Nahir sacudió la cabeza dolorosamente, las lágrimas corrían por su rostro. -Abuela, no, mi relación con él ha terminado no necesitas hablar con él. realmente, ayer nos hemos... divorciado..... Los ojos de Amelia se oscurecieron, pero aun así dijo. -No te apresures a tomar una decisión. ve a casa y piénsalo vuelve a visitarme en unos días, ¿quieres?..... Sí, no te preocupes, abuela, te visitaré Nahir la tranquilizó un poco, luego se fue con los regalos que Amelia le había dado ¿debería reconsiderarlo? en realidad, no lo haría ya había decidido renunciar a Alexander. No mucho después de que Nahir se fuera, llegó Alexander tan pronto como entró en la sala de estar, una taza de té voló hacia él movió la cabeza y la taza de té se estrelló contra el suelo, rompiéndose con un sonido áspero

