Blaidd ya no estaba interesado en todos los alborotos que hubiera podido causar Halem, al parecer el cachorro en verdad estaba encantado con ser el hijo de Qumard y aquel lycan era bastante impredecible, era mejor dejarlos jugar, después de todo Halem no corría peligro. — Solo no abuses de tu suerte, Halem... dijo Blaidd y Halem se paró frente a él e hizo una señal de los cazadores. — ... mañana me llevaré a Shania con la manada Kutya para terminar la conexión, tú puedes quedarte a seguir jugando, la tía Hilma va a venir... — ¿Cuándo viene? ¿Mi papá o el abuelo también vienen? — Solo la tía Hilma, debe revisar la magia de los lobos fantasma y no creo que traiga a nadie más, los demás son mestizos, sería peligroso. — Bien... Halem sonrió con picardía y se inclinó junto a Blaidd p

