¿Entrenamiento o Combate?
El grupo estaba en la arena de entrenamiento en total alerta. Jasper y John estaban dándoles indicaciones para ajustar sus movimientos. No habían registros previos de un guía y dos esper por lo que el entrenamiento se enfocaba principalmente en que ambos espers trabajaran juntos.
John y Jasper siempre peleaban juntos debido a su relación con Anthea por lo que su nivel de sincronía era legendario junto a su nivel de poder. Muchos de los nuevos espers aprendían de sus técnicas como parte de sus clases cuando eran acoplados a su guía ya que era muy posible que se enfrentaran amenazas como equipo y los espers debían proteger a sus guías coordinados. Esa era su misión principal ya que los guías de primer círculo no eran entrenados en combate, sólo los de segundo y tercer círculo que no eran más de 1500 en todo el mundo.
- ¡¿Qué están haciendo?! - gritó Jasper exasperado - Ya podría haberlos matado y a su guía en el segundo golpe ¿Qué les pasa? ¡Están chocando entre si!
- No es tan sencillo. - gruñó Zack frustrado - Pelea como Norm.
- ¿Disculpa? - exclamó Noah - Llevó ocho años en el ejército. Por supuesto que voy a defenderme con lo que tengo más a mano.
- Usa tu aura.- le dijo John - La ocultas...
- A los Norm les molestaba la sensación cuando los espers las usaban.
- Eso es algo a nuestro favor si debemos proteger a la guía. - argumentó John. - Cómo escolta debes usar todo lo que tienes para protegerla. No importa si al imbécil de al lado le molesta.
-¿Aunque sea uno de los tuyos? - preguntó Noah incrédulo.
- Si, si tu pellejo o el de tu guía está en riesgo, si. - dijo Jasper - Reforzaremos el uso de tu aura y de cómo puedes dirigirla...Vamos de nuevo...
La tensión se sintió en el aire mientras Zack y Noah se preparan para enfrentar a sus instructores de combate. Seth y Anthea los miraban desde el piso superior parados frente a un gran vidrio templado.
Rin, su guía, los observaba con atención, memorizando sus movimientos y registrando sus habilidades.
- Es buena... - dijo Seth a su esposa.
- Si, lo es... - dijo orgullosa - La he visto pelear y se está conteniendo para darle espacio a sus espers.
Jasper y John, con confianza en sus habilidades, se lanzaron al ataque con movimientos fluidos y seguros mientras se acercan a Rin. Con años de experiencia a sus espaldas, sabían que sería un desafío para los espers más jóvenes y estaban decididos a ponerlos a prueba y ayudarlos a sacar su máximo potencial. Es crucial si iban a entregar a Anthea a su cuidado.
Zack y Noah intercambiaron una mirada determinada, un entendimiento silencioso mientras se preparaban para defender a Rin. Ambos se movieron con eficiencia y, aunque mejoraron la coordinación, las diferencias en el estilo no impidieron que John y Jasper se acercaran cada vez más a Rin quien saltó y giró hacia atrás para alejarse. Los sonidos de golpes y bloqueos llenaron el aire, mientras los esper se concentraban en lograr sus objetivos.
Aunque el combate era intenso y desafiante, Zack y Noah se mantuvieron firmes para proteger a Rin, utilizando todas sus habilidades y recursos para mantenerla a salvo de los ataques de sus instructores.
- Noah, Zack, su tarea es proteger a Rin. - les dijo Jasper con voz firme al tiempo que les daba un duro golpe que los hizo trastabillar - Es su guía, ella será el objetivo de los ataques. Su misión es asegurarse de que no le hagan daño.
Noah asintió con determinación, su expresión seria mientras se enderezaba en tanto Zack, mostraba una confianza tranquila, sus ojos enfocados en el objetivo por delante.
Con un gesto de aprobación, Jasper y John se prepararon para otro ataque, avanzando hacia Rin. Noah y Zack se movieron rápidamente para interponerse y luego de algunos movimientos estaban en el suelo otra vez.
- ¡De nuevo! - gritó Jasper balanceando el cuerpo de lado a lado.
Con el sudor goteando por sus frentes y la adrenalina bombeando por sus venas, Noah y Zack se levantaron nuevamente.
- ¡Maldición! - gruñó Zack lanzándose hacia adelante a toda velocidad, pero John elevó un trozo de tierra y lo hizo caer de bruces a sus pies.
- La ira no te ayudará. - advirtió mientras le ayudaba a incorporarse.
- Están luchando individualmente.- les regañó Jasper con firmeza - Ustedes son el escudo para su guía. Juntos. Deben fluir como un todo.
- Somos gemelos, no siameses.- gruñó Zack, expresando su resistencia a la idea de fusionarse completamente con Su hermano.
Noah, por su parte, se mantuvo en silencio, pero su expresión mostraba una mezcla de determinación y comprensión. Sabía que John tenía razón; solo trabajando juntos podrían cumplir eficazmente su papel como escudo para Rin o para Anthea. Entendía la lucha interna de su hermano, quien valoraba su independencia y su habilidad para tomar decisiones por sí mismo después que él se fue al ejército. La persona que siempre estuvo para él, lo dejó solo con ese bastardo que le hizo tanto daño. Una parte de su hermano debía estar furioso.
Con un suspiro, Noah se acercó a Zack, colocando una mano en su hombro.
- Lo haré mejor. - le dijo con seriedad - Lo prometo. - Zack lo miró.
Finalmente, asintió con resignación, reconociendo la verdad en las palabras de Noah.
- De acuerdo. - le dijo - Yo también lo intentaré.
Sin aviso, Jasper y John atacaron, tomándolos por sorpresa. En un abrir y cerrar de ojos, los jóvenes estaban en el suelo mientras Jasper sujetaba a Rin del cuello con una mirada fiera y desafiante.
- Su guía está muerta. - sentenció.
- Este entrenamiento es para fortalecerlos.- les dijo John con solemnidad, su voz resonando con autoridad mientras aferraba contra el piso a Noah, inmovilizándolo - Serán los escoltas de Anthea. No pueden seguir resistiendo el trabajar juntos. Si no pueden proteger a su guía, no podrán proteger a nadie.
Noah gruñó frustrado, intentando liberarse mientras sus ojos se encontraban con los de Zack.
- No puedo mantenerme concentrado. -reconoció - Mi instinto es cuidar de ti, hermano. Es como antes. - Zack abrió los ojos sorprendido, sintiendo el peso de la verdad en las palabras de su gemelo.
- Yo estoy acostumbrado a pelear solo. Tuve que hacerlo cuando te fuiste. - admitió Zack con la mandíbula apretada.
- No fue mi intención abandonarte. - le dijo - De verdad creí que Cassis iba a cuidar de ti.
- No lo hizo. - dijo Zack tajante.
- Si me hubieras dicho algo...- se incorporó con ayuda de John. - Podría haberte ayudado.
- ¿En qué? - le preguntó molesto - ¿A que te torturara también? ¿A que te inyectaran con esa mierda que quemaba por dentro? Deja de actuar como si pudieses haberme salvado. No estabas aquí ¡Maldición! Viviendo tu vida relajada entre los Norm ¿Querías que te dijera que me estaban torturando mientras tu sonreías como imbécil contándome tus aventuras con tus amigos?
El silencio se hizo pesado sobre la arena de entrenamiento mientras todos absorbían las palabras de Zack. Ninguno de los presentes había visto su dolor a excepción de Anthea.
- ¡No tienes ni una puta idea de lo que tuve que pasar! No esperes que me acerque a ti después de que te largaste. Cuando este entrenamiento termine volverás a desaparecer.
- ¡No lo haré! - le gritó - Eres mi familia.
- ¿Y no lo era antes?
- Tú me alejaste primero al dejar de contestar mis llamadas. Estaba a miles de millas sin saber nada ¿Crees que soy adivino? El psíquico aquí eres tu, imbécil ¡Ni siquiera podía dormir porque sentía que el cuerpo se me partía en dos y no era yo! Podía sentirlo. - sus ojos se llenaron de lágrimas y Zack lo miró sorprendido - Pero no pude llegar a ti. No me dejaste acercar. ¿Dices que mi vida era genial en el ejército? Pues no lo era...Sólo era un detector de agua. Varias veces se largaron dejándome en tierra como si fuera parte de las cajas de suministro ¡Cuando te llamaba, fingía para no preocuparte!
Seth colocó una mano en el hombro de Anthea mientras observan la escena desde el ventanal de observación. La tensión era palpable entre ellos.
- Aún no confían el uno en el otro. - murmuró Anthea.
- Acaban de volver a verse. - le dijo tratando de calmar los temores de su esposa - La confianza lleva tiempo, especialmente después de lo que han pasado.
Anthea asintió, sabiendo que Seth tenía razón, pero la preocupación todavía pesaba en su corazón.
- Es solo que quiero que estén bien.- le dijo conmovida.
- Lo estarán. - aseguró.
Anthea observó la arena de entrenamiento y presionó el botón del intercomunicador y dirigió su voz hacia el grupo de combatientes.
- Terminamos por hoy. - anunció con un tono firme - Vuelvan a sus cuarteles y descansen.
El grupo asintió en reconocimiento al tiempo que Anthea llamaba a Rin.
- G2, necesito hablar contigo. - ordenó, haciendo que Rin la mirara con una inclinación de cabeza en reconocimiento caminando hacia donde se encontraba.
Zack y Noah cruzaron una mirada de ansiedad al escuchar el tono inusualmente serio en la voz de Anthea.
- No es normal que Anthea use ese tono. - murmuró Zack a su hermano.
- Debe ser algo importante. - comentó tenso - Parece que metimos a Rin en problemas.
- Eso es malo. - le dijo siguiendo a Jasper y a John hacia la salida de la arena y entraron a la sala de observación.
Seth se les acercó con una sonrisa.
- Vamos a beber una cerveza. - les dijo y Noah lo observó confundido haciendo que Jasper le golpeara la espalda.
- Vamos. - le dijo al esper - Te daremos la bienvenida mientras tu guía trabaja.
- No los quiero ebrios. - advirtió Anthea al grupo - Estamos en entrenamiento.
- Nos portaremos bien. - dijo Seth levantando la mano en señal de compromiso.
- Si siento olor a cerveza vomitaré sobre ti. - lo amenazó.
- Vale, cariño. - le dijo divertido - Es mi bebé la que te da problemas. Lo tengo.
- Un momento... - avisó abriendo el brazalete - Kevin...- llamó viendo a su esposo abrir los ojos sorprendido.
- Señora... - se escuchó la voz del encargado de seguridad.
- El club va para allá. - avisó - Te encargo la seguridad. - Se escuchó una risa contenida y luego un carraspeó para recomponerse.
- Descuide, estaré atento.
- Están en entrenamiento. - avisó
- Lo tendré en cuenta.
- Gracias, Kevin. - le dijo cortando la comunicación - Todo listo. Diviértanse.
-¿No podemos ir al techo? - preguntó Zack esperanzado.
- No. Hay entrenamiento mañana.
- Vamos. - dijo John empujándolos a la salida haciéndole un gesto a su sobrina con confianza y la joven se lo agradeció.
Una vez que el grupo salió, Anthea se giró hacia Rin con una mirada astuta.
- Nosotras tenemos que trabajar...- le dijo.
- ¿En qué estas pensando?
- Tengo una idea. Vamos a la unidad de investigación. El guía Brown puede ayudarnos.
La joven la siguió en silencio con curiosidad.
Sabía que la guía no arriesgaría a nadie, menos a alguien de su equipo...
Había escuchado las palabras de los gemelos y percibió su dolor. Haría lo posible para ayudarlos a solucionar el conflicto. Sobre todo porque el vínculo en ella se estaba afianzando con una intensidad abrazadora ¿Era por que eran dos en vez de uno? No estaba segura, pero no podía ni debía ignorarlo. Eran sus compañeros hasta que el entrenamiento terminara.
No podía enamorarse.
Ellos tomarían su propia decisión una vez que se convirtieran en fénix y si eso significaba que se separarían. Debía asumirlo...