Me despierto y me duele todo el cuerpo, la cama de mi hija no es muy cómoda para mí tamaño, tuve que dormir hecho bolitas. Me levanto y me estiró todo los que puedo, mis hueso crujen y me quejo, un bostezo sale involuntario y cierro los ojos quedando casi dormido de pie, sigo teniendo sueño. Miro a la cama en busca de las dos mujeres de mi vida y no hay ni señas de ninguna de ella. Arrastrando lo pies camino hasta mi habitación y busco a Karen con la mirada, pero después de darle un recorrido me doy cuenta que no está. Me dejaron de la ropa y busco un paño y me doy un baño, necesito quitar ese perza que tengo en el cuerpo para enfrentar a mi esposa, se que después de lo que pasó anoche no debe de estar muy contenta. Una ve siento que he renovado mis fuerzas y que tengo el valor para enfe

