Capitulo 6

4900 Words
Es hora del almuerzo, tío George acomodo todos mis horarios para quedar en todas la clases con Dan, si, tuve que hablarle de él y terminó diciéndome que seguro ese chico y yo terminaríamos juntos; tuve clase de álgebra, la verdad después de haber sufrido tanto en Newman con esa asignatura, aquí es otra historia, por primera vez le entendí al maestro y jamás imaginé que Dan fuera tan listo, ¡tiene uno de los promedios más altos!, estoy disfrutando estar aquí, excepto por que me siguen mirando como un bicho raro —Dan— —¿Sí? — —¿Las chicas aquí no saludan o algo así? — —Han de pensar que eres como las demás chicas ricas, tranquila, se les pasará, solo sé tú, por cierto, no sé si te interese, pero están formando el equipo de beisbol femenil, las listas están en el pasillo— —Gracias, créeme que lo haré, si algo me gusta es el beisbol— —Me gustaría verte jugar, ahora entiendo— —¿Que? — —Tienes un cuerpo espectacular, no me imaginaba que fueras deportista, por lo regular las chicas hacen dietas y esas cosas— —Yo no como para vivir, vivo para comer, las dietas y yo no nos llevaremos jamás— Dan suelta una sonora carcajada retorciéndose, me contagio con su escandalosa risotada y veo como un chico rubio de cabello algo descuidado, esbelto y desaliñado se aproxima a nuestra mesa —Dan, ¿nueva conquista? — pregunta el tipo, Dan frunce el ceño y se levanta de su asiento, se gira y me asombro al ver como lo toma fuertemente por la camisa —No vuelvas a preguntar idioteces, ella es mi mejor amiga y no permitiré que la ofendas— Suelta con ira soltándolo con un empujón, el chico se alisa la camisa y dice —¡Tranquilo viejo! solo pregunto por qué así me tienes impuesto, ¿vendrás a la práctica de hoy? recuerda que se aproxima el torneo— —No podré, sabes que es temporada de cocodrilos, no puedo dejar al viejo solo— responde un poco más tranquilo, el chico solo da una sonrisa torcida —Como quieras, a este paso quizás tengamos que buscar un nuevo delantero; nos vemos, adiós chica nueva— se da la media vuelta y se va por donde vino, noto como Dan suspira por el marcado movimiento de sus hombros, se gira en sus talones y me mira cauteloso —¿Quién es el idiota? — —Mark, es defensa en el equipo de soccer— —Tiene suerte de que no tuviera mi bate en la mano, sino le hubiera roto el culo— Una leve sonrisa aparece en su rostro, pero no lo veo convencido —Dan— —¿Sí? — —¿Estás bien? — Suelta una pesada respiración, mira a su alrededor y se levanta de nuevo, me toma del brazo y me obliga a levantarme —Necesitamos hablar en un lugar menos público— —No puedo volarme clases, papá tiene una habilidad extraordinaria de enterarse de lo que hago y no me irá nada bien— Con una mano acaricia mi mejilla —Jamás te metería en problemas, solo iremos a las canchas, aún quedan veinte minutos del almuerzo— Asiento y me encamino junto a él a las dichosas canchas, pero mientras cruzamos la cafetería, todas las chicas me miran y susurran, me hacen sentir algo incomoda y comienzo a sentir ese calor familiar en mis manos, respiro profundo, no puedo convertirme en la antorcha humana justo aquí, más de uno saldría huyendo y no quiero que Dan se aleje; cuando al fin salimos del lugar, me adelanto y me recargo en el muro cerrando los ojos y respirando —Amber ¿qué pasa? — —Emm, nada, solo se me fue el aire— respondo nerviosa abriendo mis ojos de golpe, Dan me mira no muy convencido —¿Sabes? puedes confiar en mí, así como yo lo hago contigo, sé que eres especial Amber, algo en mi me lo dice, tengo mente muy abierta y puedes contar conmigo— Sonrío, es un gran alivio tener a alguien así cerca —Hola Dany, tendré una fiesta el viernes en la noche— escucho una melosa voz, giro mi rostro a un lado y veo a una pelirroja teñida de exuberantes curvas y ropa ceñida, ¡por dios! solo espero que el botón de su blusa no salga disparado contra mi frente, seguramente es una zorra; Dan se tensa —No iré Roxan, ya te lo he dicho cientos de veces— La chica se acerca y pega su cuerpo al de él mientras juguetea con los botones de la polera de Dan, eso me hace enfadar, un escalofrío me recorre el cuerpo, mi pulso se acelera, debo salir de aquí, veo mis manos y ambas están en llamas, no lo pienso dos veces, corro —¡Amber! — escucho los gritos de Dan, pero solo me concentro en esconderme, debo huir, no puedo dejar que vea mi poder demoniaco —¡Amber, por favor espera! — no, no puede ser, corres muy rápido, no puedes saber lo que soy, no quiero que te alejes, pero debo alejarte de mí para no lastimarte, ¡pero no quiero!; llego hasta el muro límite de la escuela, mis manos aún están en llamas, me tiro al suelo y por alguna extraña razón lloro, bueno no es tan extraña, realmente es la impotencia de no controlar mis poderes —Amber— la voz suave de Dan suena tras de mi —Aléjate por favor, no puedes verme así— Escucho como se acerca y me toma por los hombros desde atrás —No puedo hacerlo, por favor dime que pasa— —¡Maldición! soy muy obscura para ti— Grito y mis manos se encienden aún más, Dan se pone a mi lado —¿Qué les pasa a tus manos? — —Por favor no le digas a nadie, por favor— suplico mientras lo miro, él traga en seco y acerca sus manos a las mías, las llamas se vuelven azul neón, no lo quemo —Jamás delataría a mi única mejor amiga, por favor dime— —debes tener la mente muy abierta, vas a creer que es una locura y por el momento es lo único que puedo decirte por que todo esto es complicado y.…— Pone su índice sobre mis labios silenciándome y después acuna una de mis mejillas —No me digas nada hasta que estés lista, pero en verdad si eres extraterrestre o algo así sería genial— Sonrío negando con la cabeza y las llamas comienzan a desvanecerse, Dan levanta mi mano derecha y mira detenidamente mi anillo —¡Wow! tienes buen gusto, ¿Belfegor? — —Es un demonio— —¿Como alguien tan adorable como tu es satánica? — —Soy católica, pero hay ciertos secretos familiares que me relacionan con los demonios, Dan, ¿leíste alguna vez la divina comedia? — —Aunque no lo creas, si, si la leí ¿por? — —Porque con ella quizás entiendas mi situación— —Creo que tendré mucho que estudiar, ¿cierto? — —Algo así— Dan me sonríe y dice —Me gusta el misterio, eso hará que jamás me separe de ti dumplin— —¿Mi apodo es una bola de arroz? — —Pastelito, bombón, conejita, gatita, palomita y otros más ya son demasiado usuales, por eso eres mi dumplin— —Tienes la creatividad de un oso cojo, manco, tuerto y con retraso mental— Con sus manos hace una forma de corazón que se parte en dos —Ahora si me heriste el ego, suelo ser muy creativo— —Dany, ¿qué me ibas a decir? — —Ahora soy tu Dany— Juguetea con sus cejas, yo solo ruedo los ojos y Dan se acerca dándome un beso en la mejilla —eres adorable cuando te sonrojas, lo que iba a decirte es un poco de mí, en primera me disculpo por la situación incómoda con Mark y después la de Roxan, Son hermanos, salí con Roxan y tú sabes, ella se dejaba bolsear y yo tenía mi recompensa, pero no quiero hablar de situaciones incomodas, tengo mis defectos y un pasado de hace semanas, Mark tiene razón, yo solía mirar a una chica y me las tiraba, pero en verdad eso cambió— Al escucharlo, siento un poco de ira, mis manos vuelven a encenderse, Dan lo nota —Creo que no deberías mencionar cosas desagradables cuando estoy en esta situación— —Lo siento, prometo ser un poco menos gráfico, pero eres la primer persona que me inspira tanta confianza como para decirle todo— De pronto se me viene un recuerdo a la cabeza, lo ocurrido esta mañana —¿por qué te pusiste tan mal cuando te dejé? — Dan cierra los ojos frunciendo el ceño, suspira y noto que traga en seco, le afecto mi pregunta cosa que me hace arrepentirme de haberla hecho —Lo siento, no tienes que...— —Mi madre me abandonó de pequeño, jamás supe porque, papá es muy hermético con el tema, jamás me dio razones— se me hace un nudo en la garganta, jamás me imaginé que hubiese pasado por una situación así, tomo un poco de aire —Dan, lo siento, en verdad yo jamás imaginé eso— —Solo no me tengas lastima por favor, es el sentimiento al que más le temo junto con el aborrecimiento— —Tranquilo, dudo sentir eso por ti, eres un gran chico, además de muy fuerte, honesto, valeroso... sexy— el ultimo calificativo lo pensé en voz alta y al notar su sonrisa me sonrojo al máximo —Te gusto dumplin— —Eeh, yo, pues— —No te pongas nerviosa conmigo, no te comeré, ¿sabes? sea lo que seas, no quiero que te alejes, tú también eres una gran chica, si te soy sincero, me gustas y mucho pero no quiero adelantar está situación, por primera vez quiero ir despacio y conocerte— —Dan, ¿cómo puedo gustarte si no me conoces? — —Porque siento que eres especial Amber, con solo leer un mensaje tuyo me siento bien— Sonrío y esa sensación en el estómago me invade de nuevo, de pronto mi móvil suena y ruedo los ojos —Estúpido móvil—  suelto sacándolo del bolsillo de mis vaqueros con algo de dificultad —Quizás es importante, tus padres o alguno de tus parientes—   —Papá jamás me llamaría estando en la escuela— Respondo mientras miro la pantalla, suelto una pesada respiración al leer el nombre de Carter —Responde— —No, es Carter, ya le dije que no me molestara, pero es un grano en el culo— El móvil no para de sonar, Dan suspira —¿Es como tú? — —Parecido, más no igual, él digamos que fue algo bueno y calló a lo malo— —Mmm, algo como un ángel caído— mis ojos se agrandan, le atinó, me mira y retoma la palabra —Sí él es un caído, ¿Que eres tú? — —Algo muy malo, bueno, malo para los religiosos, aunque te juro que no hago cosas malas, bueno, soy pésima en matemáticas, algo contestona con papá, pero de ahí en fuera no hago más, esto es muy complicado, ser mitad demonio es complicado— cubro mi boca con ambas manos al notar lo que acabo de decir, Dan arquea una ceja y me siento nerviosa —Entonces eres un demonio, bueno mitad demonio, pero ¿por qué? — Me pongo de pie rápidamente, hablé muy rápido —Olvídalo, ahora no, vamos a clases—   ******      ******   Las clases pasaron rápidas, solo dos chicas se acercaron a mí, para ser precisas, dos del equipo de beisbol, Dana y Trina; de ahí en fuera no se me acercó nadie más, quizás porque Dan no se me despegaba, aunque después del almuerzo se volvió el ambiente pesado entre él y yo; es un alivio estar de vuelta en casa, pero por alguna extraña razón no me lo saco de la cabeza. Hice mis deberes, la tarea de álgebra fue mucho más fácil de lo que creí y me siento feliz por ello, incluso pude explicarle uno de los procedimientos a papá; de pronto siento un fuerte escalofrío y veo una sombra negra atravesando mi balcón, me pongo de pie, mis sentidos están en alerta —No respondiste mis llamadas— Me molesto al ver de quien se trata, Carter toma forma y se acomoda quitado de la pena en el taburete de mi tocador, pongo mis brazos en jarras —Lárgate de mi casa— —Eres un demonio Amber, no puedes mezclarte con un humano— —A ti no te interesa mi vida, además, papá es el claro ejemplo de que se puede llevar una vida con una humana como mamá— —Y a ustedes les jodió la vida—      Su frase me hace explotar, siento como la ira me invade y me le voy encima tomándolo por la camisa y lo levanto, las llamas se expanden por mi cuerpo y lo noto un tanto horrorizado, pero su terror me causa una gran satisfacción —Escúchame bien, pequeño pedazo de mierda, tú no eres nada, no eres un ángel, ni un demonio, eres una basura rechazada por ambos bandos, a mí no me dirás que hacer, ¡A una princesa infernal no la mandas! — —Con que tomaste tu cargo— —Amber, suelta al caído— Escucho la voz de papá, giro mi rostro y lo veo materializarse a mi lado, suelto a Carter y papá lo toma por el cuello, Carter se asombra —Jamás me has caído bien, pero si te atreves a molestar a mi hija de nuevo, te arrepentirás por el resto de la eternidad encadenado en mi circulo, ¿entendiste? — —Entonces, tenemos a Asmodeo de vuelta— responde con dificultad, papá intensifica su agarre y es cuando decido intervenir, no precisamente por Carter, sino porque sé que él se arrepentirá después de sus acciones —No te quiero cerca de mí, así que largo Carter, de lo contrario mi papá no es el que tomará medidas, sino yo y no te será agradable sentir el dolor de cuando te arrancaron tus alas multiplicado por mil— Papá esboza una sonrisa torcida y en sus manos apareces garras, huelo el miedo de Carter —¿Oíste caído? — Pregunta papá con voz un tanto distorsionada, Carter susurra un si apenas audible y en cuanto es liberado desaparece, papá cierra los ojos, las garras desaparecen, sacude su cabeza y al abrirlos pone su atención en mí, parpadea un par de veces —¿estás bien 'pá? — —Si, solo quise darle un pequeño susto, no te preocupes, siempre he tenido mi demonio interior bajo control, se me da bien— responde dándome un guiño —Lo odio, en verdad no lo quiero cerca, desde que lo corrí de aquí pareciera buscar sacarme de mis casillas— —La naturaleza de los caídos es retar tanto a los de arriba como a los de abajo, ellos son rechazados por ambos bandos por eso buscan hacerle la vida de cuadritos a todos— —Tenías razón, no debí salir con él— Se acerca y me toma por los hombros, suspira —Aprendiste de eso, yo no tuve razón, lo que pasa es que para mí tu siempre serás una niña y él tiene los mismos años que yo, los ángeles tienden a caer por banalidades, se cómo piensan, fui uno, pero, en fin, lo que quiero decir es...— —Que sea lo que sea es un chico y no quieres que un chico se lleve a tu niñita para siempre— papá sonríe y asiente, sabe que lo conozco, es un padre celoso y sobreprotector; me revuelve el cabello con cariño —Es hora de dormir, solo vine por que sentí el aura del caído— —Buenas noches papá— —Buenas noches pequeña— me besa la frente y se desmaterializa, pongo los ojos en blanco, debo acostumbrarme a esto de nuevo; camino de vuelta a la cama y antes de acostarme reviso mi móvil, en cuanto lo tomo suena la notificación, reviso y es un mensaje de Dan —Dumplin, te extraño, ¿ya no me quieres cerca? — suspiro, sé que mi bocota me llevó a pasar por esto, pero con él no puedo retener nada, lo bueno es que papá no sabe nada sobre él ni lo que pude haberle dicho; decido responder —Dani, aunque seas un grano en el culo te extraño y si te quiero cerca, pero, te pueden hacer mucho daño por eso, no soy el único ser sobrenatural aquí— las famosas notificaciones azules me indican que lo ha leído y ahora la leyenda "escribiendo" aparece —Si eres capaz de aparecer en donde estoy, hazlo, quiero hablar contigo, Amber no me importa si tengo que lidiar con más monstruos o si tengo que pertenecer a una sociedad secreta, siento una tremenda necesidad de mantenerme cerca de ti— Leo el mensaje y suspiro, Dan tiene una gran habilidad para convencerme y eso que solo es un humano, quiero verlo, deseo verlo y necesito sentirme bien, la visitar de Carter me tiene un tanto alterada; cierro los ojos y respiro profundamente —Dan— Susurro y siento que el calor me envuelve, abro los ojos lentamente y noto que no estoy en mi habitación sino en la de alguien más, sentada desde el piso aprecio las paredes pintadas en escalas de azul y una pequeña cama con un buró, un closet, un escritorio y sobre este un portátil encendido; me levanto y comienzo a merodear, fotos, libros, dibujos y posters, un iPod conectado al portátil y veo una fotografía, la tomo y la observo detenidamente, una pareja y un pequeño de unos siete años con ojos ámbar, es él, es Dan; escucho el sonido el picaporte y me sobresalto, la única puerta de la habitación se abre y mi corazón comienza a latir de prisa, cuando entra me sonrojo, Dan secándose el cabello con una toalla y envuelto de la cintura para abajo con otra; emito un gemido inconscientemente y voltea, unas cuantas gotas de agua caen por su pecho atlético, ¡Dios, me morí y fui al cielo! es ardiente —¡Dumplin! — Suelta sorprendido, un sonrojo cubre sus mejillas mientras cierra tras de sí, suspiro como una tonta enamorada y parpadeo un par de veces —¿Querías verme? — —Pensé que no vendrías— —Si quieres puedo irme, además creo que ocupas vestirte— Mis ojos se agrandan cuando noto que va a quitarse la toalla —No seas mal pensada, no ando en pelotas y no me incomoda que me veas en bóxer, por cierto, linda pijama— Me miro y noto que no traigo sostén, para mi mala suerte la blusa de la pijama es blanca y con un osito Teddy, llevo mis manos a mi pecho cubriéndome, se acerca y me abraza —No te apenes, eres hermosa Dumplin— —Dan— —¿Sí? — —Aun no quiero acostarme contigo— —Lo sé y yo no quiero que lo hagas, no aun, además soy un idiota y no creo que quieras acostarte con un tipo como yo, tu vales mucho— —Creo que la que decide soy yo y dije que aún no— susurro en su cuello, su abrazo se intensifica, alzo la mirada perdiéndome en la suya —Amber, ¿sigue en pie tu amenaza? — Su voz se enronquece, no conozco a Dan, es completamente desconocido para mí, pero me conozco a mí, soy mitad demonio, yo seré su perdición, pero de mi depende si lo dejo caer o no —No— Respondo y rompemos la distancia entre nosotros, sus labios y los míos se unen lentamente, su fresco aliento me llena, su suave contacto me deleita de tal modo que mi cuerpo se envuelve por esa calidez; no es rápido ni desesperado, es tierno, lento y su pasión se siente en cada roce; rompemos el beso por la falta de aire, mis mejillas arden, estoy cometiendo una locura con un desconocido, un completo y total desconocido que caza cocodrilos, pero lo quiero, quiero cometer mil locuras más con él —Dumplin, lo siento, no puedo, no quiero dañarte— —No me dañarás— —Vamos muy rápido, me importas, eres mi primer amiga, no quiero arruinarlo— Suelta con desesperación, una parte de mi reacciona, retroceso un paso y me abrazo a mí misma, la sensación de rechazo nuevamente me asecha como mi más cruel enemigo, lo miro a los ojos y comienzo a arder en llamas —Dumplin, Amber— Me llama, pero al mirar el miedo que se refleja en sus ojos caigo en cuenta que haga lo que haga siendo parte del infierno lo consumiré y lo dejaré caer, aunque no sea mi voluntad, no puedo contra lo que soy y aunque mi familia me considere fuerte, soy patéticamente débil —Adiós Dan— Las llamas se vuelven verdosas, me cubren por completo cual c*****o encerrándome, cierro los ojos, deseo estar en casa, necesito estar en casa; al abrirlos las llamas desaparece y veo mi habitación tal y como la dejé, respiro y me dejo caer en mi cama, sola, completamente sola y con un vacío inmenso lloro dejando que mis lágrimas fluyan libremente hasta que el cansancio me vence cayendo en un profundo sueño.   Dichoso el hombre que soporta la tentación, pues tras ser probado recibirá la corona de la vida, recuerdo ese fragmento, en las lecciones de teología que recibí en Newman vimos la epístola de Santiago; Caigo a un pozo, uno que al parecer no tiene fondo, la obscuridad me embarga y el sentimiento de desamparo es cada vez más intenso, las paredes del pozo pasan a gran velocidad o ¿seré que soy yo la que cae muy rápido?, Luz, el color del fuego ilumina los muros mientras caigo, estos son rojo sangre y por alguna extraña razón no temo ni puedo moverme, solo espero el impacto y ya, pero este no llega, mi caída se detiene y escucho una especie de canto gregoriano, mi cuerpo cambia de posición dejándome sobre mis pies, llegué al fondo así que camino por el único sendero, pareciera otra dimensión, el pozo sin fondo desapareció y ahora el cielo es n***o, el astro mayor rojo y las tinieblas cubren la tierra, hace frío, la naturaleza, árboles y demás plantas parecen estar muertos. Sigo mi camino con cierta esperanza, algo me dice que encontraré a alguien, de pronto escucho un estruendo y miro a un costado, una estela de humo atraviesa el cielo y un cráter se ha formado, algo ha caído y corro hasta esa dirección, tropiezo un par de veces con las rocas pero me apresuro, al acercarme logro ver algo pequeño, entro en el cráter para averiguar lo que lo originó y en el centro una pequeña ave yace tirada, me pongo en cuclillas, estiro mis manos tomando al pequeño gorrión, está muerto, lo acerco a mi pecho y lloro, la pena me envuelve, ¿por qué está muerto? ¿quién lo hizo? —La boca del justo meditará sabiduría y su lengua dictará el juicio— Escucho en un susurro apenas audible, miro a mi alrededor, pero no hay nadie; vuelvo la mirada a mis manos, sangre, la avecilla ha desaparecido y en su lugar mis manos se tiñen de sangre, de pronto siento miedo, pánico y una gran tristeza cierro los ojos un momento y al abrirlos escucho una explosión, me sobresalto, pero algo me incita a mirar el suelo, justo ahí en un charco de sangre, Dan —No, no, no puede ser, Dan, no— Grito con desesperación, me abalanzo abrazándolo, a pesar de que la sangre está tibia, su cuerpo está frío, completamente inerte, sin vida —¡Asesina! ¡Asesina! ¡Maten al demonio! — Escucho fuertes gritos, pareciera haber cerca un tumulto de personas, pero ¿cómo?, hace unos momentos estaba completamente sola —Mátenla, ¡Maten al demonio del infierno! — —¡Yo no lo maté! — Respondo sin soltar el cuerpo de Dan, las lágrimas comienzan a caer, sollozo, el dolor en mi pecho es insoportable, me aferro a él con todas mis fuerzas gritando —Tu eres su perdición Amber, o debería decir Belfegor— Mis ojos se agrandan al escuchar ese nombre, me separo del cuerpo de Dan, pero sin soltarlo, miro por el rabillo del ojo una silueta, los gritos de la gente quedan completamente silenciados y todo se vuelve obscuridad, rápidamente miro hasta donde yace Dan, pero ha desaparecido —¡¿Qué mierda?!— Me levanto del suelo y la silueta está justo frente a mí, esta se vuelve más clara, un par de ojos verdes se hacen visibles y cabello rubio cobrizo, sus rasgos finos atraerían a cualquiera —¿Quién eres? — pregunto enfrentándolo, me lanza una sonrisa lobuna y se cruza de brazos, logro visualizarlo completamente, lleva un traje a la medida color plomo y zapatos de diseñador, una coleta se asoma por su hombro, es el mismo peinado que usa papá y mis tíos Zeth y Lucius —¡Vaya! mi querido hermano ni siquiera me mostró en fotografías, Dominick es el padre de la exageración, aunque un idiota por no valorar sus verdaderos poderes demoniacos— Mis manos se vuelven puños al escuchar sus palabras, esa sonrisa de imbécil que cubre su rostro me molesta —¡contesta la maldita pregunta! — Exijo saber, ladea su cabeza de un lado a otro y arquea una ceja —Igual de boquifloja que tu padre, es una falta de respeto que le grites a tus mayores, más aún si se trata de tu tío— —¿Joe? — —Si, tienes el poder Amber, tienes mi circulo, acepta tu destino en el infierno, podrás conquistar naciones, tendrás los que quieras— —Quiero tener una vida normal— —Tu padre los condenó, así que olvida ese sueño estúpido, jamás serás humana, asume tu cargo como princesa de tu circulo, no te arrepentirás— —¿Tú me mostraste esto? — —Necesitaba una forma de hablarte, esto solo es un vestigio de mí, un fragmento de mi esencia que se consume hasta desaparecer, cuando despiertes yo desapareceré por completo y tu tendrás tu verdadero poder— —¿por qué me mostraste a Dan así? — Me sonríe mientras cierra los ojos, se frota la barbilla —Digna hija de tu padre, estás enamorada de un humano inferior, tú serás su perdición, debes dejarlo atrás, no te sirve, diviértete con él como un simple juguete, pero no tendrás una vida con él, es solo un desperdicio— —¡Mi padre tiene a mamá! ella es una mortal— —¡Tu padre es un necio! ¿no te das cuenta que él las ató a esto? los humanos son inferiores y nosotros somos su perdición, si te quedas con él simplemente morirá y en tus manos— Suelta mientras comienza a fragmentarse, como si fuesen pequeños pixeles desprendiéndose de él, desaparece poco a poco; No puedo dejar a Dan, pero tiene razón, si me quedo a su lado lo condenaré, lo que pasó hoy entre nosotros fue muy rápido y tenemos un lazo que es mejor que me encargue de romperlo, esa idea hace que me duela aún más el pecho. —¡Amber! ¡Amber! ¡despierta! ¡por favor despierta! — Los gritos me sobresaltan y todo comienza a esfumarse a mi alrededor, cierro los ojos, nuevamente el miedo me invade —¡Amber! — Abro los ojos de golpe por el grito y noto que estoy en mi habitación, papá está a mi lado tomándome por los hombros, froto mi frente, estoy sudando —Solo fue una pesadilla— susurro, papá suelta una pesada respiración, acaricia mi mejilla —Gracias a dios estás despierta, déjame ver tus sueños, mírame a los ojos— Lo obedezco y sus ojos centellean azulino y nuestras miradas se unen en una sola perdiéndome en su intensidad, solo pasa un minuto quizás menos y comienzo a parpadear saliendo del trance, papá frunce el ceño y me mira molesto —¿Quién es Dan? — —Papá, yo...— —sabe de ti, sabe lo que eres, Amber no cometeré el mismo error que con tu hermana, no vienen al caso las amenaza o advertencias, solo espero tu misma asumas la responsabilidad de tu secreto y borres su memoria— —Pero...— —Sin peros, si soltaste la lengua fue por algo, ahora solo vigila que no abra la boca y si te lastima borra su memoria y aléjate de él, porque si no, yo me haré cargo—
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