Se sentía un poco descolocada, como si estuviera en un sitio diferente al que le correspondía, fingiendo ser algo que no era. Lo de ella hubiera sido la cocina, no el gran salón. Algo de eso debió traslucirse en su actitud, porque Él tomó su mano y le dijo. _ Somos dos personas charlando y comiendo. El entorno puede ser formal, pero no hay más que eso, Regina. La idea es que lo disfrutes y que puedas contarme algo de ti. Se mojó los labios y asintió. _ No hay mucho por decir. ¿Qué quieres saber? _ Sé dónde trabajas, sé que tienes una familia muy pequeña. Cuéntame de tus sueños. Hizo un mohín. Esa era una buena pregunta. _ Mis sueños están a la espera de que la realidad se modifique-señaló, pensativa. _ ¿Qué quieres decir? Lo bueno de soñar es romper la barrera de lo que es para imag

