Capítulo 2 El descubrimiento

1540 Words
Me quedé sorprendida al ver un jardín, se supone que ya no existía y lo más impresionante es que había muchas estrellas llameantes, solo había visto ese tipo de flor en fotos porque en este lado del país no hay, son prácticamente inexistentes, nadie las sembraría en medio de la ciudad porque es imposible que sobrevivan por su cuenta. Quedé fascinada así que decidí echar un vistazo, qué tan malo podía ser recorren un hermoso jardín. El hermoso tono morado de las flores se veía precioso, su delgado tallo verde opacado por la gran cantidad de pequeñas flores distribuidas a ambos lados del tallo. Era algo hipnótico como el color morado se veía tan intenso, contrastando con los colores sutiles del cielo. Mientras me acercaba noté que había una gran variedad de flores y todo era bastante normal hasta que me pareció ver las flores tenían un fondo distinto, en la parte de adelante las flores que había se veían opacas, como un tono de morado oscuro y hacia atrás en las otras filas era un morado intenso como si estuviera encendido un reflector apuntándolas, como si la parte de adelante perteneciera a una foto sin editar y la parte de atrás una foto editada como mejor calidad de color , algo imposible, me frote los ojos a ver si me fallaba la vista, pero no, ahí seguía así que decidí acercarme a tocar las flores y un escalofrío recorrió mi cuerpo y luego nada. Me cegó la intensidad de la claridad, como si de un segundo a otro el sol intenso del medio día había aparecido y ya no podía ver la ciudad, no estaba a la altura de un décimo piso. Estaba en un lugar más soleado, el aire se sentía diferente y todo olía distinto, pero eso era imposible, ¿no? Cómo iba a cambiar de sitio si apenas di unos pasos, estoy alucinando, el golpe que me di tuvo que tener efecto retardado, subir tantas escaleras me hizo alucinar o quizás me desmaye y estoy soñando. En medio de mi confusión comencé a escuchar voces y me sobresalte, pero ahí mismo me invadió la curiosidad así que decidí adentrarme en el lugar. Avance entre las flores hasta llegar a unos arbustos y me asome con cautela, ya podía escuchar las voces y entender de que hablaban, aunque estaban lejos para definirlos a la perfección, detrás de ellos noté la pared de un edificio. A lo lejos vi a 3 personas, dos hombres y una chica. Uno de los hombres se veía mayor por su espalda un poco jorobada y su cabello canoso, el otro que yo, asumía era hombre por su espalda ancha y cabello corto, y una mujer que se veía bastante joven, 20 o tal vez 18 años, con el cabello oscuro que le llegaba hasta los hombros. Todos vestidos muy raros, los hombres tenían túnicas, una mezcla entre las batas de los sacerdotes de las iglesias y las togas de los hombres en las películas antiguas de Grecia. La chica tenía un vestido de color claro con un estilo similar a las ropas de los hombres, la diferencia era que la de ella era más corta. ¿Será una fiesta de disfraces?, ¿el rodaje de una película? Escuchaba una voz masculina del señor canoso, claramente estaba enojado por su tono de voz. —El mantenimiento del jardín es una parte muy importante de tus labores diarias, sabes que se debe hacer todos los días no 3 veces a la semana, creí que había sido claro con mis instrucciones, pero has fallado y te mereces un castigo. En ese instante la chica que estaba arrodilla asintió con la cabeza. El hombre enojado dijo —Darien será quien cumpla tu castigo— el chico de cabello oscuro asintió y se levantó su túnica, bajo su ropa interior y sacó su m*****o y se lo acerco a la boca de la mujer que estaban regañando. Ella no se inmutó, simplemente abrió la boca y dejó que el continuara hacia ella. Mis ojos estaban grandes como platos por la sorpresa, estaba impactada, no podía creer lo que estaba viendo. Parecía que eso era algo tan normal, como si se tratara de regar las plantas, como si el sexo oral fuera cualquier cosa. El tal Darien agarraba con una mano la cabeza de la mujer y con la otra sostenía su túnica, movía su cuerpo de adelante hacia atrás mientras ella mantenía su postura de rodillas y la boca bien abierta, sin moverse ni quejarse. No podía dejar de mirarlos, era algo tan extraño, esa mujer parecía las muñecas sexuales que venden en las tiendas eróticas, pero en vivo y directo. En eso el hombre enojado dijo —cuando termine el castigo te encargas de cumplir con el jardín como se debe— y se dio media vuelta y siguió caminando como si nada pasara. Yo lo vi marcharse y volví a mirar como el hombre seguía haciéndoselo, era hipnotizante verlo, porque no parecía normal. Él no parecía disfrutarlo, pero tampoco parecía que le desagradara, su cara estaba normal, como si estuviera leyendo una historia. Ella se veía igual que él, no se veía disgustada, incómoda o asqueada, nada, estaba tranquila, inmutable. En ese momento escuché —no ha terminado el castigo, date la vuelta— así que me moví del arbusto en el que estaba escondida para ver quien hablaba. Al otro lado estaba otro hombre vestido igual que el hombre canoso y tenía a una chica arrodillada frente a él y tenía su m*****o cerca de la cara de una pelirroja. Ella solo se alejó y se afinco en una banca, luego levanto su vestido dejando su parte de atrás expuesta porque no tenía ropa interior. En eso él se guarda su m*****o y dice —el superior Aquilies continuará tu castigo, yo debo resolver unos asuntes antes de ir a la reunión del consejo—. En eso aparece en mi campo de visión un hombre un poco entrado en edad, quizás unos 50 años y se levanta su traje para sacar su m*****o y comenzar a follar a la pelirroja. No podía creer lo que veía, me sentía sorprendida y asqueada de ver que de la nada usaban sexo como un método de castigo, eso no tenía nada de sentido. Era absurdo, esto parece una mala película porno. Tengo que estar loca por la falta de acción que ha tenido mi cuerpo, pero que pasaría si esto es real. ¿Qué pasa si alguien me ve? ¿Me dejarían ir o me tomarían como a las otras chicas? Se me erizo la piel de todo el cuerpo, me aterró pensar en una respuesta y decidí huir, cuando corría entre los arbustos tratando de no ser vista y encontrar la salida choqué contra alguien y caí al piso. Un buen golpe en mi brazo que evitó mi cara chocara contra el suelo, otro golpe más para el record de hoy. Me descubrieron. Presa del pánico, me quede en el suelo sin moverme cuando escuche una voz masculina —¿Quién eres y qué clase de ropa es esa? —. Lentamente me acomode en el suelo y mire hacia arriba, mientras mi corazón se aceleraba amenazando con salirse de mi pecho. ¡Alabados sean todos los dioses de la perfección! ¿Quién es esta majestuosa escultura? Lo primero que noté es que era un hombre alto y bien definido, sus brazos estaban cruzados en su pecho haciendo que sus brazos se vieran musculosos. Su cabello se veía dorado, tan hermoso que parecía el halo de un ángel, el resto de su cara no podía verla con claridad por el resplandor del sol. Eso se sintió como un déjà vu, no poder ver el rostro de alguien parecía mi pesadilla, pero no era de noche y no hacía frío, aquí hacía mucho calor. —¡Levántate! — Me gritó, mientras se movía para tapar el resplandor del sol. Me pellizqué el brazo para verificar que estaba despierta, me dolió y recordé que estoy en medio de un montón de locos que solo tienen sexo. Volví a mirarlo y pude ver mejor su rostro, tenía unos rasgos perfilados y unos ojos azules intensos como el mar y me miraba con una frialdad que me dio escalofríos. Sí sus ojos eran azules como un mar helado en el ártico. ¿Qué hago? ¿Cómo escapo de él? Por suerte los dioses de la buena fortuna están de mi lado y ese instante se escucharon más voces. —¿Qué sucede, necesitas ayuda? — Dice una voz mientras se escuchan pasos acercándose. Eso hizo que el guapo e intimidante rubio dejara de mirarme y se moviera para hacer señas a la persona que le habló. Es mi momento de huir Con una agilidad que saque de no sé dónde me levanto y corro lo más rápido que puedo hacia las estrellas llameantes que vi en la entrada. Corro tan rápido que siento que moriré de un infarto y de un instante a otro como el flash de una foto la intensidad del sol se apaga y estoy de regreso en la entrada de terraza del edificio Boston. ☾
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD