La velada terminó y los padres de Julian se marcharon, él se sirvió un trago y se sentó cómodamente en el sofá. Es tarde, Paola y su madre están cansadas a sido un largo día y ya quieren regresar a la cabaña, en ese lugar se sienten tranquila, es humilde como ella, en esa enorme casa se siente como un mosco en leche y se lo hace saber a Julián. — sería posible que ya nos llevarán a la cabaña me siento cansada y mi madre también. —¿A la cabaña? ¿Y para que? aquí pueden descansar. —Pero no trajimos ropa. —Ven siéntate aquí conmigo, ¿estás muy cansada o podemos hablar un momento?— Le pregunto Julián. — Estoy cansada, pero si podemos hablar, no hay problema. Quedando frente a ella, respirando profundo y pasando su mano por su rostro empezó a hablar. —Ustedes no volverán a esa caba