DAMIÁN Después de comer, dejo a la Srta. Molina en su casa, ya ha amanecido, la deje más tranquila, creo que con la plática y el desayuno, la he hecho olvidar por un momento el susto que pasó. Regreso a mi departamento y me encierro en mi taller, fui un idiota al haberme ido con Samatha, deje a la Srta. Molina sola y el imbécil de Javier aprovechó para tratar de sobrepasarse con ella, pero esto no se va a quedar así, aunque ella no quiere denunciarlo, yo no me quedare con los brazos cruzados. Miro mi teléfono, tengo varias llamadas perdidas y mensajes de Ivana y otras de Samatha, ninguna de las dos me importa, lo único que quiero es que la Srta. Molina acepte casarse conmigo, y para eso debo dejar de ser un mujeriego. Le he dado el día libre a la Srta. Molina, eso me sirve para planear

