Volver al ajetreo de vivir de un lado a otro, de la editorial al banco y del banco a la editorial, fingiendo que nunca había pasado nada entre nosotros, no era lo más cómodo, pero era lo más razonable.
Yo había perdido mi empleo en la hamburguesería, había regresado con Adrien y estaba ahorrando para crear mi propia empresa de diseño de ropa, pero para eso, había tenido que volver a ogrolandia.
Evité recordar, evité sentir y seguí al igual que él, fingiendo que nada había pasado.
Él ya no intentaba nada y yo estaba más que feliz de que así fuera…
— mentirosa
— ¡Cállate conciencia!
Seeee, todo era una paz total entre nosotros, el empleo, nuestras vidas...hasta que recordé…
¡El viaje!
Salí corriendo de la cafetería a la oficina, tomé el teléfono y llamé a la aerolínea.
Debía compra
