No se sentía en condiciones de hablar. Solamente pensar en Javadd lo estresaba, y tener que verlo casi todos los días, gritarse, insultarse y luego hacer como que nada pasó; era agotador. Su vida había dado un giro de ciento ochenta grados y culpaba de todo al chico moreno. Todo había comenzado por sus jodidos tatuajes y ahora Lucca sólo quería parar. "Está bien. ¿Sabes? Este chico, Harry, es lindo. Hablamos mucho" Andrew sonrió. "Bien por ti. Deberías decirle que me presente a alguien" "No lo creo, porque tu bebé ahí está" El castaño volteó a mirar por encima de su hombro y se dio cuenta que Javadd estaba haciendo su pedido en la caja. Buscó algo que le tapase y trató de esconderse. Pensó en hacerlo debajo de la mesa, pero joder, ya era un hombre mayor y tenía que enfrentar los probl