El Plan
Zack dormía junto a Rin y Noah en la gran cama de su habitación. Era tarde y todo estaba en calma.
Su brazalete pulsó y lo hizo abrir los ojos en alerta. Tenía el sueño liviano después de vivir como esper de Cassis.
- ¿Quién? – preguntó sin mirarlo.
- Zack…
La voz de Anthea lo sobresaltó.
- ¿No crees que es muy tarde? – le preguntó, acercando el brazalete a su rostro – Sé que duermes poco como yo, pero ahora debes descansar.
- Necesito hablarte… - la voz de Anthea sonaba preocupada - ¿Podemos vernos en el lugar de siempre?
- ¿Estoy en problemas? – le preguntó divertido.
- Necesito verte. Mueve el trasero. Te espero allá.
- Voy…
El joven esper miró a la joven dormida a su lado y a su hermano, quien dormía sobre su costado izquierdo mirando en su dirección. Tenía los ojos cerrados y su respiración era regular. Se movió con cuidado para no despertarlos y se vistió con rapidez antes de salir de la habitación.
Lo que no vio era como Noah abría los ojos cuando la puerta se cerró y fruncía el ceño.
- Selene, ubicación de Esper Zachary Grant a mi brazalete. – ordenó - Geolocalización y posibles rutas.
- Enviado, Esper Grant.
El joven se levantó con delicadeza para tomar su ropa y vestirse, dejando a Rin profundamente dormida en la cama que compartían antes de salir de la habitación para seguir a su hermano.
Estaba molesto porque Zack le prometió que no buscaría a la guía, pero no esperaba que fuera ella la que lo buscara a él y que su hermano saliera corriendo como un cachorro obediente. Caminó según la geolocalización del GPS que mostraba su brazalete indicando que Zack salía del edificio de las unidades familiares hacia el Centro de Entrenamiento.
Zack miró hacia los lados cuando se acercó a la gran arena de batalla en el exterior del Centro y suspiró antes de rodear la estructura hacia la parte posterior, menos visible desde el campo abierto o el sendero que conectaba las diferentes estructuras.
- Anthea… - llamó bajo cuando llegó a la puerta que estaba junta.
- Estoy aquí… - le dijo la joven dando el paso para que Zack entrara.
Era un espacio de no más de 3 x 5 metros que funcionaba como espacio de almacenamiento de pantallas y accesorios de la arena y que estaban descontinuados o en mal estado. Una luz secundaria recibió al esper cuando vio a su amiga sentada en una banca larga apoyada contra la pared haciéndolo reír. Caminó hacia ella y se sentó a su lado.
- No venía a este lugar desde hace mucho tiempo. Sigue exactamente igual. Supongo que Seth sabe que estamos aquí ¿Verdad? No quiero meterme en problemas. – le dijo pasando la mano por su cabello.
La joven sonrió y lo miró.
– Si, hablé con él antes de llamarte. – le dijo.
- Eso es bueno. No quiero una paliza gratis. – bromeó antes de observarla con curiosidad - ¿Qué querías hablar conmigo? Debe ser importante para tener que venir aquí.
- ¿Recuerdas cuando veníamos aquí para escondernos de Cassis? – le preguntó de repente y Zack suspiró.
- Si, gracias a que dormíamos en esta banca, ahora puedo dormir en cualquier lugar.
- Han pasado 7 años… - su voz parecía lejana, perdida en sus pensamientos
- Hey, ¿Qué pasa?… ¿Algo mal con el bebé o Seth? – preguntó inquieto.
- Ven aquí. - le dijo abriendo el brazo para que apoyara la cabeza en su regazo quedando de espaldas en la banca.
- Ya no tengo 18. - se burló, aunque obedeció sin resistencia.
- Quédate quieto. - pidió divertida - Necesito ver tu ceño fruncido para concentrarme.
- Pffft ¿En serio? Eso no es nada halagador. - la miró, cruzando los brazos sobre su pecho - ¿Estás planeando algo? Te conozco…
Anthea soltó una risita y le guiñó un ojo.
- Esperamos a alguien… - le dijo con suavidad inclinándose hacia él y Zack se tensó.
- ¿Me usaste como carnada? - le preguntó con voz baja - ¿Lo conozco? – la joven asintió tocando su frente.
- Ah, maldición ...- dijo entendiendo y suspiró. Noah lo había seguido - ¿Qué haremos?
- Jugar…- le dijo enigmática con sus ojos brillando
- ¿De nuevo? Pffft.
Se escucharon ruidos de pasos sobre la hierba en el exterior y, aunque el visitante fue cuidadoso pudieron escucharlo.
Zack entornó los ojos y resopló antes de que Anthea le sonriera y pusiera un dedo en señal de silencio mientras se levantaba con sigilo acercándose a la puerta.
- Tenemos que salir durante la conferencia… - le dijo, atenta a los movimientos.
- Quisiera quedarme en el domo, en la cama. - hizo un gesto para indicar que Noah estaba escuchando.
- ¿Podríamos pedirle a Noah que se nos una?
- ¿Un trio? No me parece. Ya comparto a mi guía.
- Podríamos preguntarle... ¿Quieres que lo haga yo?
- Por favor… - exclamó, abriendo la puerta de golpe sujetando a su hermano y empujándolo al interior.
Noah cayó al suelo y miró a su hermano enojado.
- Hola, Noah. – dijo Anthea mirándolo desde la banca.
- ¡G3! – dijo molesto - ¿Cómo puede hacer esto? Tiene a su compañero y Zack está vinculado…
- ¿Hacer qué? – preguntó la joven ladeando la cabeza mirando sus ropas e indicando a Zack – Sólo estábamos conversando.
- ¿Escondidos en una bodega? – preguntó, levantándose y sacudiendo las ropas.
- Para nosotros este es un lugar agradable. – dijo Zack sentándose junto Anthea – Cómo una casa en un árbol para otros niños ¿Recuerdas nuestro escondite cuando papá llegaba ebrio?
Noah lo observó. Había un lugar en su remolque al que su padre no lograba llegar. Tenían 4 o 5 años y ambos se escondían cuando el padre llegaba ebrio.
- Si…
- Es lo mismo para nosotros. – aclaró Anthea – Era nuestro lugar lejos de Cassis.
- Ese bastardo… Me siento tan enojado.
- Tranquilo… - dijo Anthea haciendo un gesto para que se sentara a su lado por lo que el joven dudó antes de sentarse en tanto la mujer tomaba su mano con los ojos brillando - Está muerto y ya no nos hará daño.
- ¿Qué hacen aquí? – preguntó con desconfianza – Aquí se acostaban…
- No. - dijo Zack - Sólo dormíamos o nos escondíamos. Nos acostamos en otra parte.
Anthea golpeó el costado del esper con el codo y lo hizo toser.
- Concéntrate. No lo molestes. - le dijo y miró a Noah – Te estaba esperando...
- ¿A mi? – preguntó, sorprendido
- Si… - les dijo – Los necesito a ambos…
Noah se sonrojó violentamente haciendo reír a los otros dos jóvenes. Tenía un lado inocente a veces que le gustaba a Anthea.
- No puedo. - le dijo con honestidad – Estoy vinculado a Rin y ella es la que elegí como compañera. No entiendo la relación que tienes con Zack, pero no interferiré. Pueden ser amigos con beneficios mientras Rin y Seth estén bien.
- Vaya. - dijo Zack divertido mirando a su hermano - Mejor para mi… Tú te lo pierdes…
- Zack… - advirtió Anthea viendo como entornaba los ojos.
- Te preocupas mucho por Rin ¿Verdad? - le preguntó la joven
- Si, me importa mucho…
Anthea lo miró con curiosidad.
- ¿Hay algo que te preocupe ahora? - le preguntó con cuidado.
- No… - lo vio dudar y Zack respondió por él.
- El bastardo de Rossi la molestó después de la reunión de los equipos de seguridad…
- ¡Zack! – exclamó su hermano.
- Anthea es tu jefe y la G3. Si algo le pasa a una guía ella debe saberlo.
- Es cierto… - coincidió la joven – Si no me lo dices no podré ayudar…
- No es eso. – dijo Noah – Nos dijiste que no habláramos de nadie si no teníamos evidencia. Solo vi que la estaba amenazando. No escuché la conversación. No puedo probar nada.
- Íbamos a investigar lo que podía tener en su contra para amenazarla. – agregó Zack.
La joven miró a Noah quien suspiró.
- Has hecho un buen trabajo, Noah. – le dijo Anthea – Esa fue mi instrucción ¿Quieres que te ayude con eso?
- ¿Anthea? - le dijo Zack.
- Necesito que escuchen porque debemos trabajar juntos para ayudar a Rin.
- ¿Sabes algo? – le preguntó el esper.
- Rin es una guía que se ha desenvuelto en las áreas de gobierno y seguridad. Los hombres reunidos en esa sala han trabajado con ella o han recibido sus asesorías. Es en extremo eficiente y rigurosa en su actividades desde niña… Su padre es un científico de la Nación de la Fuerza que perdió a su esposa por cáncer cuando su hija menor tenía 3 años. Rin maduró con rapidez para hacerse cargo de su hermana y de su padre quien comenzó a beber en exceso después que enviudó.
Los hermanos se miraron. Esa historia era demasiado familiar. Era cómo la suya.