Cayendo en la Bruma de la Guía
El pulso del brazalete brilló en su muñeca y sonrió después de leer el mensaje de su hermano.
Estaba en la unidad familiar, acostado en el sofá esperando a Rin y a Noah. Había logrado dormir un poco y ya tenía hambre. Se había acostumbrado a los horarios de comida dispuestos por su hermano y al sazón de la comida casera.
Después de la conversación que tuvieron mientras Rin estaba dormida, se había sentido más en calma frente a Noah. Tenía miedo que la intensidad del vínculo, considerando el nivel de compatibilidad, pudiese afectar a su hermano confundiendo sus sentidos y sentimientos, pero Noah, sorprendentemente, estaba más enfocado de lo que él mismo estaba.
Se sentía inquieto al estar cerca de Rin. No sólo por la necesidad de contacto, si no porque su actitud lo hacía bajar la guardia. Tenía muchas cosas que le gustaban de una mujer y el sexo también era increible cuando combinaban sus habilidades. Su preocupación, amabilidad, decisión y fuerza le gustaban. También sus expresiones nostálgicas cuando creía que no estaba siendo observada o su miedo al tratar de ocultar que no le afectaban las atenciones que le daban con su hermano.
Noah y él la habían investigado y venía de una familia rota como la suya. Tenía un padre que era un estudioso y una hermana pequeña la que en la actualidad era bailarina de ballet profesional. Conocía muy bien la necesidad de un niño de mantenerse alerta frente a las amenazas externas cuando los adultos no estaban ahí para cuidarte o protegerte. La sensación de peligro y la necesidad de defenderte para sobrevivir eran prioritarias. Podía sentir eso en Rin... y también su fragilidad...Era como una bella flor de invierno que podría aguantar el frio, pero también era tan delicada que un poco de calor o fuego, la quemaría irremediablemente.
La necesidad de querer cuidarla se estaba haciendo primaria. Sabía que en gran parte era por el SICOM por lo que se habían puesto de acuerdo con Noah el poder abrir una apertura en la dinámica con la guía para que ambos pudiesen tener un punto de partida para separar el SICOM de lo que estuviesen sintiendo. Ninguno era un novato con el sexo, pero si con la intensidad del toque de guía que Rin provocaba en ellos por lo que las emociones se intensificaban aún más.
Llevaban menos de una semana vinculados. Debían hacer otras cosas para conocerla en otros contextos que sólo en la cama. Era por eso que Noah la había llevado a comprar comida y, por lo que había dicho en su nota, tuvo un bonus inesperado para la próxima sesión de guía.
Podría usar sus habilidades para ver sus miedos y aprehensiones, pero no lo consideraba justo ni respetuoso a ser su compañera de vínculo. No ahora.
Iba a esperar a hablar con Noah para ver el próximo movimiento cuando llegaran a casa después de las compras. Se rio.
Era extraño pensar en la unidad familiar como un hogar, pero cuando pensaba en ver a su hermano cocinando mientras Rin y él ordenaban o preparaban la mesa, se sentía bien. El dormir junto a ellos, bañarse los tres o la intimidad del sexo, la convivencia se iba haciendo cada vez más cómoda y agradable.
"Me estoy volviendo loco", pensó divertido. "Sólo llevamos una semana y ya quiero una casa con un perro."
Tendría que mantener los pies en la tierra y la cabeza fria o estaría perdido.