Capítulo veintidós Las miradas que no se despegan de nosotros son las más incomodas que había experimentado en toda mi vida. —Uy sí, los nuevos jefes, —susurra Carlos, —en especial el nuevo jefe —rueda sus ojos molesto mientras que se da media vuelta y nada más veo como Khan da dos pasos hacia adelante haciendo que los que nos rodean bajen la cabeza de cierta manera guardando respeto, pero este mencionado simplemente sigue su camino. —Recepcionista come donas —lo llama Khan y Carlos se detiene en seco al haber escuchado la manera en la que lo han llamado —tengo varias tareas para ti el día de hoy, porque crees que puedes hacerte el listo con los dos, pero yo te voy a enseñar quienes son los que mandan de ahora en adelante —mi pelinegro se adelanta hasta posarse en frente de él y me d

