—Espero que tu acción no sea la que precipitó el que Regina tomara la decisión de…—cortó su frase y la miró furibundo—. Te juro por lo que más quiero que si fue así, no pisaré esta casa nunca más. No me verás más, si es que eso te importa. Y de paso te digo que es la mujer que me enamoró, la única que ha logrado conmoverme. He sido tan obtuso como para no considerarla en todo su valor. Pero eso va a cambiar. Haré todo lo que sea posible para tenerla a mi lado. —¡No puedes hacer eso! ¿Qué dirá Melody, su familia, nuestros amigos? —No es algo de lo que me voy a hacer cargo. Y tú tampoco deberías. Aunque sé que eso es mucho pedir. Su tono era tenso; la ira lo envolvía y sus hermanos le rodearon para atemperar la discusión. De continuar, diría cosas que lamentaría de por vida. Su madre era

