Se dice que cuando se creó el mundo, estaba vacío de vida, solo había tierra y fuego. Un día aparecieron los ángeles de la creación, siete ángeles con poderes divinos que hicieron posibles la vida en este planeta. Según cuenta la historia uno de ellos cansado de la inmortalidad, creo un reflejo de él a partir de arcilla, lo llamo Ráel.
Pero Ráel era un ser inanimado no se movía, ni hablaba, no comía, ni tampoco respiraba, solo se quedaba inmóvil frente al ángel. Así pues el ángel le dio un poco de su chispa vital y Ráel pudo moverse, al principio era divertido pero él no podía interactuar con su creador y se volvió aburrido. Así que nuevamente el ángel le dio un poco de su propia alma y Ráel pudo hablar, pensar y aprender. Poco a poco Ráel aprendió sobre el mundo donde había nacido y e
