Azalan entonces recordó que sí tenía una pregunta que hacer a su pequeña hada y tomó aire, Cleome lo miró con seriedad pues la actitud de su lobo cambio por completo. Azalan respiró un par de veces, no era una respuesta realmente importante, no era que su relación y el amor que le tenía fuera a cambiar, pero sentía que era incluso más difícil preguntar eso que el haberle declarado su amor. — En realidad sí tengo una pregunta para ti... dijo y su voz tuvo un ligero tinte de nerviosismo. Cleome se acomodó para escuchar su pregunta, ella también se puso nerviosa. — ¿Qué opinas de mi lobo? Azalan desvió la mirada, no quería leer a su bruja, quería escuchar lo que ella quería decirle, incluso si era una mentira no quería saberlo solo escucharla. Cleome logró reprimir su risa, al pa

