Imaginé cada una de las respuestas que daría en mi cabeza, creyendo que si decía todo ahora, quizá mi familia no se molestaría tanto, que Adrien se decepcionaría pero al final tomaría su anillo y se iría y Andrew me respaldaría. Pero cuando Eliana Hart cruzó por la puerta de cristal, todo se complicó mucho más, pues ya no era solo yo explicándole al mundo que amaba a mi jefe, que me había enamorado, que me había casado y que me había entregado a él… Éramos los dos atrapados en una telaraña de incertidumbre y decepción, y ellos, eran las arañas dispuestos a atacar. Estaba en duda, no sabía cómo reaccionar y al mirar a Andrew noté la seguridad en sus bellos ojos. Algo que yo no compartía del todo. — Yo… — abrí la boca y casi me ahogo al respirar el aire tan tenso en ese lugar. Miré a mis

