La diversión que le había implicado sorprender y molestar a su nueva enfermera comenzó a disiparse con rapidez. Cuando ella apareció en la puerta acristalada que daba al jardín, su malhumor había vuelto potenciado. La frustración que le provocaba estar prisionero de sus fracturas, y por tanto a expensas de los cuidados de otro, realzaba lo más agrio de su carácter.
La visita de Summer no había contribuido a ponerlo de buenas, no importaba que le hubiera succionado su sexo. O tal vez por ello. Una actuación para el olvido, mecánica y sin pasión. Estaba seguro de que su novia o compañera s****l, no sabía bien como catalogarla a estas alturas, se había sentido más que aliviada por la interrupción de Sharon.
Él no sentía una atadura en particular para con esa mujer que había conocido hacía a
