Vanko llega bastante pasado de copas a la madrugada a su casa, habían estado prácticamente toda la tarde, noche y madrugada en aquel antro charlando, debiendo y disfrutando de las mujeres, en particular Vanko.
Pero la culpa se hace presente en su cuerpo, cuándo ve a la rubia dormida sobre el escritorio en el cuál estaba trabajando.
Cómo no había llegado a cenar y comenzó a preocuparse por él había decidido ponerse adelantar un poco de trabajo para las siguientes clases y poder así distraerse, no era para nada una loba celosa, y menos que menos, era una persona que lo iba a andar persiguiendo, sin embargo, en varias oportunidades estuvo a punto de tomar su celular para enviarle un mensaje a su hermano y saber si sabía algo del paradero de sú mate.
Se contuvo lo suficiente cómo para no te
