Viendo los restos de una casa devorada por las llamas completamente, August se aseguró junto a su equipo que el fuego estuviera completamente controlado y apagado antes de ordenar a sus hombres que guardaran todo el equipo. Y mientras August daba otra vuelta asegurándose de que ya todo estaba bien, otra patrulla se estacionó al lado del carro de bomberos y su hermano junto a su ayudante, Jeriah, se bajaron de esta. —¿Qué tenemos aquí? —preguntó Hayes una vez estuvo a su lado. —Se tendrá que investigar —respondió—. Afortunadamente la dueña no estaba en la casa en ese momento y nadie ha salido herido, fue uno de los vecinos quien dio la llamada avisando al departamento de bomberos. —¿Pudo haber dejado la cocina encendida? —preguntó Jeriah. —No hay olor a gas —respondió tomando una profu

