Khoeli caminaba al frente del grupo, ninguno de ellos estaba en su forma de lobo, era de día y sus lobos son demasiado grandes, llamarían mucho la atención y no pensaban viajar invisibles, era un gasto de energía inútil.
Ririka se alejaba sin perder de vista a los cachorros, Azalan había estado bastante extraño cuando regresó de la ronda, normalmente hablaba y hablaba y hablaba hasta que ella debía fingir dormir para que él también lo hiciera.
Pero esa noche regresó en silencio y se acostó, a ojos de Ririka algo estaba mal, Khoeli y Yarim no notaron nada extraño en su hermano cuando ella se los contó, pero decidieron tener un ojo en él por si acaso.
Los demás shtion también se alejaban y se reagrupaban constantemente, Azalan caminaba sin mucho entusiasmo al final del grupo, al parecer estaba bastante aburrido pues veía hacia la distancia como buscando algo.
......
Cleome se reía junto al río, Tarik había comenzado una pelea con un zorro y estaba perdiendo, el zorro corría con agilidad esquivandolo y trepando por él mientras el solo podía gruñir frustrado.
Había entrado al bosque muy esperanzado de encontrar un digno rival al cual mostrar su fuerza y el único rival que había encontrado era un zorro mañoso, estaba seguro que Cleome estaba detrás de todo ese asunto.
Cleome sin embargo mientras se reía de la torpeza del oso, planeaba como escaparse esa noche, quería ir a ver qué era lo que tanto la estaba llamando, debía estar cerca ya que su magia se lo decía, así que lo único que tenía que hacer era despistar a Tarik e ir a buscar lo que la llamaba.
Del otro lado del bosque los cazadores que se iban a encontrar con ellos empezaban su camino al punto de reunión, sus rostros estaban cubiertos por las máscaras de los cazadores.
Incluso con el despertar de los brujos Argbum los uniformes y armas de los cazadores seguían siendo los mismos, ellos se mantenían fieles al grimorio de la bruja y no pensaban cambiar.
La única cosa que habían aceptado era que la bruja Zahorg usará un hechizo de fortalecimiento en las cadenas de sus medallones, se escondían detrás de medallones con flores de coleus y medallones de silencio, pero las cadenas eran cadenas normales, hechas de hierro y muchas veces terminaban perdiendo algún medallón.
Con el hechizo de Hilma las cadenas de los medallones se reforzaron y dejaron de romperse, los artesanos suspiraron aliviados, la elaboración de un medallón del silencio es extremadamente laborioso y delicado, después de todo es una caja de música miniatura que reproduce la melodía del corazón de un murciélago, no es tan fácil de elaborar.
— ¿Creen que el hada y su oso ya están en el punto de reunión?
preguntó uno de los cazadores.
Cleome había tomado para sí el nombre de hada de los sueños como su forma de presentarse ante los sobrenaturales, su madre Burcka había intentado convencerla de no usar la palabra "hada", la bruja de los sueños sonaba mejor, pero Cleome estaba empeñada en ser un hada y no dio su brazo a torcer.
Rudbek e Hilma estaban seguros que decidió ser un hada tan solo para fastidiar a Burcka, cada vez que alguien llamaba hada a Cleome y Burcka alcanzaba a escucharlo ponía los ojos en blanco.
— Creo que mi madre se está vengando.
le había dicho Hilma a Burcka cuando ella le pidió ayuda para convencer a Cleome de que no se hiciera llamar hada.
— ¿De qué se va a vengar? además ella no es la mojigata cabeza dura de tu madre, es mi dulce y alegre hija.
se quejó Burcka aunque en el fondo, muy en el fondo estaba de acuerdo.
Burcka siempre disfrutó molestando a Kúrinna mientras estuvieron juntas y la bruja nunca fue muy buena para defenderse, ahora su hija la molestaba a ella y para su mala suerte no podía defenderse, al menos como ella hubiera querido, ya que aunque la magia de Kúrinna que estaba escondida en su interior se integró con Cleome cuando nació, ella no era Kúrinna.
....
En las afueras del bosque uno de los cazadores se rio al escuchar la pregunta de su compañero y dijo:
— Si la doncella de la bruja te escucha llamar hada a su hija de seguro te golpea.
— ¡pffftt! la doncella puede quejarse lo que quiera, la bruja quiere llamarse hada, hada será, además es muy bonita para no serlo.
En un árbol cercano Azalan estaba sentado sobre una rama alta escuchando la conversación de aquellos humanos tan peculiares.
Los trillizos sabían que su abuela había sido una cazalobos, nunca la conocieron ya que fue humana y murió antes de que ellos nacieran, entre los miembros del clan Hariva se hablaba a veces de los cazadores, humanos entrenados para matar sobrenaturales.
Si él hubiera crecido en alguna otra manada se hubiera reído con la idea de que un humano pudiera acabar con un lycan, pero su padre es el hijo de una cazadora y es un lycan cazalobos.
Azalan escuchó con curiosidad la conversación, era la primera vez que se encontraba con un grupo de cazadores y estaba muy curioso.
Empezó a reírse entre dientes al escuchar que una bruja se hacía llamar hada, las hadas son animales horribles y peligrosos, ¿Quién en su sano juicio quiere que le comparen con una criatura de esas?
Al escuchar que es bastante bonita puso los ojos en blanco, desde cuándo un hada real es bonita, una duda creció en su mente, era posible que la bruja de la que hablaban estuviera tan loca como su madre.
Su madre Zaaren estaba loca, una loca adorable y terriblemente alborotadora, pero loca al fin y al cabo, ella seguía asegurando no ser un lycan y su padre le seguía la corriente.
Si Azalan lo pensaba con cuidado toda su familia estaba loca, su tío segundo creía estar muerto y ser un fantasma, el tío de su madre estaba enamorado de una montaña y todos creían que su madre era la luna cosa que sacaba de quicio a Zaaren porque ella decía que claramente no estaba tan gorda.
Escuchó a lo lejos la señal del clan, al parecer habían encontrado un buen lugar para pasar la noche, recogió algunos melocotones más y bajó del árbol en dirección a su equipo, echó un último vistazo en dirección a los cazadores y sonrió con picardía, esa noche iría a ver cómo luce la tan nombrada hada.
.....
La noche descendió sobre el bosque de los mil susurros y el silencio que había reinado durante el día terminó, cientos de animalitos nocturnos despertaron y empezaron con sus tareas, el bosque se llenó de susurros producidos por los animalitos.
Dhara se estiró mientras saboreaba un melocotón de los que había traído Azalan, esa noche habían decidido pasarla en el bosque, era perfecto.
Cuando debían pasar la noche a la intemperie siempre usaban sus lobos, para mantener el calor y evitar prender algún fuego que delatara su ubicación, los shtion descansaban en el medio mientras los lobos habían un círculo.
Ellos eran cuatro lycans, solo tenía que actuar con habilidad y podría dormir pegadita a Azalan sin que nadie pudiera decir nada, en especial Ririka.
Khoeli y Yarim intercambiaron una mirada, Dhara de seguro intentaría dormir junto a su hermano menor, siempre era igual, las lobas intentaban dormir junto a Azalan en cada misión a la intemperie.
Ellos por supuesto colocaban a su hermano en el centro de los dos y Ririka cuando estaba con ellos descaradamente usaba al lobo de Azalan como almohada.
— Vi un grupo de humanos entrar al bosque...
dijo de pronto Azalan.
— ... iré a curiosear, no me esperen despiertos.
— Azalan, espera...
Khoeli frunció el ceño al ver a su hermano esfumarse ante la mirada de todos.
Yarim soltó un gruñido, el menor de los tres era un rebelde sin causa, nunca les hacía caso ni les obedecía, su padre les había dicho que era culpa de ellos que Azalan fuera así, pero definitivamente no lo creían.
Ellos estaban seguros que algún virus del tío Qumard se le pegó cuando era bebé y por eso era tan indomable.
Dhara preguntó un poco inquieta:
— No deberíamos buscarlo, dijo que eran humanos, pero...
Khoeli sacudió la cabeza y dijo:
— Si puedes encontrar el rastro de un fantasma puedes ir por él.
No, no podía, una vez que ellos se convertían en lobos fantasma era imposible saber en dónde estaban y mucho menos si estaban ocultos detrás de su medallón lunar.
Zaaren y Qamar habían dado a cada uno de los cachorros un medallón para que pudieran llenarlo con flores secas de coleus y ser invisibles, el medallón de Yarim tenía un grabado de luna creciente, el medallón de Khoeli tenía un grabado de media luna y el medallón de Azalan lucía una luna gibosa.
Azalan había abierto su medallón y se había vuelto invisible, al poco tiempo se alejaba hacia el río, vio a los cazadores ir en esa dirección, vería si podía ver a la bruja que decían que era bonita como un hada antes de marcharse del lugar.
Su lobo se sentía emocionado a medida que avanzaba, era como dirigirse hacia su destino, se rio internamente, el único destino que puede traer un hada es ser comido y el destino que puede traerte una bruja es terminar dentro de un frasco; decidió cambiar con su lobo, sus patas harían menos ruido en el bosque.