—Dan —
susurro, pero hace más fuerte su abrazo, un sollozo sale de lo profundo de su garganta, está llorando, mi corazón se estruja, este chico no solo fue abandonado por su madre, vivió algo atroz por culpa de esa hija de perra, ¡la odio! ¡la odio! si ella tiene que ser mi primera condenada lo será; mientras Dan llora, mi odio hacia a ella aumenta, lastimó a quien yo quiero, las llamas comienzan a envolverme, son azul neón así que no lastiman a Dan que al percatarse de la extraña iluminación disminuye la fuerza de su agarre y me mira, llevo mis manos a sus mejillas y enjuago sus lágrimas con mis pulgares
—Eres inocente y de ellos yo me encargaré —
—No quiero meterte en esta mierda —
—No me estás metiendo en esto, es mi trabajo —
—Tus ojos están centelleando, son azules —
sacudo mi c
