Una latina para Gong Yoo ( Completado )

Insomnio

Esta noche no pensé en dormir, de alguna manera mi cerebro siguió maquinando, ¿realmente que pensamos las chicas cuando nos gusta un hombre?

¿Pensamos en sexo? Yo creo que no, mi mente ha estado entre realidad y ensoñación, pues por qué lo digo, bueno tendré mucho que contar a mi prole en un futuro, hablo de cuando tenga nietos y me rodeen para escuchar mis historias personales y cuando yo empiece a hablar de, "en mis tiempos" ustedes saben a qué me refiero ahora mismo.

Respecto si las mujeres pensamos en el sexo, si y no, pues si estamos enculadas de algún hombre, sí lo pensamos más de una vez, pero si no estamos interesadas en un macho, pues no, nos atrae las emociones y los sentimientos.

Estaba así pensativa, pero muy juiciosa en la cama ya encamisada y todo. No me percaté que mi esposito estaba parado junto a mi cama mirándome, sentí de viaje que el corazón se me hacía una pelota.

Tragué saliva gruesa, lo miré y él me dijo: —Debo viajar a j***n por un día completo, regresaré mañana por la noche, ¿Te gustaría quedarte aquí o venir conmigo? Yo quedé así, por un momento, ya era bastante pues haberme casado, pero ahora iba a turistear con él, ya era otro rollo.

¡Y por supuesto quería irme con él! ¿Que haría yo encerrada sola en un hotel? Pues del marido hay que andar pegada como chicle, ¡Mentiras! De un marido como Gong Yoo si, de cualquier otro marido, ¡No tampoco!

—¡I want! Dije yo... Allí viéndolo, él miró su reloj y dijo : —Ok, you have a ten minutes! De un brinco salgo de la cama, amigos y es que si se trata de andar detrás de mi papasito bello y precioso, yo haría sacrificios.

Olvidé que estaba delante de él, me quito mi pijama delante de él, lo cual lo puso totalmente nervioso, yo sin pararle mente, me acomodo un jeans ajustados y un suéter color verde pálido, ajusto unas botas cortas de gamuza negra y tomo mi larga cabellera y hago una coleta de caballo.

—I'm ready! Le digo, sonrio muy triunfadora, el me mira y frunce el ceño, "chica, eres rápida", siempre las mujeres que he conocido se toman muy a pecho su arreglo, oh con esto no quiero decir que seas descuidada, sólo que eres, mmm, eres... ¡Soy rápida! Me adhiero y me camuflo a lo que esté delante de mi, incluso me disfrazo al momento y al tema de interés. Le termino de explicar a mi esposo Gong Yoo.

Asiente con su cabeza y dice, —"¡es una virtud!" El tiempo es tan valioso, me dice. Tomé rápidamente un pequeño bolso e iba a acomodar una mudada y objetos de primer uso, pero él se acerca y me impide, dice; "no te preocupes, allá hay ropa para nosotros, además sólo es por un día.

Inmediatamente toma mi mano entre sus grandes palmas y camina conmigo, sentí como si soñara, a estas alturas terminaré perdiendo mi corazón, y eso que estoy aún en el día uno.

Cuando salimos fuera del vestíbulo del hotel, nos esperaba un vehículo, un vehículo de lujo, no estoy tan segura que marca era, pero seguro era uno de los escasos que solo algunos lo pueden tener.

Salió sin ruido ni sonido como si tal flotara, yo me sentí en una nube ligera. Al cabo de unos minutos ya estaba en un gran aeropuerto, cuando nos bajamos, él ya estaba ofreciendo su mano para ayudarme a descender del carro, por eso es que digo, para cuando acabe mis cien días de matrimonio, ya no tendré mi corazón en mi pecho.

Era un avión privado, solo cabía tres pilotos, tres guardaespaldas, eran así vestidos como los hombres de n***o, ya conocen la película, ¿No? Gong Yoo y yo, se hacían ya ocho, después de esas, venía su maquillista, su asistente, era un na mujer, su asesor de imágen. Ya era un equipo completo, supongo que yo era la única intrusa nueva en este grupo.

Todos me miraban de manera discreta, otros me miraban con mala saña, y allí estaba yo, entre gente nueva en un país extraño, con un marido diferente a mi en muchos aspectos. Pero no tenía miedo, no se qué me daba tanta seguridad y felicidad, pero allí estaba a su lado muy cerca de él.

De pronto sentí sueño, cabecié dos veces y él metió su hombro para mí ante la mirada de algunos de su equipo.