-¿Desaparecido en combate? —Max estaba mirándome escrutadoramente.
—¿Max?
—¿Te sientes bien?
—Un poco. Todavía me duele cuando me muevo. —Intenté sentarme con ayuda de Max.
—¿No te sientes extraña?
Sé a donde quería llegar. —No, Max. Gané. Ella no pudo quitarme mi alma, soy todavía Mia. —Sonreí miserablemente.
—¿Ella lo intentó?
—Lo hizo en el sueño. La conocí realmente. —Suspiro —hizo el rito para quitarme el alma, luego el alma salió de mí y regresó, no recuerdo muy bien —había cosas que no recordaba bien. —Peleamos y desperté aquí.
—Lo bueno es que estas aquí y pudiste vencerla.
—Pero ella sigue dentro de ti. Y se nos acaba el tiempo, volverá a intentarlo. —La voz del sacerdote me sacó de mi ensoñación. —Intentará matarte de nuevo, es la única forma que puede verte y hacer el
