Vincent
5 años antes
- Buenos días preciosa - saludo a Eliza mi esposa la conocí hace 6 años en la universidad, fuimos novios durante 5 años y nos casamos hace 1 año, es una mujer de un gran corazón, me enamore perdidamente de ella el día que ví, sus brillantes ojos color azul, una dulce sonrisa y cabello rubio que cae hasta su cintura, su cuerpo delgado y estilizado, atrajeron mi atención de inmediato, siendo un joven centrado que debia tomar la responsabilidad de una enorme compañía en Estados Unidos, sentí que lo mejor era casarme con ella, mis padres vivian los Angeles, hasta que hace tres años cuando termine mis estudios, dejaron todo en mis manos y su viaje fue para hacerce cargo de las compañías aquí en Francia, los vemos cada Navidad y año nuevo, mi hermano viene y va cada vez que quiere, es un irresponsable que solo le interesan los viajes, las motos ir de club en club es un completo casanova, solo participa en las reuniones de la compañía cuando se ve comprometido su patrimonio. niego con la cabeza pensando en eso.
- Buenos días guapo - me contesta Eliza con esa dulce sonrisa, me acerco y beso sus labios rosados con una sonrisa y acerco la bandeja con el desayuno que prepare para ella, toma la rosa y siente su aroma, cierra los ojos.
-cual es el itinerario para hoy- pregunta tomando un poco de omelette con el tenedor
- me conoces muy bien - digo y rio
ella ríe y toma un poco de jugo de naranja
- daremos un paseo por el pueblo, luego almorzaremos en tu restaurante favorito, volveremos a casa y haremos el amor - contesto robando un trozo de fruta
- estamos en los Alpes franceses como es posible que no vayamos a hacer Sky-
pregunta levantando ambas manos haciendo un gesto mimado, ama hacer sky pero, a mí no me gusta para ser sincero por eso trato de retrasar esa salida, aunque siempre me rindo ante sus deseos, nunca podría negarle nada
- está bien- pellizco su pequeña nariz -organizare todo para esta tarde- ella sonríe triunfante, Dios la adoro.
la dejo con su desayuno y me voy a tomar una ducha, me pongo ropa adecuada para la nieve, esperó que ella esté lista, se ve preciosa con ese gorro de lana gris y su enorme abrigo rosa, salimos en el auto y damos un paseo mirando el increíble paisaje, ella mira por la ventana con una sonrisa lo que me hace sonreír, llegamos al pueblo decidimos caminar por el lugar de la mano entramos a unas pequeñas tiendas, ella compra un montón de regalos para sus padres y los míos incluso para Oliver mi hermano, pasaremos por París antes de volver a los Angeles.
tomo una llamada de la oficina mientras Eliza sigue con las compras.
la veo salir de la tienda trae algo en sus manos, frunzo el ceño.
- tengo algo para ti- dice con una sonrisa y me muestra un gorro con orejas es muy gracioso, ella ríe divertida
- ¡oh no!- digo moviendo mi cabeza de un lado a otro
ella hace cara de cachorrito, haciendo que me derrita
pongo los ojos en blanco y dejo que me lo ponga
- te ves aún más guapo- dice sonriente
- no estoy muy seguro de eso- digo haciendo una mueca, ella ríe con ganas y me toma del brazo, seguimos paseando vamos a almorzar, ella hace mi pedido y yo el de ella, es una costumbre, nos conocemos muy bien, salimos del lugar y vamos a casa para alistarnos e ir a esquiar, me pongo el traje y ella hace lo mismo.
- te ves preciosa en ese enorme traje- digo y beso sus labios
- me veo gorda - dice poniendo sus manos en la cintura, me rio y la abrazo dejo un beso en su nariz - ¡por supuesto que no!- ella me muestra su perfecta sonrisa, salimos de la casa, subimos al auto un rato después llegamos a uno de los muchos lugares para empezar a esquiar, Eliza está muy emocionada veo llegar al instructor, a Eliza le encanta esquiar pero no lo hace muy seguido.
empieza a hacer movimientos de práctica, me quedo de pie a un lado de ellos escuchando las instrucciones.
comenzamos a practicar, la veo bajar y subir en trayectos cortos, después de un rato se aleja a un lugar más empinado de la montaña, no la pierdo de vista
- preciosa no creo que sea buena idea- sugiero mirandola alejarse
- cariño estaré bien- grita desde allá, decido acercarme a ella, camino rápidamente aunque es incómodo con estas botas para nieve, ella ya ha comenzado a deslizarse en la nieve, la veo bajar con rapidez y se que algo no anda bien, corro y intentando alcanzarla pero no lo logro la veo caer de una parte alta de la montaña, mi corazón late acelerado y corro hasta donde ella está el entrenador va a mi encuentro, llego casi sin aire y la veo inconsciente su nariz sangra, siento mi mundo detenerse al ver la altura desde la que cayó, siento su pulso, tomo mi teléfono, el instructor me da indicaciones para llamar a emergencias del lugar, pido ayuda, cuelgo la llamada
- Eliza mí amor - digo con el alma en un hilo, tomo su mano y la acaricio
- en mejor que no la mueva- dice el instructor asiento y mis lágrimas comienzan a caer por mi rostro
- por favor despierta, no me dejes por favor- estoy a su lado de rodillas, mirando su rostro deseando con todo lo que tengo que despierte
empiezo a impacientarme es entonces cuando escucho un Helicóptero no tarda mucho en aterrizar veo bajan los paramédicos, la acuestan con cuidado en una camilla, veo que la acomodan dentro de el helicóptero y subo tras ellos, tomo su mano mientras los paramédicos, la revisan, Dios no puedo perderla, pongo la otra mano en mi rostro.
- tiene pulso le haremos los estudios en el hospital- habla el hombre mientras mira la pantalla
asiento sin soltarla, Dios debí negarme, es mi culpa, siento miedo, ansiedad llegamos al hospital, los médicos nos esperan con una camilla, la cambian de una camilla a otra, me dan indicaciones bajamos en un ascensor, aunque quiera ir con ella no lo permiten y me dejan en la sala de espera, despeinó mi cabello con frustración, ¡Maldición! debí decirle que no. Camino de un lado a otro, sin poder calmar los nervios que se han apoderado de mi.
pasan horas, estoy sentado en una de las sillas con la cabeza en mis manos
- señor Lacroix- pregunta la doctora
me pongo de pie de inmediato y camino hasta ella rápidamente
- ¿como está mi esposa?- pregunto en un hilo de voz
- tiene una lesión cerebral grave, algunas fracturas debimos hacer una cirugía, tenía una hemorragia interna, lastimosamente no pudimos hacer nada por su bebe- ¿que? ¿escuche bien?
-¿bebe?- pregunto sin poder creelo
- si su esposa tenia un mes de embarazo y perdió al bebé- siento todo dentro de mi hacerse pedazos, caigo pesadamente en la silla detrás de mi y las lágrimas salen sin control, cubro mi cara con ambas manos.
- haremos lo posible por salvarla- habla la doctora acariciando mi espalda, me siento desolado
veo personas correr en dirección al lugar donde esta Eliza la doctora corre rápidamente, levanto mi rostro
- ¡¿Que pasa?!- me pongo de pie y grito a la doctora
ella niega con la cabeza y corre en dirección a la sala de emergencias.
Actualidad
hace 5 años desde el trágico día que sucedió el accidente, mi vida cambio por completo la soledad es mi compañera, me convertí en un hombre sombrio, solo me mantiene en pie mantener la compañía en primer lugar.
- Señor ya está todo listo para su viaje- Philippe entra a mi oficina, iré de viaje a Francia a una reunión de socios, estaré ahí durante un mes, veré a mis padres después de tres años de no verlos, decidí alejarme del mundo, la gente no hacía más que mirarme con lastima, que patético, no necesito la lastima de nadie.
me pongo de pie y camino para salir con el hacia el parqueadero de mi edificio
- señor su hermano llamó ya que usted no le contesta dijo que pasara un tiempo en la ciudad, se quedará en su casa- resoplo, solo viene a conquistar mujeres, pasar noches enteras en clubes y bares.
suena mi celular veo que es el
- ¿bueno?- respondo en tono seco
- ¿así le contestas a tu querido hermano?- habla con sarcasmo
- ¿que quieres?- pregunto molesto
- voy a quedarme un par de días en tu casa-
- ya me lo dijo Philippe, solo no lleves a ninguna de tus conquistas y no te acuestes con las chicas que trabajan en la mansión, no quiero tener que despedir a otra por tu culpa-
lo escucho reir
- hablo en serio- lo digo en tono un poco más alto
- cálmate hermanito, deberías intentar conquistar alguna chica y liberar estrés, a ver si así se te baja la amargura-
sin mas cuelgo la llamada, no me interesa nadie más, nadie podrá llenar el hueco que tengo en mi pecho
subo a mi auto, Philippe a mi lado contestando correos y llamadas, veo la ciudad por la ventana del auto.
llegamos al aeropuerto mi avión ya está listo.
después de unas horas de viaje llegó a Francia y voy directamente a casa de mis padres.