Capitulo 20||

2456 Words
June Becket Trevor se estaciona en cuestión de pocos minutos en el estacionamiento del hospital, tomamos nuestras cosas, y nos apresuramos a tomar el ascensor de la entrada que nos deja en el pasillo donde está ubicada la habitación que se encuentra León y los demás, pero al entrar no hay nada, no hay nadie, y me fijo en la hora, captando que nos tardamos más de veinte minutos, las lágrimas no tardan en llenar mis ojos, estará lejos, y yo no podré estar ahí para él, la cabeza me duele desde que me levante, y el dolor no hace más que aumentar con las lágrimas de desesperación que se escapan de mis ojos, Trevor se pasa la mano por su cabello igual de desesperado, y se acerca tratando de calmarme a la vez que saca su móvil del bolsillo, seleccionando un contacto, llevándoselo al oído, no consigue nada, y el que bufe frustrado me deja todo claro. —¿Se han ido ? —Murmuro con el pecho ardiéndome, y no me contesta, vuelve a intentar, y mi móvil vibra en mi bolsillo, lo saco con rapidez, y en cuanto veo el nombre de Holly en la pantalla, me apresuro a contestar. —Señora Holly se ha ido... —Lloriqueo, sintiéndome malditamente sola otra vez. —Él estará lejos, y no podré... —June, ¿Me escuchas ? La señal es muy mala aquí, estamos en el techo, están a punto de partir, por favor apresúrense. —Dice, y ni siquiera le contesto, cuelgo la llamada agitada, tomando mis cosas. —Están en el techo, Trevor, vamos. —Le aviso, y toma sus cosas de inmediato, corremos al ascensor, con las miradas de las pocas personas en el pasillo sobre nosotros, hasta entrar en este, y tocar el último número, que da al techo. En cuanto el ascensor abre, salimos agitados, mi respiración vuelve a regularse en cuanto los veo, subiendo lo necesario para partir en una avioneta, el padre de León, nos hace seña para que nos apresuremos, y Holly, Hillary, y Vallery permanecen a un lado, las dos ultimas endurecen sus miradas en cuanto me ven, y Hillary no tarda en despotricar tan pronto me acerco, Vallery solloza sin decir una palabra, y las ignoro a ambas, queriendo subir rápido. —También queremos ir. —Insiste Hillary, y su madre niega. —Solo pueden ir si la madre de León lo autoriza, y sabes que no lo hará, así que por favor, ya cálmense, nos mantendrán informadas. —La señora Holly trata de tranquilizarlas, pero no sirve de nada, ya que su hija continúa gritando, y Trevor coloca su brazo sobre mis hombros para que continúe, y así lo hago, luego de murmurar un gracias a la señora Holly. Subimos, y dejo mis cosas a un lado, queriendo ir con Leon, pero la mano de su padre me detiene. —Vamos a partir, Leon esta bajo revisión, no puedes pasar ahora, June. —Me dice en tono suave y asiento, sentándome junto a la ventana, Trevor se sienta junto a mí, y me coloca el cinturón, al ver que la distracción no me deja, pronto las puertas se cierran, y la avioneta no tarda en partir. Pasan las horas y la desesperación no hace más que abarcarme y aumentar, necesito verlo, nos traen algo de comer, pero ni siquiera puedo mirarlo sin asquearme, siento que la cabeza me va a estallar. —¿Estás bien ? —Me pregunta Trevor, tocando mi frente. —Estás sudando, y esta helado aquí. Ven, te llevare a descansar, debe de haber una habitación disponible. —Me dice, y me coloco de pie, con la poca fuerza que mantiene mi cuerpo. —La primera habitación a la derecha esta vacía. —Nos dice el padre de Leon, y Trevor asiente, ayudándome con mis cosas. Abre la puerta y me deja sobre la cama mediana, con suavidad, deja mis cosas sobre el pequeño sofá, y se va, regresando quince minutos después con una pastilla y lo que parece ser una sopa. —Vamos, siéntate, debes comer todo y beberte esto. —Me dice, mostrándome la pastilla. —Si sigues así no vas a tener nada de fuerza para cuidar de Leon como sé que quieres. —Vuelve a decir, y asiento respirando hondo, recargándome contra el espaldar, tiene razón, hago lo que me dice, y en cuanto termino con la sopa, me tomo la pastilla, y Trevor se marcha, dejando que vuelva a acostarme. . No se en que momento me quedo dormida, ni por cuanto tiempo, agradezco el que Trevor haya insistido, me siento mejor, descansada, y con algo de energia, me levanto de la cama inquieta, esperando esta vez si poder verlo, lavo mi rostro, y salgo luego de colocarme las sandalias, el que la avioneta este detenida, y no escuchar ruido alguno de los aparatos que provenian de la habitacion donde se mantenía Leon, me pone alerta, y hace correr a la habitacion, donde no encuentro nada, donde ya no hay nadie... —Recién acabamos de aterrizar, tranquila lo están ingresando. —La voz de Trevor me hace voltear. Lleva sus cosas al hombro y mis cosas en su mano derecha. —¿Ha reaccionado? ¿Ha despertado? —Pregunto en un susurro, con la esperanza de escuchar un si, o algo positivo de sus labios, pero el cambio de su semblante me devuelve los ánimos al suelo. —Aún no, pero lo hará, es Leon después de todo, tranquila. —Me dice con una sonrisa, dándome una palmada en el hombro, se que su sonrisa es un intento de tratar de animarme, pero en el fondo se que está igual o peor de destrozado que yo. —Vamos, te mostraré dónde dormirás. —Vuelve a decir ante mi silencio, y asiento, siguiéndolo, sin decir una palabra más. Bajamos de la avioneta, le insisto a Trevor para que me entregue mis cosas, pero se niega, y no lo suelta, frente a nosotros hay un enorme edificio de cristal de unos diez pisos, y el que el ares está inhabitada, me parece extraño, pero es algo a lo cual no le tomo la más mínima importancia. El edificio está salvaguardado por dos seguridad de gran altura, los cuales nos dejan pasar una vez que reciben la autorización, nos adentramos, y todo dentro del lugar es sumamente moderno y tecnológico, Trevor me deja sobre el sofá de recepción y se acerca por información. La preocupación y los nervios no dejan de azotarme, quiero verlo y ver que sigue respirando, quiero que despierte y esté bien, que toda esa mierda de qué va a morir sea una maldita pesadilla. Las lágrimas se escapan de mis ojos sin poder evitarlo, y el que Trevor se acerque con una sonrisa forzada, me obliga a retenerlas y a limpiar mi rostro, no quiero sumarle mas peso a su dolor. Debo calmarme todo va a salir bien, si madre es muy buena en lo que hace, no lo dejará morir, me convenzo tratando de recargar energía para mantenerme fuerte para él. –Nos vamos alojar en el tercer piso, Leo está siendo ingresado en el noveno nivel, no podemos subir al menos que su madre lo autorice, debes ser paciente y fuerte, June. –Me dice Trevor en un tono suave, una vez que se posa frente a mí, tratando de que la situación no me haga sentir peor, pero lo que dice me hace sentir una estocada en mi corazón, me duele el no poder verlo y el no poder saber cómo va su recuperación, pero debo tranquilizarme, confiar y esperar que todo vaya a salir bien. –Entiendo. –Asiento con un sollozo, y Trevor coloca su mano en mi hombro. –Te voy a mantener al tanto de cualquier información, te lo prometo. –Vuelvo asentir sin decir nada, limpiando mis ojos que amenazan con volver a dejar escapar las lágrimas. –Vamos a la habitación. –Vuelve a decir, y me coloco de pie, para ir junto a él, al ascensor que queda a pocos pasos. Una vez que salimos, recorremos los pasillos cargado de silencio, Trevor me entrega mis pertenencias una vez que entramos a la habitación de tamaño mediano, hay una cama, un armario dos mesas de noche, y una puerta que parece dar con el baño. –Voy a tomar una ducha y luego voy a pasar por ti, para comer algo, ¿esta bien? –Pregunta. –Gracias Trevor, pero no deseo comer nada por ahora, solo mantenme al tanto, ¿si ? –Le digo y asiente resignado. –Estoy a tres habitaciones, cualquier cosa que necesites, solo llámame. –Es lo último que dice, agradezco y dejo que vaya a descansar, no lo quiero mantener cargado y mas preocupado con mis estados, él también necesita descansar. Saco algo de ropa, y me tomo una ducha, en la cual permanezco por horas debajo del agua, con las lágrimas derramándose de mis ojos, el recuerdo de la pérdida de mis padres viene a mi cabeza y sollozo con el pecho doliéndome tanto. –No quiero que me dejes sola, Leon, por favor, vuelve, no me importa que me ignores o trates mal, solo quiero que vuelvas a estar bien. –Los susurros salen de mi boca en medio de los sollozos, y siento que tanto sufrimiento va a partir mi pecho. Mi teléfono vibra, y limpio mi rostro, controlando los sollozos que me avasallan, en cuanto leo el nombre de mi abuela en la pantalla. –Hola amor. –Su voz suave, hace sentir algo de cálido mi corazón. –Abuela, ¿cómo estás ? –Contesto, tratando de que la voz no me tiemble en el proceso. –Estoy bien princesa, ¿cómo estás tú? –Pregunta emocionada. –Me hace feliz saber que estas bien, igual lo estoy. –Respondo en apenas un susurro, y temo porque se de cuenta que miento, no quiero preocuparla, sufrió mucho con la muerte de mis padres, y ya a su edad no merece más sufrimiento. –Igual me hace feliz cariño. Se acercan las fiestas navideñas y no me has dicho nada sobre venir, no quiero que pases estos días tan especiales sola amor, debemos pasarlo en familia. –Me recuerda. Todavía falta un mes para diciembre, pero para ella significan días, es muy fiel creyente, por lo cual estas fechas son tan especiales para ella. –Lo sé, lo tengo pendiente. –Me limito a decirle, no quiero preocuparle con el hecho de que no voy a poder ir ahora, aunque me duela el no poder verla este año. –Bien, solo quería escuchar tu voz, debo preparar los medicamentos de tu abuelo, descansa cariño. –Se despide y... –Abuela... –La detengo, sintiendo el dolor pulsando en mi pecho. –¿Podrías orar por un amigo ? –Susurro evitando el sollozo que invade mi garganta. No soy fiel creyente como ella, pero mi corazón quiere que lo haga. –¿Un amigo ? ¿Algo le pasó a tu amigo ? –Pregunta alarmada, y es lo que estaba evitando. –Tuvo un accidente, pero va a estar bien, solo quiero que ores por el ¿si? –No responde, y estoy segura que ha de estar asintiendo. –Su nombre es León. –Está bien amor, lo haré, no te preocupes tanto, Dios va a cuidar de él. –Gracias abuela, descansa. –Tú igual, cariño. –Contesta y dejo caer la llamada. Tengo varias llamadas perdidas de Will, Mike también estuvo llamándome y me dejó varios mensajes preguntando por mi estado, y diciéndome que los cachorrillos estarán bien cuidados, me limito a contestarle un gracias, y a Will le dejo saber que estoy bien, este último intenta llamarme en cuanto recibe mi mensaje y la tumbo la llamada, dejándole saber que no quiero hablar ahora. Le envío un texto al director de mi trabajo explicándole la situación y que estaré ausente por los próximos días, recibe el mensaje, y me contesta a los pocos minutos, que no me preocupe, que entiende, lo cual agradezco. El frío empieza a calar mis huesos, llevo mucho tiempo dentro del agua, mi piel luce pálida, seco mi cuerpo y me coloco algo de ropa, quiero salir de la habitación y recorrer el lugar para mantener las lágrimas y mis pensamientos lejos. Recorro los pasillos, confirmando una vez más que todo el edificio es muy tecnológico y avanzado, el nombre de la madre de León está estampado en un metal dorado enorme, rodeado de pantallas gigantes con anuncios de robots tecnológicos de medicina, me distraigo viendo lo qué pasa en la pantalla y su figura aparece en uno de los anuncios. "La inteligencia artificial en la robótica médica revoluciona la atención sanitaria al mejorar la precisión diagnóstica, optimizar tratamientos y permitir cirugías más seguras y eficientes. Al integrar tecnologías avanzadas, estamos potenciando la capacidad de los profesionales de la salud para salvar vidas y mejorar la calidad de la atención médica." Dice y me acerco queriendo detallar más el lugar. –¿June, cierto ? –Dicen a mi espalda y me sobresalto, volteo y la madre de León me observa con sus cejas levemente arqueadas. Asiento y continúa antes de que pueda decir una palabra. –Trevor me estuvo contando de tu cercanía con Leo, sin embargo no eres su pareja como pensé. –Comenta, y el tono serio encoge mi corazón, no quiero que me aleje de él. –Sin embargo Leo siente cosas por ti, ¿no es así ? –Pregunta y no soy capaz de contestarle. –Ahora bien, ¿que sientes tu por mi hijo ? –Pregunta, observando mis gestos, y otra vez me siento como una estupida sin saber que contestar. –¿Con qué no lo tienes claro ?... –Vuelve a indagar arqueando una de sus cejas. –Lo quiero... –Respondo deteniendo sus palabras y observa mi rostro, deteniéndose en mis ojos. –Estoy tratando de que su celebro vuelva a funcionar, June, pero voy a necesitar de alguien cercano, por quien sienta afecto Leo, y ese alguien no es Trevor ni mucho menos yo. –Espeta con seriedad. –Necesito saber si puedo contar contigo, ¿Si o no ? –Vuelve a preguntar, y no logro seguir lo que me dice, pero lo que sea que tenga que hacer para ayudar a Leon, lo haré. –No sé si sea la persona adecuada para ello. –Contesto fijando mi mirada en sus ojos. —Pero de algo puede estar segura, estoy dispuesta a hacer lo que sea para salvar a Leon.

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