Se encuentran con Izan en la entrada de un concurrido club en el centro de Mallorca y él entrega las identificaciones a cada uno. Hay mucha gente entrando y saliendo de los diferentes bares y discotecas, la música resuena por toda la calle mezclándose los diferentes géneros. En una esquina ven a un pequeño grupo improvisando y rodeados de jóvenes gritando animadamente. Julia se abraza y regresa la mirada a la entrada del club donde ve a los guardias. Se pone nerviosa al ver a los gorilas que están custodiando la entrada. Son enormes y sus caras, todas serias, provocan escalofríos en todo su cuerpo. -No va a funcionar -murmura solo para que Reagan escuche. -Claro que sí -rebate y le da un apretón a su mano. Caminan detrás de Izan, que ni siquiera hace amago de dirigirse a la enorme fila

