DOS

4764 Words
Antes de salir de mi última clase, le mando un mensaje a Emma diciéndole que no me espere, que me iré en metro y pasaré a comprar cosas para hacer la comida, una excusa perfecta para tener nuestro espacio libre de la otra y también para comprar otras cosas que no sean verdes y sin sabor. Coloco mis audífonos mientras estoy en el metro, bajo con mi mochila ligera y camino hasta llegar a una tienda donde puedo comprar especias e ingredientes especiales para hacer pastas o ensaladas, la verdad se puede comprar de todo. Obtengo todo lo que necesito y salgo de ahí, caminé algunas cuadras para llegar a la esquina y poder pedir un taxi hacia mi casa, pero una figura llama mi atención, es Hank caminando solo en la acera de la siguiente calle. -¡Hank!- grité y levanté mi brazo para que pudiera localizarme. Él subió su rostro y me hace una seña con sus dedos de que espere por él, va a cruzar la calle. -Hey linda, ¿qué haces aquí? Pensé que ya estabas en casa. -Te podría decir lo mismo- suelto una risita porque en efecto, eso era lo que iba a decir, excepto por lo de "linda". -Bueno, la verdad no soy fan de la comida india, por eso pensé en salir a comer, ¿y tú? -Viajé en metro para comprar algunos ingredientes para la comida- levanto mi bolsa pequeña en mi mano -. Ahora voy directo a casa. -Oh, ¿y qué pasa con tu mejor amiga? -¿Y qué pasa con tu vieja amiga? -Touché- respondió -. ¿Quieres que te acompañe a casa? -No, gracias, estoy bien. Pero no estoy tan segura de que tú estés bien. -Estoy bien, es sólo que mi relación con Grace no es exactamente cordial, y mis hermanos obviamente la prefieren, así que mientras más lejos, mejor para mí. -Hank, son tus hermanos, no puedes simplemente estar lejos de ellos, estoy segura de que ellos tampoco quieren eso, no es que prefieran a Grace, ella es su amiga. -Sí, como sea- pasó su mano por su cabello de manera agresiva -. ¿Quieres que te acompañe? -Hank, no quiero ser entrometida, pero ¿qué pasó con Grace que es tan grave? -No quieres ser entrometida, pero haces todo lo opuesto- respondió molesto. No dije nada y bajé mi mirada totalmente apenada. -No, espera, lo siento ¿ok?- tocó mi hombro. -No, entiendo, lamento si hice preguntas imprudentes. -No es eso, de hecho no hay historia, nos conocimos de pequeños y no nos soportamos, eso es todo, no hay ciencia. -¿Estás seguro de eso? Porque ella parecía soportarte, mientras tú estuviste un poco fuera de tono. -¿Ahora me vas a regañar?- sube sus cejas y deja enseñar un pequeña sonrisa ladina. -Fuiste algo grosero. -Me sorprendí al verla, ¿ok? Cuando nos mudamos mi "despedida" no fue nada grata, ella y yo estuvimos de acuerdo por primera vez, ninguno de los dos estaba triste, sólo queríamos estar lejos del otro. Así que, sí, el que esté aquí me ha sorprendido y créeme que no quiero estar cerca de ella, es una repelencia mutua. -Vaya- solté un suspiro. No pensé que fuera algo tan serio, pero sin historia detrás de todo eso -. ¿Qué piensas hacer? -Ahora, sólo quiero comer, no quiero pensar en nada más. Entendí entre líneas que era mi momento de dejar el interrogatorio, no habría manera de persuadirlo a que arregle cualquier asunto, por su bien y el de ella. -Muy bien, entonces nos vemos mañana, adiós. Me acerco a él para darle un pequeño abrazo de despedida, terminando el abrazo me acompaña hasta que subo a un taxi y me pierdo en el camino, suspiro con el pensamiento de disculparme con Emma, ahora veo la claridad de los problemas entre amigos, es una cuestión complicada, pero lo que menos quisiera sería seguir en una tonta discusión. -¡Ya llegué! -¡Estoy en la cocina! Tomo un respiro en mi camino a la cocina. -¡Lo siento mucho!- exclamamos al unísono. Nos quedamos en silencio por segundos para después reír juntas. -En serio, E- bajo mi mochila y dejo la bolsa en la barra -. Lamento si mis palabras te ofendieron, esa no era mi intención. -No te disculpes, M- muestra una pequeña sonrisa de tristeza -. Lo que me dijiste me hizo reflexionar en que yo era la que se estaba comportando de manera injusta con él, muy inmaduro de mi parte y sé que eso no beneficia para nada al grupo. Entonces lamento haber reaccionado de esa manera, yo sé que era tu mejor intención. -Está todo bien, perdonadas las dos- me acerco a un abrazo. -Ahora hay que preparar lo que sea, porque ya tengo hambre. -Manos a la obra. * Terminé de conversar con papá, apagué mi celular y lo dejé en mi mesita de noche, me es inevitable pasar mi mirada al frente, el espacio que era de Nate. Hay noches en las que su aroma entra por mi nariz y me hace pensar que él sigue aquí, fueron pocas noches en las que abrí mis ojos desorientada pensando que lo encontraría al otro lado de la habitación. Durante el día me es fácil hacer diversas cosas y concentrarme sin problema, pero en la noche, cuando estoy mirando al techo con la simple luz de la luna entrando por la ventana, mis pensamientos reprimidos salen a la luz, uno tras otro, rostros y recuerdos bailan por toda mi mente. No puedo negar que extraño a esos chicos, extraño cómo era mi vida antes de cualquier drama entre nosotros, pero al mismo tiempo no extraño ese tiempo, porque siempre tenía dudas, ahora todo está más claro, obvio aún tengo dudas de muchos temas, pero mi mente está más clara que hace meses y por ello estoy tranquila. Pero el rostro de Dylan se hace presente, junto con el de Nate y mi mente se vuelve a desordenar, me rehuso a pensar que estoy dentro de un triángulo amoroso, porque la situación está muy clara con respecto a Nate, pero no puedo decir lo mismo de Dylan. Todo es nuevo con él, y todo pasó muy rápido como para poder procesarlo, no puedo decir que me arrepiento de algo, porque sería mentirme a mí misma, tampoco deseo que hubiera pasado de diferente manera porque sucedió justo como tuvo que hacerlo, y claro que ahora me deja en resultado noches en vela. Esa noche... cualquier pensamiento inicial termina en esa noche, bajo la lluvia bailando con aquella canción, las mil sensaciones desconocidas para mí fueron una explosión interna de la que aún no me puedo recuperar, lo cual me hace pensar, pensar, y de nuevo pensar... Lo extraño, extraño a Dylan, mi mejor amigo, ese chico que me escucharía no importara la hora, el tema o el lugar, siempre ha estado para mí y ahora recuerdo las veces en que hablaba de Nate o él sabía la situación sin yo decirle, y él se mantuvo ahí, no me imagino la fuerza de voluntad para quedarse y aconsejarme, es algo extraño. Y pensar que todo ese tiempo estaba enamorado de mí, me hace conectar las piezas perdidas y no dejo de pensar en todas las veces que estuvimos solos, todo pudo haber sucedido: una confesión, un beso robado, una indirecta, un roce de manos, un abrazo... Pero puede que todo haya pasado, es más, todo pasó, cada una de las cosas en aquella lista interminable. Froto mi rostro de manera desesperada, necesito dormir y mi cabeza sigue dando vueltas, se repite la misma historia de cada noche, revivo una y otra vez las emociones, las lágrimas amenazaban por salir, pero en realidad no hay ninguna, no hay manera de que pueda dejar salir todo esto más que gritando, pero lo único que me ayudaría podría ser una señal divina. ¿Qué se supone que haga? ¿Tengo que escribir una carta a cada uno? ¿Qué haré cuando los vea? ¿Qué hago mientras no los veo? ¿Qué es lo que mi corazón dicta? ¿Estoy escuchando o sólo quiero ignorarlo? Con frustración paso mis manos por mi cabello y me siento en la cama, retiro las cobijas y me levanto, me siento en la silla de mi escritorio, enciendo la lámpara y bajo la intensidad de ésta para que no me cegue. Abro mi cuaderno de escritura y dejo fluir los pensamientos que empezaron a llegar para mi próxima obra, cuando mi mente comienza a pensar y aquellos pensamientos se intensifican, es buen momento de drenar mi mente. Pasaron sesenta minutos que parecieron sólo cinco, revisé la hora en mi celular y me sorprendí, pero entendí que ya me estaba relajando y mis ojos se sentían pesados, dejo mi lápiz en el cuaderno, apago la lámpara y me levanto sin hacer ruido hasta llegar a mi cama; suspiro relajada, veo el techo por última vez antes de que mis ojos se cierren solos. * -Buenos días, hoy he preparado un omelette, espero que te guste. -Buenos días, E- respondí con sorpresa de verla tan animada en una mañana de escuela -. ¿Se puede saber por qué estás tan feliz? -Sólo lo estoy- sonríe ampliamente con dos vasos de jugo en sus manos -. Ayer me di cuenta de la maravillosa vida que tengo en este momento, y no quiero que el día de mañana volteé y vea que no lo aproveché como debía. -Oh wow, también amaneciste filosófica. -Estúpida- puso sus ojos en blanco y llegó a sentarse a la mesa. -Hoy vamos a ir de compras, ¿cierto? -Totalmente cierto, Grace ya me dijo que se irá con nosotras después de la escuela. -¿Ya hablaste con Grace? -Sí, tuvimos una clase juntas y aproveché para pedirle su número, es una chica agradable. -Sí, lo es. También a Chloe le agradaría- sonrío con nostalgia. -Estoy segura de eso, las dos rubias del grupo. Sonreímos y continuamos con el desayuno. -Mads, estuve pensando y hablaré con Hank. El bocado se pasa rápido por mi garganta. -¿En serio? ¿Qué piensas decirle? -Sólo hablaré con él y dejaré las cosas claras, que mi intención nunca fue lastimarlo y que quiero ser su amiga, estamos en el mismo grupo de amigos, no puede ser incómodo todo el tiempo. -Vaya...- mostré una amplia sonrisa. -¿Qué?- dirige su vista de manera cansada, ya sabe lo que diré. -Me enorgullece que vayas a hacer eso, vas a ver que todo se arreglará. -Eso espero- desvió su mirada mientras bebía jugo. Terminamos nuestro desayuno y salimos hacia la escuela, algo bueno de vivir juntas es que siendo las dos chicas, cada una sabe el tiempo de la otra, las dos nos movemos en sintonía y todo se resuelve justo a tiempo; que es lo contrario con los chicos, yo tenía que hacerme a un lado y esperar, había veces en las que no desayunaba, pero no me quejo, fue divertido. -Es ella, la pelirroja. Escuché ese murmullo aparte de otros en camino hacia los casilleros. -¿Qué pasa? ¿Tengo un moco pegado en mi cara o qué? -Creo que se debe a esto- Emma me da su celular y veo una publicación con fotos mías y de los H, con la descripción: "Parece que Madison no se detuvo una vez que sus antiguos amigos se fueron a la universidad, ahora también está compartiendo cariño con sus nuevos amigos. ¿Quién es su favorito?" -¿Qué? ¿Qué es esto? -Es la misma página que subió el audio filtrado por Madelyn. Sólo se encarga de publicar los chismes de la escuela, no hagas caso. -No entiendo por qué dicen esas cosas de mí, y piensan que estoy saliendo con los H- bufé cerrando mi casillero con fuerza. -¿Qué tiene de malo, linda?- Hank llegó en el mejor momento, pasando su brazo por mis hombros; enseguida todas las miradas se hicieron presentes. -No seas estúpido, nadie va a querer salir contigo porque piensan que sales conmigo- me retiré de su agarre y él rió. -Sólo me estás ayudando, eres la chica más linda de la generación, sin ofender, Em- le guiñó un ojo y ella rodó sus ojos. -Es claro que ella ayuda a tu reputación, pero tú no a ella, de eso se trata- atacó Emma. -Ow, ¿a eso se debe que hayas ido con el jugador del equipo, en vez de quedarte conmigo? ¿Es todo acerca de la reputación? Esta conversación se acaba de convertir en otro tema. Mis ojos van de Hank hacia mi mejor amiga en problemas, pero ella se mantiene tranquila. -No voy a discutir eso aquí, todos están viendo. Hank da una mirada rápida al pasillo al igual que yo, es cierto, todos están atentos, y nunca nadie supo lo de Hank y Emma, así que no creo que sea buen momento de que se sepa. -Hey, Maddie- Harry llegó con nosotros mostrando una sonrisa de oreja a oreja -. Ya vi que estamos saliendo, eso es increíble. -Lo sé, no sabes la felicidad que me dio saber que estoy saliendo con los H. Harry rió, mientras Hank y Emma mantenían una guerra de miradas. -Hola. -¡Oh perfecto! Ha llegado mi tercer novio- exclamé con sarcasmo al ver a Hamilton -. Ahora todo el mundo puede ver lo felices que somos. -¿Me perdí de algo? -Ahora eres novio de Madison, suertudo- Emma soltó con burla y Hamilton sólo respondió frunciendo su ceño. -Hoy celebramos nuestro primer aniversario, la cena es a las ocho. Me abrí paso entre ellos y salí caminando por el pasillo hacia mi clase mientras pensaba en lo que esa publicación decía, ¿eso parecía? ¿Estar jugando con los chicos con los que vivía? Al final creo que sí parece un triángulo amoroso, aunque el amor sea diferente para cada uno y también de ellos hacia mí. Oh Dios, no puedo dejar que los comentarios ajenos arruinen mis pensamientos bien planteados desde el principio. O puede ser que nunca estuvieron bien planteados... Ugh. Y yo pensaba que estar viviendo sin ellos era lo que necesitaba. * -Este vestido lucirá hermoso en ti, pruébalo. -Ya vuelvo. -Mads, no puedo creer que ya tan rápido hayas escogido un vestido. -No todas necesitamos horas, Em- respondí sin levantar mi vista. -Muy bien, Madison, es hora de decirme qué pasa. -No me pasa nada. -No me vengas con eso- retiró la revista que estaba fingiendo ver -. ¿Es todo eso de la publicación? Son unos tontos sin vida, sólo lo hacen por molestar, y ya habías pasado por esto. -Em, ¿y si yo soy el problema? No he podido contestar a sus cartas, evadir cualquier pensamiento de ellos hasta que no puedo más, no puedo permanecer en casa porque todo me recuerda a ellos, pero, ¡no puedo pensar claramente! -Wow- Emma toma de mi hombro y se queda en silencio por algunos segundos -. ¿Cuál es el problema, exactamente? ¿No sabes a quién contestarle? ¿Tienes miedo? -Yo, yo soy el problema- cubro mi rostro con mis manos -. He estado yendo a terapia y te prometo que un tema nuevo sale cada semana, pero hay algo que me impide ver lo que está frente a mí, no sé las respuestas de las mil preguntas que me hago durante el día y la noche, y eso me está matando. -Mads, ¿cuánto tiempo llevas así? -Sólo cada noche después de las cartas... y antes- suspiré -. Cuando se fueron y no supe qué hacer con respecto a eso. Seguía obviamente molesta con Nathaniel, pero estaba confundida y también molesta con Dylan, pero aquella noche cambió y despertó en mí cosas que no tenía idea, y por ello terminé aún más confundida. -Entiendo que es difícil, todo con Dylan pasó antes de que tú pudieras darle un punto final a Nate. -Ya había terminado con él- volteo confundida. -Pero el punto final no estaba escrito, ¿o sí? Bajé mi mirada con frustración. -Yo lo amaba- hablé entre dientes sintiendo el ardor dentro de mí. -Maddie... ven aquí. Me abrazó y al cerrar los ojos pude ver su rostro, entonces los abrí de inmediato y la imagen se esfumó, entonces no supe si estaba aliviada o no. -Linda, ¿sí te quedó en esa talla? Me separé de Emma, las dos compartimos una mirada, se nos había olvidado que Grace estaba probándose un vestido. -Sí, gracias. -¡Sal, queremos verlo! Grace no tarda en salir en un vestido azul ajustado que llega hasta arriba de la rodilla, sus ojos resaltan y su cabello resplandece como Rapunzel, se ve muy linda, aparte de que el vestido se ajusta perfectamente a su cuerpo, como si hubiera sido mandado a hacer. -¿Les gusta? -Grace, luces preciosa, ese vestido es el ganador. -Aún tengo otros dos- apuntó detrás de ella en el probador. Vi unas chicas conversando y una apuntó al vestido, pero al verlas reír me di cuenta de que no se referían exactamente al vestido, después le preguntó a la chica de la tienda. -Es única pieza, si ella no se lo lleva, con gusto se lo doy. -Con ese trasero es seguro que no se podrá ni sentar- escuché a una de ellas comentar. -No hay duda alguna de que será ese vestido- me levanté de inmediato y me acerqué a Grace -. Te ves preciosa, y créeme que está hecho a tu medida. -Oh bien, entonces lo llevaré, me ha gustado- sonrió y regresó hacia el probador. -Se llevará el vestido azul- me dirijo con la empleada. -Oh perfecto, ya vuelvo. Volteo a ver a las chicas y les muestro una sonrisa falsa, de mi amiga no van a estar hablando. -Supongo que seguirán buscando- les doy una última mirada y me regreso hacia el asiento para tomar mi bolso y la bolsa con mi nuevo vestido. -¿Qué pasó con esas chicas?- susurró Emma. -Estaban criticando a Grace, no iba a permitirlo. -Bien, porque fuiste más delicada de lo que yo pude haber sido. Sonreí. -Lo sé, yo quería seguir viniendo a comprar. Emma negó con una sonrisa. En minutos Grace salió con el vestido azul en sus manos. -Lástima de vestido- murmuró una de las odiosas chicas, pero ahora Grace sí escuchó. -¿No tienes algo mejor qué decir? Vamos, no tengo todo el día- respondió Grace. La empleada junto con Emma y yo nos quedamos quietas sin decir nada, sólo viendo la reacción de aquellas chicas, cuya risa había cesado. -Sólo pienso que ese vestido es muy lindo para que sea usado con alguien con ese trasero, se vuelve... umm- le da una mirada a Grace de arriba a abajo -, vulgar. Abrí mi boca con sorpresa y molestia. Emma da un paso al frente pero extiendo mi brazo para detenerla. -Claro, piensas que atacando el cuerpo de otros te hará sentir mejor con el tuyo. Lamento informarte que eso nunca te va a funcionar, te recomiendo ir con un terapeuta, así dejarás de soltar comentarios idiotas. Buen día. Grace tomó la bolsa con el vestido y dejó el dinero enfrente de la empleada, quien seguía con la boca abierta, como todas. Grace salió y nosotras la seguimos de inmediato, claro, no antes de haber dejado una sonrisa de victoria hacia esas chicas. -Oh por Dios. -Grace, destrozaste a esa chica. -Ni que lo mencionen, comentarios ofensivos han sido parte de mi desarrollo, así que en vez de ignorarlos, ahora contesto con la verdad. -¿En serio te han molestado mucho? Lo lamento. -No se preocupen, pero sí, desde que recuerdo había sido objetivo de los fastidiosos, niños o niñas. Eso se detuvo cuando estaba con los H, en parte porque ellos me defendían y nadie se quería meter con ellos y otra parte porque aprendí a defenderme, ellos me enseñaron y digamos que practicaba con Hank. Wow. La imagen de los H de pequeños defendiendo a su amiga era algo lindo de imaginar. -¿Practicabas con Hank? -Él y yo siempre tuvimos nuestras diferencias y tenía que defenderme con algo- soltó una risita. -¿Él nunca te defendió ante otros niños?- cuestioné. -De hecho sí- suspiró -. La mayoría de veces él era el primero en saltar a la defensa, entonces cada vez yo creía que podríamos ser amigos, pero estaba equivocada cada una de las veces. -¿Nunca supiste por qué? -No, y créanme que me cansé de pensar que podíamos ser amigos, por eso aquella cálida bienvenida no me afectó y no quise hacerlo más grande, sé que así son las cosas con él. -Es un estúpido- exclamó Emma -. Y yo pensando que tiene un buen lado. -Hank tiene un buen lado, de eso no hay duda, sólo que a mí me toca ver el no tan bueno- sonrió con la boca cerrada -. Son amigas de él, sé que lo han visto en sus lados buenos. Veo a Emma y ella asiente rindiéndose. Las dos sabemos que Emma vaya que ha visto su lado bueno, ese lado vulnerable que yo no imagino. -Sí, tiene sus buenos lados- confesó con el tono de voz algo particular... ¿nostalgia? -¿A ti te gusta Hank? Emma abrió sus ojos con sorpresa. -¿Qué? No, nada que ver, tengo novio y vaya que llevaba enamorada de él varios años, ¿cierto Mads? -Cierto, es mi hermano, su novio. -Oh vaya- Grace sonríe -. ¿También es pelirrojo? -No, él es el normal de la familia. Grace ríe ante el comentario de mi linda amiga Emma. -Te enseñaré una foto con él, la tomamos días antes de su viaje hacia la universidad. Emma y Grace se detienen mientras ella busca en su celular aquella foto, sonrío al verla tan feliz y enamorada, no me imagino cómo estará Matt con sus nuevos amigos en la universidad, o Scott, lo bueno es que los dos están donde mismo, una extraña casualidad, al igual que Dylan y Nate, ellos también están en la misma universidad. -¿Quieren ir a tomar algo? -¡Sí! Tenemos que ir a la cafetería donde venden un hermoso muffin, te va a encantar- exclamó Emma con emoción tomando el brazo de Grace. -Perfecto, ¿está bien si al terminar vayamos a casa de los H? Mis papás han decidido tener una cena con ellos, y por supuesto que están invitadas. -Suena algo familiar, ¿estás segura? -Joe me dijo que ustedes también son como familia, así que claro, estoy muy segura. -Es extraño que los H no nos hayan dicho. -Oh, es que yo me ofrecí, yo quería decirles, siento que son unas chicas agradables y no tengo muy buena experiencia con amigas así que quería dar el primer paso. -Aw, ¿no puedes ser más linda? Gracias a Dios te mudaste. Las tres entre cruzamos nuestros brazos y así caminamos hacía el auto de Emma para ir a la cafetería y después hacia la casa de los H, ya veremos cómo continúa la noche. * -¡Niñas! ¡Qué gusto verlas!- exclamó Rosa al vernos entrar. -Es nuestro placer verla, Rosa. -Siempre tan lindas, pasen, pasen. El señor Joe está en el comedor, también tus padres, Grace. Los niños siguen en sus habitaciones, no tardarán en bajar. Pasen. Caminamos detrás de Grace hacia el comedor donde veo a un señor con cabello café con mechones grises, y una señora rubia y guapa; ellos nos ven y se levantan al igual que el señor Evans. -¡Oh niñas, qué bueno que han venido! Vengan, les presento a los padres de Grace, ella es Lily Ross y su esposo, Charles Ross. -Mucho gusto. -Yo soy Madison, pero pueden decirme Maddie. -Y yo soy Emma. -Ellas se han convertido en parte de la familia, son unas chicas muy agradables. -Lo hemos visto, gracias por darle una cálida bienvenida a Grace- habló su madre. -Ni que lo diga, ha sido un gusto conocerla. -¡Lily! Harry llegó corriendo y no tardó en abrazar a la madre y después al padre, enseguida llegaron los H restantes y también abrazaron con emoción a los padres Ross, sin duda son de la familia. Ha sido muy lindo verlos conviviendo como una familia, hacía mucho tiempo desde que veía una familia junta, me refiero al estereotipo de familia, conformado por madre, padre e hijos; pues hoy vuelvo a ver lo que es una familia ordinaria, pero con acento australiano. -Maddie, Joe nos ha comentado que eres una estudiante brillante al igual que Hamilton, ¿es cierto que quieres ser escritora? -Sí- respondí con timidez -. Apenas el año pasado descubrí mi pasión, y desde entonces he estado escribiendo mi primera obra. -Oh wow, eso es genial cariño, me aseguraré de comprar la primera copia- la señora Lily me sonrió y le respondí con el mismo gesto. -¿Y tú, Emma? -Oh, aún estoy indecisa, pero me inclino por negocios internacionales como mi papá, él se encarga de eso así que sería sólo llegar a graduarme porque las únicas lecciones que me ha dado son las de su trabajo. Todos en la mesa reímos, pero yo sé que tiene razón y no exagera, su padre la ha preparado para esa carrera. -Oh eso es genial, ¿cuál es el nombre de tu padre? Puede que haya tenido el placer de trabajar con él y no lo sepa. -Mi padre es Jonathan Rivers. -Jonathan...- saboreó el nombre mientras pensaba -. ¡Oh claro que sí! Recuerdo bien a tu padre, es un hombre agradable, viaja todo el tiempo, ¿cierto? -Sí, es él- sonrió Emma, pero sé lo que esa sonrisa esconde. En efecto, su padre viaja demasiado, y la mayoría del tiempo era sólo ella y su mamá, pero algo bueno es que cuando su padre llegaba a casa, no había distracción alguna, su dedicación era su familia, eran los momentos en los que más feliz veía a Emma, y eso a mí me hacía feliz. -Los niños tienen un baile este viernes- comentó Joe probando el postre. -Sí, nos lo comentó Grace. ¿Van a ir todos? -Sí, Grace aceptó ir con- aclaró su garganta -, con nosotros. Hank le tiró una mirada a Harry, pero él ni se inmutó. -Sí, hoy hemos ido a comprar los vestidos. Señora Ross, ¿dejaría que Grace se arregle con nosotras para el baile? -Oh Emma, puedes llamarme "Lily", y claro, no habría problema. Las tres compartimos una mirada de emoción y soltamos un gritito. -¿Tienen citas para el baile, muchachos?- el padre de Grace les preguntó. -No, en estos bailes no es necesario llevar una pareja- explicó Hamilton. -Vamos Hamilton, ¿por qué no invitas a la chica más lista de tu clase? Hamilton subió su mirada de su plato hacia a mí por menos de dos segundos y redirigió su mirada hacia el señor Ross. -Es muy lista para salir con él- respondió Hank y se escucharon risas, pero yo no me pude mover, no podía retirar mi mirada hacia Hamilton. El resto del postre lo comí con mi mente en otro lado, sólo escuchaba voces a mi alrededor, no presté atención a la conversación, y eso claramente lo notó Emma. -¿Qué pasó contigo? Parecía como si hubieras tenido una noticia aterradora y dejaste de estar en la cena- cuestionó Emma sirviendo agua en dos vasos de vidrio. -No lo sé, yo...- bajé mi mirada recordando la escena inesperada con Hamilton -. Nada, sólo me llegó el cansancio. -¿Extrañas a Dylan? -¿Y tú no?- contraataqué. -Claro que lo extraño, y es por ello que debo decirte algo- dejó el vaso y se recargó en el sofá -. He estado hablando con él y nada es seguro, pero- La interrumpió el sonido de una llamada entrante, su celular. -Eso puede esperar- hizo un ademán con su mano, restándole importancia hasta que terminó de sonar -. Él no me ha preguntado por ti, pero- Su celular vuelve a sonar. -Yo creo que deberías responder la llamada. -¿Segura? Ok, ya vuelvo. Suspiro una vez que ella se va hacia la cocina donde quedó su bolso. "Él no me ha preguntado por ti". Ouch. Creo que esas palabras son suficientes por hoy.
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