Capítulo 6||

2304 Words
June Becket En cuanto mi respiración se normaliza por completo me sumerjo bajo el agua, buceo, observo todo y disfruto de la tranquilidad que se respira en el ambiente, el agua se siente tan cálida y tibia contra mi piel que me relajo un cien por ciento, dejo mi mente completamente en blanco y me permito únicamente explorar y disfrutar de la profundidad del hermoso y pequeño rio, que ahora tengo solo para mi, remuevo todo pensamiento de culpa y enojo, en especial esos que llevan el nombre de Mike. El agua del punto final del rio es mucho más azulada en lo profundo del mar, me entretengo tanto con ello que termino quedándome sin respiración, emerjo con rapidez, respiro con lentitud, escurro el agua de mi cabello y, en cuanto volteo para marcharme veo a Jean apoyado contra la enorme roca donde hace minutos estaba, cruzado de brazos observándome. Me acerco con una media sonrisa, me había olvidado por completo de él. —Gracias por traerme a este lugar, es verdaderamente hermoso. —Digo en cuanto llego a él. —Pensé que estabas saliendo con Will. —Comenta con un aire relajado que me deja petrificada. —Si, estoy saliendo con el y pensé que no lo sabias. —Respondo recordando su actitud melosa de hace poco. Él termina riendo moviendo su cabeza en negación. —June, June, June... —Murmura con voz cantarina. —Cuando estas saliendo con una persona, no haces eso que estabas haciendo con Mike hace poco. —Suelta confirmándome lo obvio, nos vio, nos vio teniendo sexo a Mike y a mí y hasta hora me lo dice. Will y Jean no son cercanos, ni mucho menos amigos pero si se conocen bastante bien, suelen apostar y jugar billar juntos, y comprendo lo serio del asunto cuando una sonrisa macabra se abre paso en los labios del dulce y amable Jean. —Lo que viste hace poco no es tu asunto, al igual que mi relación con Will, me ahorro las explicaciones bobas contigo por que no te las debo y por que después de todo no las hay. —Expulso acomodando mi cabello y volteando para largarme. —¿Sabes que se lo voy a contar, no? —Escupe deteniendo mi andar. —Como compañero de juego que somos es lo que debo hacer. —No. —Espeto acribillándolo con mis ojos. —No es lo que debes de hacer, no te incumbe, no es tu relación. —Termino de decir y su sonrisa vuelve a ensancharse. —Ya lo se, pero de todas formas lo haré. —Menciona encogiéndose de hombros, provocando que vuelva mis manos puños. —Claro al menos que... —Murmura moviendo su mirada por mis pechos. —¿Al menos que, qué? —Inquiero arqueando mi ceja izquierda. —Tengas sexo conmigo. —Suelta y no puedo creer que estoy hablando con la misma persona de hace tan solo unos minutos atrás. —Vete al diablo, Jean. —Expulso cabreada, intento largarme nuevamente, pero este toma mi brazo antes. —Estoy hablando en serio June. Solo será una noche de sexo, no es algo que crea que se te haga difícil que digamos. —Murmura acercando su rostro con excesividad, intento alejarlo pero ejerce mucho más fuerza en mi brazo, tanta que un quejido involuntario sale de mis labios. —Iré a tu habitación en la madrugada, para cuando lo haga espero que hayas tomado ya una decisión. —Termina de decir, para luego presionar sus labios contra los míos, un beso forzoso que me asquea y provoca terribles ganas de vomitar, lo alejo con un empujón. —¡Eres un asqueroso, enfermo, anormal! —Le grito y se apresura a reír con descaro. —En la madrugada, June. —Repite para luego largarse. Salgo del agua y me quedo sentada sobre el montón de rocas que rodea el río. Los ojos se me llenan de lágrimas en cuestión de segundos y toda la relajación que sentí hace poco se me escapa, mientras que el estrés vuelve en potencias mayores. Jean no es un chico dulce y amable después de todo, entiendo que quiera decirle todo a Will, pero chantajearme de tal manera es caer bastante bajo de su parte. Por difícil de creer que suene, Mike ha sido, es el único chico con quien he estado íntimamente, y la próxima persona con quien esperaba estar era con Will, me gusta, lo quiero, y se que de entregarle mi cuerpo a el no me arrepentiría, pero el tener que hacerlo con Jean, con alguien que ni si quiera me atrae en contra de mi voluntad, solo para que mantenga su boca cerrada hace que el estomago se me revolotee de solo pensarlo. Termino derramando algunas lágrimas traicioneras, odio llorar, lo odio tanto después de que lo hice semanas tras semanas por la muerte de mis padres. No quiero terminar las cosas con Will, no quiero que se enteré, no quiero que eso pase, pero tampoco quiero acostarme con Jean. El nombre de Mike recorre mi cerebro, mi cabeza lo repite y aclama como único intermediario, debo decirle, es lo correcto por que nos involucra a los dos, pero estoy tan enojada, cabreada conmigo misma, con él, que la simple idea de hacerlo me parece absurdo, no creo tener oportunidad alguna ni siquiera de decirle, dejó claro que estaría todo el día con Sofia, y la muy maldita cada que me ve cerca, se pone a la defensiva y se le pega como sanguijuela. Remuevo las lágrimas de mi rostro y me pongo de pie unas dos horas después, ya tomé una decisión, por más que me resulte lastimoso, por más que me provoque desagrado, odio a mi misma y tristeza, debo hacerlo. Yo misma me metí en este embrollo al no tener suficiente determinación en alejar a Mike de mi vida, yo misma debo salir de esto. La fiesta en la playa continúa, la oscuridad que se asoma vuelve todo mucho más loco, ninguno trae bañador ya, y me siento estúpida cuando todos voltean a verme por continuar así. Jean esta sentado en una de las mesas con un vaso de licor en manos, junto a León y su novia, Camila está bailando con Eduard en medio de las pocas personas que lo hacen, no veo a Mike por ningún lado, tampoco me molesto en buscarlo. Jean me determina, levanta su licor en mi dirección para luego tomarlo todo de golpe, apresuro el paso, esquivo todas las personas de en medio de la arena y me adentro a la enorme casa una vez que estoy frente a esta. La imagen de Sofia sobre la repisa con Mike entre las piernas comiéndole la boca, es lo que me recibe. Todo me sube y baja de golpe, estoy acostumbrada a verlo así, pero siento que con ella está vez las cosas son diferentes, y ¡Al diablo, si mi relación con Will se acaba, la de él también! —Mike. —Lo llamo deteniendo su besuqueo. Él se aleja para observarme con una de sus cejas inclinadas, mientras que Sofia rueda sus ojos viéndome con desagrado. —¿Podemos hablar un momento? —Inquiero de inmediato. —Luego, estoy ocupado ahora. —Responde volviendo a los labios de Sofia, sin esperar una respuesta de mis labios, sin esperar que me largue. Sofia baja los besos por su cuello, y levanta su mirada a mis ojos, dedicándome una sonrisa de autosuficiencia y superioridad para luego seguir con lo suyo, me alejo, subo las escaleras sin decir más. Entro a la habitación, la cierro y me vuelvo un ovillo a penas lo hago, le gusta, no... la quiere, le interesa más de lo que le intereso yo. Asimilo todo de golpe y las lágrimas no tardan en bajar a chorros por mi rostro. Debo hacerlo, tengo que hacerlo, no puedo permitir que el corazón de Will se vuelva trizas por mi culpa, es un buen chico, no lo merezco, lo sé, pero no puedo permitir que las cosas terminen de tal manera. Me mentalizo, y me lo repito una y otra vez con determinación, voy hacerlo, lo haré, tendré sexo con él. Me tomo una ducha rápida, me coloco un vestido sencillo azul marino, y en cuanto veo mi reflejo frente al espejo mi animo vuelve a decaer, los ojos rojos y hinchados son bastante notorios a cualquier distancia que me observen, intento cubrirlo lo más que puedo con maquillaje, queda mucho mejor, pero aún es levemente notorio, me alejo del espejo, bajo las escaleras y voy directo a la cocina por algo de comer, por suerte Mike y Sofia ya no están allí. Busco algo de comer y un atisbo de sonrisa que no llega a mis ojos aparece en cuanto encuentro una lasaña en el horno, mi favorita. La caliento por cinco minutos, me sirvo, termino y sin esperar más voy directo a la fiesta, si voy a acostarme con alguien que no me apetece prefiero no estar consciente cuando pase. Me sirvo licor de una de las mesas y me centro en ello hasta que empiezo a sentirme algo mareada y me lo repito mientras me acerco a él, solo es un acoston y ya, no es como si fuera mi primera vez. Jean está en la misma mesa en que lo dejé, a diferencia de que ahora se han unido Camila, Eduard, Sofia y el idiota de Mike, quien ni si quiera me repara cuando me acerco. Toco el hombro de Jean y sus ojos castaños van directo a mi rostro de inmediato. —Vamos a la habitación, acabemos con esto de una vez. —Susurro solo para él inclinándome. Él lleva su mano a mi cuello y termina de inclinarme del todo. —¿Tan rápido te decidiste, gatita? —Inquiere bajo cerca de mi oreja, con burla. —June, toma asiento y únetenos. —Me dice Camila con una sonrisa pintada de hipocresía. Mike levanta su rostro en cuanto la escucha y sus ojos azulados con tono grisáceo dan con los negros míos de inmediato. Jean deja un beso en mi cuello el cual él depara con una de sus cejas inclinada y me alejo de inmediato con molestia, sabe que estoy saliendo con Will, todos lo saben, estoy en esta situación por ello y se le ocurre hacer tal estupidez. —No gracias, tengo cosas que hacer. —Le respondo a Camila, quien ha sido la única que ha visto aquel beso, ella y Mike, pero que lo vea él no tiene importancia, así como no tiene importancia que lo vea León o Eduard, ya saben que soy infiel y me da igual lo que crean. —Jean, ¿me acompañas o no? —Vuelvo a preguntarle y él se pone de pie con una sonrisa. —Claro, va... —Sus palabras son cortadas por Mike antes. —June, ¿Podemos hablar ahora? —Inquiere y la mirada de Sofia se endurece tan pronto suelta aquello. —No, luego. —Respondo reparando su gesto. — Voy a estar ocupada ahora. —Digo y se pone de pie con su trago en mano. —No estoy para berrinches, vamos. —Dice tomando mi muñeca, Sofia también se pone de pie mirándome con dagas en sus ojos. —Mike, vamos a bailar, déjala estar, dijo que va a estar ocupada. —Escupe ella tomando su hombro, mientras le da una mirada de pies a cabeza a Jean. —Al parecer con Jean. —Vuelve a decir y Jean sonríe con descaro, esta ebrio, igual o peor que yo, sus ojos rojos lo dejan en evidencia. —Tú si que captas bien las cosas, Sofia. —Le dice y el agarre de Mike me maltrata la muñeca. —Siéntate y espera aquí, ya vengo. —Le dice a Sofia y está lo hace de mala gana. —Vamos. —Tira de mi muñeca, Jean me dedica una mirada fría de advertencia, y antes de que pueda negarme o decir algo más Mike empieza a caminar llevándome a rastras lejos del gentío. —¡Detente! —Grito pero no lo hace. —Mike estoy hablando en serio me estas lastimando. —Suelto con rabia y finalmente se detiene. —Te dije que la tiene pequeña, ¿Qué demonios es lo que pretendes? —Pregunta cabreado. —¡No me importa y es bastante obvio lo que pretendo así que no me preguntes estupideces! —Exclamo con rabia. Él fija los ojos en mi brazo izquierdo donde yace una marca rojiza que apenas se ve, pero su ceño fruncido me deja claro que la nota, toma mi mano en un movimiento rápido que no me da tiempo de alejarla, la lleva cerca de su rostro y la repara con lentitud, para luego llevar sus ojos a mi rostro, con un brillo cargado de furia destellando en ellos. —¿Qué te ocurrió en el brazo? —Inquiere pero las palabras no salen de mis labios. —June, ¿Qué diablos te ocurrió en el brazo? —Vuelve a preguntar tomando mi mentón, detallando mi rostro y... —¡Maldición, ¿Estabas llorando?! —Cuestiona levantando su tono tan excesivamente que termino dando un sobresalto. —Dime, ¿Qué sucedió? —Vuelve a inquirir tomando una respiración profunda y moderando su tono. —Jean...Jean nos vio teniendo sexo y... —Mi voz sale entrecortada. —Si no accedo a acostarme con él, le dirá todo a Will. —Termino de decir y los ojos de Mike toman un tono oscurecido. —¡Maldito bastardo! —Grita y se apresura a caminar de vuelta a la fiesta, con sus manos echas puños y no lo detengo, simplemente lo sigo como tal niña pequeña, removiendo mis lágrimas.
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