Hilma frunció la boca en el puchero más grande que había hecho en su vida, y empezó a quejarse diciendo que los lobos son unos descarados, desconsiderados, que se aprovechan de su única tía, que es su culpa por no haberlos criado con un palo, cinco minutos después Hilma se detuvo. La risa de Qyrens fue estridente y todos lo vieron como si se hubiera vuelto loco, Lambert a su lado intentaba no reírse, con las voz algo forzada explicó que Zaaren también solía quejarse de ellos así como lo había hecho la bruja. — Bien... dijo Qyrens tomando aire. — ... reconozco que en verdad eres la tía de mi hija, ahora ¿Podemos volver a lo importante? Hilma agachó la cabeza y se mesó el cabello, le encantaba tener tantos sobrinos lycans y brujos, pero definitivamente los lobos de la familia la sa

