Reagan siente un peso sobre su pecho al despertar. Parpadea lentamente encontrándose con mechones pelirrojos. Se da cuenta entonces que Julia le tiene abrazada de brazos y piernas. Tiene que parpadear una vez más para orientarse e identificar en que habitación están. Es la habitación de la pelirroja, puede ver las botellas vacías y los empaques de los snacks en el piso. El brazo de Julia cruza el abdomen de Reagan, y su cabeza, con sus mechones rojizos, descansan sobre su pecho. Reagan aspira el dulce aroma de la pelirroja, embriagándose de su delicioso olor a canela. Una sonrisa tonta se abre paso sin permiso por su rostro, aunque no tarda en desaparecer al notar lo cerca que está una de las manos de Julia de su entrepierna. Se desliza fuera de la cama, con cuidado, colocando las almo

