siempre me ha tratado por encima de todas las novias que ha tenido, hasta hoy pensé que seguía siendo así, pero ahora me queda claro que las cosas han cambiado y que no es así. —Lo sé y despreocúpate, tengo claro como es la relación entre las dos, solo me ha tomado en sorpresa tu actitud de hoy, eso es todo, no tengas ideas equivocadas, no olvides que también estoy saliendo con alguien. —Digo, él rueda sus ojos. —¿Entonces cuál es la mierda? —Cuestiona tocándose el puente de su nariz. —Nos gusta follar, importa una mierda si hay alguien más, solo disfrutemos de nuestros cuerpos, sin que nadie tenga que enterarse, sin mezclar nuestras relaciones laborales y personales, ¿Bien? Asiento resignada y aún molesta, ¿Cómo puedo decirle qué me molesta la prioridad qué le está dando a Sofia, cuándo me acaba de decir que a ella le debe los privilegios? Nunca ha sido así, lo cual me tiene algo ansiosa y pensativa, ¿Se habrá enamorado? No, si lo hubiese hecho no estuviese buscándome, mis pensamientos se esfuman en cuanto vuelve a apoderarse de mis labios, a pesar de las sensaciones y de lo exquisito que se siente, me vuelvo a separar. —Si te molesta hacerlo en la cama, lo hacemos en el sofá y ya está. —Responde intentando volver a besarme, pero lo esquivo quitándome. —Estoy cansada, llévame a casa. —Le pido tomando mi bolso. Gruñe molesto, pero aún así procede a vestirse con ropa cómoda de algodón. Termina y bajamos las escaleras luego de que cierra todo, Mauro otro de sus amigos queda a cargo del Bar, nos retiramos y su jeep de último modelo nos recibe con una aroma deliciosa mezclada con el olor de su perfume. Se dedica a conducir asentándose en la carretera. —¿Entonces Will, eh? —Menciona sin quitar su vista de la autopista. —Sí, es un buen chico y me gusta. —Respondo observando mi móvil, donde encuentro un mensaje de él. Cariño disculpa, mi padre me llamó por que necesitaba comentarme algo, tenemos cosas que hablar, espero que no te molestes, te quiero. Sonrío como tonta, y le texteo un "Esta bien, yo también te quiero". Mike carraspea. —¿Ya te lo has follado? —Inquiere y ruedo los ojos, no es su problema. Es tu mejor amigo es obvio que quiere saber. Me recuerdo. —No, todavía llevamos poco de novios, quiero esperar a que tengamos por lo menos un mes. —Respondo guardando mi móvil en el bolso. —¿Un mes? —Repite con burla. —¿Desde cuándo eres una chica tan fácil? —Inquiere dándome una mirada efusiva. —¿En cuanto te follaste a Sofia, tu? —Cuestiono, pero solo se ríe y no responde. —Además ya viene siendo hora de que tenga a alguien más entre mis piernas. —Suelto causando que se remueva incómodo y sonrío posando mi vista en la ventana, ya estamos llegando. —Con Sofia follé a los 5 meses. —Responde al cabo de unos segundos, ignorando lo demás y provocando que suelte una carcajada. —No seas mentiroso ni siquiera tienen tres meses. —Escupo aún riendo. —¿Los cuentas? —Indaga deteniéndose frente a mi hogar para luego observar mi rostro. —No, pero bueno, es... Algo obvio ¿No? —Respondo con repentino nerviosismo. —No. —Responde él tirando de mi brazo, llevándome a sus piernas, la erección que se carga me estremece ya que la siento directamente contra mis bragas, lo cual él nota y sonríe. —Mañana iremos a una casa de playa, no tienes que trabajar. —Me informa recorriendo mis piernas con sus dedos. —¿Solo tú y yo? —Me apresuro a preguntar con una repentina y extraña emoción. Él se ríe. —No. —Arrastra su mano a mi interior y reparte suaves caricias sobre la tela. —Es el cumpleaños de León. —Menciona adentrando dos de sus dedos en mi intimidad, provocando que me arquee e gima sobre sus piernas. —¿Quiénes van? —Cuestiono moviendo mis caderas con morbo sobre sus dedos. Sonríe besando mis labios. —Los chicos. —Se limita a responder, dejándome con la misma duda en el aire. —Sofia también. —Agrega al ver mi confusión a la vez que adentra un tercer dedo en mi interior. Jadeo extasiada es un maldito profesional con los dedos, con la boca, con su m*****o, la saliva se me vuelve agua cuando besa mi cuello sin dejar de arremeter contra mi interior con sus dedos. —No voy a ir. —Murmuro con la voz ronca y sofocada. —Si vas a ir, por que quiero y deseo ver ese lindo trasero tuyo en bikini. —Susurra besándome detrás de la oreja, haciéndome estallar sobre sus dedos, los cuales saca, se lleva a la boca, y saborea sin dejar rastro alguno de mis fluidos. —Ya me has visto en ropa interior, no veo la diferencia. —Respondo rodando mis ojos y quitándome de sus piernas, toma mi mentón deteniendo mi intención, desliza su lengua por mi labio inferior haciendo que me cosquillee todo. —Vas a ir, por que te he dicho que vayas. —Aclara dejándome volver al asiento de copiloto y salgo tomando mis cosas e evitando responderle, no voy a ir, no voy a soportar los delirios de soy su dueña de Sofia y una jodida mierda lo que diga.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD