Siyah se detuvo junto a su hermano y regresó a su forma humana, los ojos de los gemelos brillaban con fuerza y sus auras eran tan densas que eran casi visibles, a pocos metros frente a ellos una silueta se dibujó. La voz de Siyah salió como un susurro: — ¿Zaaren? ..... Valle del Tamarindo. El lobo de viento se marchó dejando a los cachorros dormidos mirándose sin saber hacia dónde ir. Unas horas después tres lobos gigantes se marchaban del valle, no podían seguir allí esperando por noticias, no cuando su descendencia estaba en peligro. En ese momento los lobos que habían viajado por varios días se detuvieron cerca de un pueblo humano, el lobo de Haytham había reconocido el olor del cachorro. Gardeq tomó su forma humana y dijo: — Parece que Bailu está en aquel pueblo. Hayt

